Los blogueros sufrimos un poco del síndrome de Rob Gordon y hacemos listas sobre cualquier cosa (las 5 mejores películas de todos los tiempos, las 5 mejores canciones de todos los tiempos, los 500 mejores posados de Megan Fox de todos los tiempos…), y cuando llega fin de año parece el momento adecuado para hacer balance, echar la vista atrás y considerar quién se ha portado bien y quién no. O lo que es lo mismo, quién se merece a Megan Fox bajo su árbol navideño y quién amargo y negro carbón.
Claro que nuestro criterio no va a ser a gusto de todos y nos habremos dejado varias películas en el tintero (como por ejemplo “Déjame entrar” que ya se coló en la lista de las mejores del año pasado), que es lo que pasa cuando no puedes ver todos los estrenos por razones económicas y psicológicas.
Lo más DESTACADO, las 10 películas que hay que ver este año. Sin duda ha sido un año muy grande para la animación:
10) Adventureland: Una comedia agridulce sobre un verano de esos en que te toca currar, donde duermes poco, conoces gente y te enamoras y alguien te suelta aquello de que la estás cagando y tu sabes que la estás cagando pero es verano y los días son más largos y en la playa tampoco es que se duerma tan mal después de todo. Pues eso, nostalgia, la película va sobre la nostalgia. Sobre una época de la vida por la que se tiene que pasar/sufrir/disfrutar porque una vez ha pasado sólo te queda el recuerdo que, películas tan sólidas como ésta, te ayudan a reavivar.
9) Ponyo en el acantilado: En el cine de Hayao Miyazaki hay ciertas secuencias que se comportan de manera expansiva y no parecen estar al servicio de la historia, sino que son lo que dan sentido al filme. La escena en que Ponyo, ya niña, corre por la superficie del mar embravecido cabalgando sobre gigantescos peces, es de una belleza arrebatadora y está más allá de toda explicación, existe por el mero placer de existir, y esta es la forma en que debe ser retratada la magia.
8) El luchador: El director Darren Aronofsky dio en el clavo al escoger a Mickey Rourke para el papel del luchador profesional de wrestling, ya que el actor norteamericano hace uno de los mejores papeles de su vida. La historia toca varios tópicos pero está llena de detalles que Aronofsky sabe dosificar con sabiduría. Rodada cámara en mano, la presencia de Rourke se impone ante nuestros ojos, y junto con la buena compañía de Marisa Tomei, sentiremos la auténtica soledad de ambos personajes.
7) Star Trek: J.J. Abrams se consagra como director consiguiendo renacer la franquicia y ofreciéndonos una peli de aventuras total, terriblemente entretenida y de alto ritmo narrativo, que además sirve para atestar una sonora bofetada en toda la cara de George Lucas. Y esto lo dice alguien que jamás fue ferviente seguidor de la saga.
6) Donde viven los monstruos: La última película de Spike Jonze gira en torno al angst infantil y retrata la niñez con sus propias armas, por lo que tiene la extraña virtud de parecer descuidada, y esto se debe a que se dedica más a describir sensaciones del tipo “el placer de destruir cosas”, que a explicarnos una historia razonable. No se asusten, aunque la película es original y valiente como pocas, resulta menos experimental de lo que pueda parecer en un principio y, afortunadamente, nunca le falta honestidad.
5) Vals con Bashir: Mezclando la técnica del Flash, la animación tradicional y el 3D, el director israelí Ari Folman consigue una de las películas más sorprendentes de este año, con una impactante puesta en escena, unas imágenes de facturación excelente y redondeado todo con una banda sonora que pone la carne de gallina.
4) Up: Pixar vuelve a acertar con su nuevo producto en la que encontramos unos diez primeros minutos de puro diez, una primera hora fantástica con una mezcla de humor y aventuras combinadas en su justa medida, y una recta final que, a pesar bajar varios enteros, sabe concluir la historia con un emotivo epílogo.
3) Los mundos de Coraline: Estamos viviendo una época dorada de la animación que parece no tener límite, y uno aprecia el increíble placer que resulta sentarse en una butaca del cine a ver una obra de este calibre. Henry Selick demuestra una pericia técnica asombrosa y una desbordante imaginación con este filme, su mejor trabajo hasta la fecha, donde perfecciona los hallazgos estéticos y estilísticos de sus anteriores películas y nos descubre un nuevo clásico de la literatura infantil más tenebrosa.
2) El Visitante: Una película conmovedora con una puesta en escena prácticamente perfecta, en la que se realza las pocas virtudes del ser humano, haciendo también una dura crítica al tema de la Inmigración en los Estados Unidos. Memorable la actuación de Richard Jenkins, igual que el respeto que se tienen los personajes principales.
1) Malditos bastardos: Tarantino ha vuelto y lo ha hecho por la puerta grande, encaramándose a lo más alto de la lista con una mezcla de peli de nazis, espaguetti western y vodevil, que empieza con una espectacular secuencia de cuarto de hora donde se nos presenta a un malo antológico y sigue con una historia plagada de altas dosis de violencia, una historia de amor imposible, personajes al límite, intriga, grandes escenas, ingeniosos diálogos y una dosis de humor mayor de la que nos tenía acostumbrados.
Y ahora lo más DECEPCIONANTE, la lista negra con las 10 películas que no hay que ver. Me temo que no ha sido un año muy fructífero para la ciencia ficción:
10) X-men Orígenes Lobezno: La película no tiene guión, o por lo menos no uno de más de tres páginas, y dudo mucho de que su intención fuera de que lo tuviera. Además todo el rollo que nos sueltan para que la trama que nos están vendiendo termine enlazando con el principio de la saga inicial es, como poco, bochornosa y absurda y un sonoro insulto para los seguidores de los cómics. ¡Que vuelva Bryan Singer ya!
9) ¿Hacemos una porno?: Se suponía que Persiguiendo a Amy (1997) iba a ser el punto y final a la trilogía de Nueva Jersey, pero Kevin Smith no ha sabido avanzar y ha seguido reciclando una y otra vez las mismas ideas. Así que en Zack and Miri Make a Porno volvemos a encontrarnos con las consabidas alusiones al universo de Star Wars, los dependientes, el hockey, el sexo, la pornografía, las apuestas sobre chuparse uno mismo el pene y la evidente limitación de miras del realizador. Y todo esto, para colmo de males, en un tono de lo más inadecuado. Qué rabia da ver al autor de la fresca Clerks realizando una entupidísima comedia americana.
8) Séraphine: La gran triunfadora de los premios César del año pasado es una película larga y fallida que nos cuenta, sin la suficiente emoción, la parte más importante de la vida de Séraphine de Senlis, una mujer extraña y solitaria, gran amante de la naturaleza, con un talento innato para la pintura. Destaca el enfoque que hace la actriz Yolande Moreau a la hora de plasmar los desvaríos de su personaje, que a veces la ayudan para crear sus pinturas.
7) Terminator Salvation: La idea de dar un vuelco radical a la saga y entrar de lleno en ese futuro del que tanto nos habían hablado, podía parecer un acierto a priori. Lamentablemente eso fue antes de que ficharan a McG como director y se olvidaran de meter una historia mínimamente sólida entre una escena de acción y las siguientes.
6) Avatar: El guión de Avatar es de manual y contiene el tanto por ciento justo de acción, romance y aventura, pero como las matemáticas y el arte nunca se han llevado demasiado bien, la película resulta desalmada y vacía. Por mucho maquillaje que lleve, Cameron quiere colarnos a la puta sifilítica más vieja del burdel.
5) Paranoid Park: Gus van Sant es un director de cine independiente que le gusta recrearse en imágenes lentas y con una buena fotografía, pero en esta película se pasa de la raya. Con una suma facilidad para distraerse en planos eternos que no llevan a ningún lado, el director nos regala una historia hecha simplemente para los que aman los skates y los que disfrutan de sus paranoias, siendo una lástima que la parte de la trama en la que se cuenta algo interesante sea lo que menos dure.
4) Señales del futuro: Parece confirmarse que el bueno de Alex Proyas sigue en caída libre y lo hace junto a Nicolas Cage y a una película que no parece saber hacia dónde va en ningún momento. La primera mitad de la cinta no representa ningún alarde de originalidad pero por lo menos logra interesar. Por el contrario, la segunda mitad de la peli, y especialmente su recta final, termina por cargarse cualquier atisbo de interés precipitándose hacia un sonoro batacazo final.
3) Watchmen: Cintas como ésta o Avatar son un claro ejemplo del mal endémico que asola el cine actual, donde resulta obsceno el peso que se otorga a lo visual en detrimento del resto de los elementos del filme. Aparte de evidenciar lo absurdo que resulta hacer una adaptación viñeta a viñeta, la película es un dibujo animado atroz y violento en que los excesos visuales interfieren en explicar bien la historia, lo único que ha logrado Zack Snyder es caer en la caricatura más ridícula y convertir el buen vino en calimocho.
2) Anticristo: De todos es sabido que a Lars Von Trier le gusta mirarse el ombligo y que su ego es bastante grande, algo que se confirma viendo esta película, además de cerciorarnos por completo de que le gusta provocar de lo lindo. Su manera de hacer un tipo de cine totalmente diferente e original ha sido a veces bastante acertada, como en el caso de Bailar en la oscuridad (2000) o Dogville (2003), pero con esta película uno no sabe si reírse o llorar. Los únicos actores de la historia, Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg, dan rienda suelta al universo propio del señor Lars. No apta para depresivos.
1) Dragonball Evolution: La primera vez que escuché hablar del proyecto me interesé por él; cuando añadieron “evolution” al título, la cosa ya no pintaba bien; cuando llegaron las primera imágenes me empecé a temer lo peor, cuando aparecieron los primeros trailers, se confirmaron mis temores; y cuando vi la película, de lo único que tenía ganas era de salir de casa y reunir por mi propia cuenta las siete bolas mágicas y pedirle al dragón que destruya la película y nos la borrara de nuestras memorias.
Como pueden ver nos hemos quedado descansados y por eso nos hemos ganado unas merecidas vacaciones. Volveremos pasadas las fiestas de navidad, mientras tanto pueden ustedes aprovechar para opinar sobre la lista, dejar sus preferencias, cabrearse con la inclusión o falta de tal o cual película y acordarse de nuestros ancestros.
Aprovechen estos días para comer y beber todo lo que puedan y, como siempre, nos leemos.
¡Un saludo!