Mostrando entradas con la etiqueta giallo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta giallo. Mostrar todas las entradas

La terza madre (2007)


Los trabajos de reconstrucción de una calle próxima al cementerio de Viterbo permiten el hallazgo de una enigmática urna. La urna se remite al Museo de Arte Antiguo de Roma, donde trabaja la arqueóloga Sarah Mandy (la arrebatadora Asia Argento) a las órdenes de Giselle, viceconservadora de esta institución. Arrastradas por la curiosidad abren la urna, hallando en el interior de la misma una serie de misteriosos objetos. Lo que no saben es que acaban de liberar de su encierro a la Mater Lachrymarum, el regreso de esta hermosa pero terrible hechicera trae caos al mundo y lleva la capital italiana hasta un punto apocalíptico donde los poderes psíquicos de la joven estudiante norteamericana son la única esperanza para vencer a la última de las brujas que protagonizaron los dos anteriores films.


Si yo fuera Homer Simpson abofetearía con un guante a Dario Argento y le diría aquello de “¡exijo una satisfacción!” (eso o me tomaría un par de Duff’s e intentaría olvidarme de todo el asunto), pero como no lo soy, me quejaré al estilo abuelo Simpson.

Hay muchos directores que pierden su rumbo, para corroborarlo ahí están Tim Burton, Ridley Scott o Brian De Palma. La historia de Dario Argento no es distinta, hace años que vive de la renda de sus primeros trabajos, que ha perdido el favor de la crítica y del público, y se ha acomodado en su condición de vieja gloria. De ahí que nos quiera vender esta peli como una vuelta a los orígenes, algo que también hizo Kevin Smith en su momento con la segunda parte de Clerks y que le salió bastante bien.


Suspiria (1977) e Inferno (1980) son las primeras entregas de la hasta ahora inconclusa trilogía de las Tres Madres, y dos obras maestras indiscutibles. El esperado final de la saga, en cambio, no es el retorno del giallo como nos querían hacer creer, si no otro puñado de tierra más en su tumba. Lamentable lo que ha hecho, oigan.

La peli es mala por si sola, aunque supongo que si no fueran tan cojonudas sus predecesoras, si no estuvieran tan llenas de fuerza y belleza, daría menos tirria la cosa. Pero es que están ahí señor Argento, y le convendría mucho volver a verlas porque parece que es el único que las ha olvidado.

En esta tercera entrega ha puesto más personajes, más exteriores, más guión y más luz de los que tienen las dos anteriores juntas, rompiendo así cualquier tipo de vínculo con ellas (menos es más, señor Argento, y usted debería saberlo). Si en ellas se respiraba una atmósfera de pesadilla donde el asesino era una figura sobrenatural y desconocida que se movía fuera de las leyes físicas, en esta el mal es muy visible y muy físico, sobretodo porque tiene unas tetas que te cagas y se pasa medio en pelotas toda la película.

La peli en general tiene un aspecto cutre y videoclubero, la trama es de lo más banal y la visión que transmite la cinta sobre el Apocalipsis es bastante macarra (con muchos puntos en común con lo que vienen a ser las Ramblas de Barcelona un sábado por la noche). Pero lo peor, aquello que hace que se me suban los colores y que quiera salirme al balcón a fumar sin apretar antes el pause, son los momentos fantasmales con Daria Nicolodi. Muy fuertes señor Argento (usted ha visto Ghost, ¿verdad?). Es tal el desastre que solo me viene a la cabeza una analogía del mismo calibre; aquella espantosa secuela del 2001 de Kubrick.

Yo por mi parte me niego a poner imágenes de tal despropósito y prefiero deleitaros con Asia (a mi es que esta chica me da ganas de vestirme a lo Gengis Kan e invadirla). Por cierto, ¿qué os gusta más de Asia, el hemisferio norte o el sur?


La frase: “¡Madre! ¡Madre, has venido!”

Leer critica de La terza Madre en Muchocine.net

Inferno (1980)

“La joven poetisa Rose Elliot adquiere un antiguo diario escrito en latín. Descubre en él la existencia de las Tres Madres del Mal y comienza a creer que en su apartamento habita una de ellas. Llena de temor, recurre a su hermano Mark, pero algo pasa...”



Lo mío con Darío Argento empezó la madrugada de un sábado en la que volví a casa algo bebido y estaban dando “Phenomena” (1985) por la tele, la cosa me enganchó de principio a fin y me dejó alucinado, lo que vi aquella noche fue bello, estremecedor y visualmente arrebatador, y con el tiempo se convertió en mi película de terror favorita. Más tarde llegó a mis manos “Suspiria” (1977), la que es sin duda la obra cumbre de Argento y un hito sin igual en el cine de terror . La sensación que tuve al ver estas películas se parece a cuando encuentras un escritor con una voz muy cercana a la tuya. Me sentí fascinado, pero aquello fue el principio del fin. En seguida quise ver “Rojo Oscuro” (1975), catalogada por muchos como el mejor trabajo del italiano y nada más alejado de la realidad, aunque la presencia de Argento es fuerte en ella a mí me decepcionó bastante. Pero mucho peor fueron las siguientes: “El Pájaro de las Plumas de Cristal” (1970), “El Gato de las 9 Colas” (1971) y “Tenebre” (1982), lo que antes me había cautivado ahora me aburría, así que desencantado dejé de buscar películas de Argento, hasta ahora. El director acaba de rodar “La Terza Madre”, con la que concluye la trilogía que inició en “Suspiria”, y por aquello de poder acabar el tríptico algún día me decidí a ver la segunda parte de la saga. ¿Es “Inferno” una digna continuación de “Suspiria”? Sí, amigos, no lo duden.



A los cinco minutos de empezar a verla ya sabía que Argento había vuelto a lograrlo, ahí estaba de nuevo el cine que más amo. Es difícil describir la peli porque es más una impresión sensorial que otra cosa, entra por los ojos y va directa al cerebro, las tripas y el corazón. El guión es mínimo, pero la peli no se resiente por ello en ningún momento, sino que así afianza más su posición en lo irreal y lo extraño. El encargado de la iluminación no es otro que el gran Lamberto Bava, que consigue un fascinante juego de luces rojas y azules. La acción es mayoritariamente nocturna así que la luna lo ve todo e incluso parece cómplice del mal. La escena en que esto se hace más evidente (y mi preferida), es la del eclipse. La peli no respeta las leyes físicas y cualquier sitio familiar, como tu propia casa o una biblioteca, oculta en sus esquinas secretos y puertas que pueden llevar a lo desconocido. Al igual que los personajes que deambulan por esos escenarios, que parecen todos tener escondidos varios esqueletos en el armario.


Argento va presentando a los supuestos protagonistas del filme para matarlos al poco rato y que crezca así la desazón en el espectador, y esa impresión de que no hay normas, que aquí todo puede pasar. Y no es para menos, porque el plato fuerte son los asesinatos. Tan teatrales e inverosímiles como espectaculares y efectistas, y rodados de forma preciosista: un gozo para los sentidos.

La película es cruel, poética y de obligado visionado para cualquier amante del género. Es innegable su fuerza visual, con una estética, un color y una iluminación impecables, pero no está de más recordar que este tipo de cine tiene sus detractores y no gusta a todo el mundo.


La frase: “La tercera clave está bajo la suela de tus zapatos”.

Leer critica de Inferno en Muchocine.net

Aquella casa al lado del cementerio (1981)



“Una familia se muda a un viejo caserón cercano a un cementerio, no tardarán en descubrir que en el sótano habita un invitado no deseado.”

El director Lucio Fulci está más interesado en la forma que en el contenido, así que el guión es del todo insustancial, contiene todos los tópicos del género y está repleto de subtramas que no llevan a ningún sitio, puestas ahí solo para dar más miedo.

La atmósfera en cambio está más elaborada y acojona realmente, Fulci sabe lo que queremos ver y nos lo planta en la cara sin necesidad de excusas argumentales. Lo primero que nos enseña es una casa grande y lúgubre; lo segundo las tetas de una chica, y lo tercero un salvaje asesinato. A partir de ahí se suceden las escenas de muertes grotescas e inverosímiles, primeros planos de ojos sospechosos, niños que ponen cara de susto y citan extrañas advertencias, ataques de murciélagos, alucinaciones en plan gore que no vienen a cuento y hemoglobina brotando a mansalva.



En el apartado sonoro la peli tampoco se queda manca: puertas chirriantes, tablones que crujen, pisadas siniestras, ecos, gemidos y aullidos aderezados con una melodía muy recargada… Entre lo barroco y lo heavy, vamos. Incluso hay una escena en que los protagonistas pasean por una calle que parece desierta pero en la que oímos misteriosamente el sonido del tráfico y los coches pasar.

La peli tiene toques de Argento y Lovecraft y a ratos fascina y a ratos repele, hay quién dirá que es puro cine sin ataduras y otros que dirán que es una mierda pinchada en un palo, yo ni lo uno ni lo otro. Para mí es un sangriento Giallo repleto de excesos y carencias que veo con mucha simpatía y los huevos por corbata.


La frase: “Un hacha, hace falta un hacha.”

Leer critica de Aquella casa al lado del cementerio en Muchocine.net

Mientras tanto, en Twitter...

Free counter and web stats