Lo estábamos esperando.
Después de que nos llegaran las películas, por separado, de la gran
mayoría de los personajes que han acabado formando Los
Vengadores, por fin ha llegado el momento de verlos luchando
juntos. De las películas que preceden a la gran reunión actual
encontrábamos alguna de interesante, alguna de correcta y,
lamentablemente, alguna de soporífera. Lo que tenía claro es que
ninguna de las cintas anteriores me había hecho vibrar como
esperaba. Parecía claro, pues, que la última gran esperanza recaía
en las sabias manos de Joss Whedon,
quien parecía ser el único capaz de obrar el milagro. Y lo logró.
¿Cual es la diferencia principal entre esta película y todas las
anteriores? Pues parafraseando al personajes de Will Smith en Men in
Black: “¿Sabes cual es la diferencia entre tu y yo? Que yo hago
que esto luzca”.
Definitivamente estamos
ante una película que funciona. ¿Cuales son sus motivos? Porque
tiene al mejor director posible para el proyecto; porque se lo cree;
porque Whedon ama tanto a los personajes que incluso se permite el
lujo de reírse de ellos; porque parecen haber tenido muy en cuenta a
los seguidores de los cómics; porque todos los personajes tienen un
importante peso específico dentro de la historia y su momento de
lucimiento personal; porque si Iron Man ya era divertido en su
película, en esta le colocan los personajes adecuados a su alrededor
para que se convierta en un showman; porque por fin tenemos a un Hulk
de rompe y rasga de verdad; porque cada vez que La viuda negra
aparecía enfundada en cuero partiendo la pana, se provocaban
erecciones generalizadas en la sala de cine; porque yo no sé si el
prota de la serie “Cómo conocí a vuestra madre”
encontrará finalmente a la mujer de sus sueños o no, pero que bien
le queda el traje de Shield a su amiga; porque las hostias son como
panes; porque la cinta logró arrancarme sonoras carcajadas, porque
los efectos especiales son francamente espectaculares; porque la
cinta tiene ritmo a patadas; y porque, en la cinta, las patadas
tienen ritmo.
No obstante, si hay algo
que no tiene la película es un argumento rebuscado. La trama gira
alrededor de un cubo de energía de origen alienígena que cae
en la tierra. Como el cubo es super poderoso no tardan en aparecer
una serie de tipos malos que se quieren apoderar de él y una serie
de tipos buenos que deberán impedirlo. Obviamente la cosa no
consiste en coger el cubo y largarse a su casa, sino que primero se
optará por someter a toda la humanidad a su merced, como es de rigor
en estos casos. Ustedes ya saben como funcionan estas cosas. Así que
un grupo de superhéroes formado con lo mejorcito de cada casa deberá
velar para que, finalmente, el cubo no acabe cayendo en las manos
equivocadas. Haciendo un ejercicio de imaginación, si cogemos el
anterior argumento y cambiamos la palabra “superhérores” por la
palabra “robots”, resulta que les acabo de contar el argumento de
la película Transformers. Madre mía, la de cubos de energía
que llegan a caer a la tierra. Que caprichoso es el destino.
Reconozco que el pasado
viernes me dirigía a la sala de cine ilusionado ante el estreno de
Los Vengadores, pero sin tenerlo del todo claro después de
algún que otro sonoro batacazo provocado por alguna de las cintas
anteriores. Mi única duda era saber hasta qué punto Joss Whedon
habría podido tener carta blanca para poder realizar la película
que el quería. Me costaba imaginar a los productores en plan:
entreguemos estos doscientos cincuenta millones de dólares que nos
sobran a este tipo con una sola película en su haber como director
(considerada más de culto que taquillera) y cuyas dos últimas
series de televisión fueron canceladas por falta de audiencia...
pero si, eso es justamente lo que pasó.
Finalmente Whedon ha
logrado que esto funcione. Y ha logrado que lo haga a un nivel
altísimo. Y es que una vez hechas las presentaciones pertinentes,
con los films de cada uno de los personajes por separado, la película
entra en materia nada más empezar, contando con que el público ya
conoce tanto a los buenos, como al malo (visto en Thor). Y al
poco de empezar uno ya tiene la sospecha de que estamos ante algo
distinto a lo visto hasta el momento. Es cierto que la acción puede
bajar un poco justo después de la primera secuencia de acción, pero
rápidamente la maquinaria vuelve a ponerse en funcionamiento para
ofrecer al espectador todo un espectáculo de acción con certeros
toques de humor (cien por cien Whedon), empaquetado en formato de
blockbuster que hará las delicias tanto de los seguidores de los
cómics como de los más alejados de ese mundo. Si tuviera que
describir el film con una única palabra sería: espectacular.
Resumiendo: In Joss Whedon we trust.
3 piquitos de oro:
Yo no he sido tan entusiasta como la mayoría de gente, pero me ha gustado. Eso sí, a Loki no me lo creo como villano. Y Hulk mola, pero Banner no está aprovechado.
es espectacular, tampoco me esperaba mucho por si acaso pero no conozco a nadie que no le haya encantado como mínimo.
un coctel de accion y comedia de manera espectacular.
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