Total, que el hombre ya va teniendo una edad y teniendo en cuenta las hostias que ha ido recibiendo a lo largo de su vida (en sentido figurado o no, como ustedes prefieran) el cuerpo le empezará a pasar factura, lo que provocará que empiece a reflexionar sobre como ha llegado al punto en el que se encuentra, solo y durmiendo en una carabana, con la única amistad de una streaper (la novia del primo de Vinny) y teniendo que luchar contra el rechazo frontal de su hija (la que fuera novia de Marilyn Manson). Es evidente que los años no pasan en balde para nadie, pero,

La peli está dirigida por el señor
Darren Aronofsky, director peculiar donde los haya, que se dio a conocer con
Pi; me estremeció (y ralló a partes iguales) con
Réquiem por un sueño; se le fue la pelota con
La fuente de la vida; y que tiene en preparación una nueva peli con la Portman de protagonista y el remake de Robocop (algo que, probablemente, le hará tanto bien a su carrera como a mi un puño en la cara). En el apartado interpretativo encontramos la (enésima) resurrección de un difícilmente reconocible
Mickey Rourke, un tipo que ha trabajado con gente como: Michael Cimino (
La puerta del cielo, Manhattan Sur), Barry Levinson (
Diner), Francis Ford Coppola (
La ley de la calle), Adrian Lyne
(9 semanas y media), Alan Parker (
El corazón del Ángel) o Robert Rodríguez (
El Mexicano, Sin City). Todo un icono de lo que significa auge y caída en Hollywood y a quien le han llovido las buenas críticas por su interpretación en ésta película, a pesar de que no lograra llevarse el Oscar. A su lado encontramos a Marisa Tomei, popular por ganar uno de los Oscars más surrealistas de la historia y que ha intervenido en películas como
The Papper, Sólo tú, Cuando salí de Cuba, Four Rooms, En que piensan las mujeres, En la habitación, Alfie, Factotum o
Antes que el diablo sepa que has muerto; y Evan Rachel Wood, quien se dio a conocer en
Thirteen y tiene pendiente de estreno la nueva del maestro Woody Allen.

La película cuenta con un punto a favor de valor incalculable: un personaje de los que hacen época, que se convierte en el eje central sobre el cual se va construyendo la película. De echo es tan importante, que la cámara se dedica a seguirlo, sin más, y provoca que, en buena parte de las escenas, simplemente veamos su ancha espalda. Y es que los personajes en horas bajas son de lo más atrayentes en el mundo del cine (y si son de buen corazón y amigos de los niños más todavía) aunque, personalmente, siempre he preferido los que optan más hacia la autodestrucción que hacia la autocompasión, como es el caso. Pero para lograr que el personaje funcionara también se debía encontrar a un actor adecuado que encarnara al protagonista y la elección de Michey Rourke termina siendo de lo más acertada, logrando clavar los dos registros, básicos, de los que hace gala el prota: jodido y muy jodido. Además a este tipo de personajes, si les acompaña una streaper y/o prostituta, pues mejor que mejor y, nuevamente, Marisa Tomey resulta ser un nuevo acierto, logrando ser un contrapunto fantástico.

Por lo demás, la película, que hace gala de una austeridad, buscada, para ofrecernos la máxima proximidad posible con nuestro protagonista, se dedica a hacer un retrato (más que contarnos una historia en concreto) de alguien que se ha convertido en un juguete roto (toma metáfora sobada) y que intenta salir adelante pese a las adversidades (las adversidades, como casi siempre, vienen provocadas por el paso del tiempo). La historia no es nueva, la ambientación (el wrestling) quizás si, pero la película logra convencer por lo bien tratada que está en todo momento, por parte de su director y sus intérpretes.
6 piquitos de oro:
Buena peli. Una pequeña historia muy bien contada.
¡¡Y cómo esta la Tomei, mamma mia!!
Otra demostración de que el cine clásico nunca muere. Me gusto más (mucho más) Raging Bull pero igualmente las actuaciones me parecieron de primer nivel. Además Aronofsky parece especialmente inspirado en este tipo de historias personales que cuando se mete en el espinoso terreno del fantástico.
Saludos!
Un filme que dice mucho, en la historia tan pequeña que cuenta. Muy bien lograda, después de 'The Fountain' que no me gustó... Aronofsky lo hizo bien con ésta cinta.
Saludos
Todo en "the wrestler" es casi mágico, me parece un peliculón de cabo a rabo. No me gusta "Pi" pero las otras cosas de este señor están pero que muy bien.
Momentazos:
-Sweet Child O'mine y la salida al cuadrilátero en el combate final.
-El videojuego ochentero, que el chaval lo flipa de anticuado.
Salu2
Gran película, me dejo un poco triste y con ganas de tirarme al Thames, pero muy buena.
Bueno, he abierto un blog de nuevo ( a ver lo que dura)
Saludos
http://tualondresyyoalcine.blogspot.com/
Aún no tengo la suerte de verla, pero ya no me cabe duda de que se trata de una excelente película.
Saludos!
Publicar un comentario