Kevin Smith es un cerdo, pero no un cerdo muy trasgresor que digamos. El tipo nos vende la película de que va de liberal e irreverente, pero en realidad es la cosa más conservadora que hay en el mundo. Le gusta hablar abiertamente de temas polémicos y controvertidos, como la religión y la homosexualidad, pero nunca lo hace de forma natural y honesta, sino que deja patente una serie de prejuicios. Su opera prima Clerks (1994) es la risa, Mallrats (1995) divierte, Dogma (1999) entretiene y Clerks II (2006) aguanta bien el tipo, pero el resto de su filmografía incomoda y aburre. Se suponía que Persiguiendo a Amy (1997) iba a ser el punto y final a la trilogía de Nueva Jersey, pero Smith no ha sabido avanzar y ha seguido reciclando una y otra vez las mismas ideas. Así que en Zack and Miri Make a Porno volvemos a encontrarnos con las consabidas alusiones al universo de Star Wars, los dependientes, el hockey, el sexo, la pornografía, las apuestas sobre chuparse uno mismo el pene y la evidente limitación de miras del realizador. Y todo esto, para colmo de males, en un tono de lo más inadecuado. Qué rabia da ver al autor de la fresca Clerks realizando una entupidísima comedia americana.
La historia se centra en Zack y Miri, dos amigos que comparten apartamento y se han gastado sus últimos ahorros en la compra de chismes eróticos por Internet, así que están en la ruina. Cuando les cortan el agua y la luz, el siguiente paso lógico en su situación es meterse en el negocio del porno (¡!!). Por lo que se ponen manos a la obra con Star Whores, una versión erótica de La Guerra de las Galaxias (1977), pero una serie de inconvenientes les obliga a cambiar de proyecto. ¿Por qué? No tengo ni idea. Sin duda Kevin Smith sería muy capaz de lograr escenas erótico festivas de gran calibre con el tema de La Guarra de las Galaxias. Probablemente La Guarra de las Galaxias sería una película más interesante y digna que Zack and Miri Make a Porno, pero tras un par de chistes fáciles y una cutre sesión de fotos, el filme deshecha la idea y se va por otros derroteros. Los derroteros de un baboso romance.
Teniendo en cuenta el título tan explícito que tiene la película, y tras ver un par de minutos del filme, al espectador no le resulta nada difícil adivinar qué va a suceder durante el resto del metraje. Y cuando a media película la chica suelta aquello de: “Prometamos que no va a cambiar nada entre nosotros, ¿de acuerdo?”, uno no puede más que suspirar con resignación y empezar a mirar el reloj. Resulta encomiable la labor de la pareja protagonista entre tanta mediocridad, Seth Rogen, un popular cómico americano salido de la cantera de la televisión y que ha rodado varias comedias a las órdenes de Judd Apatow, como SuperSalidos (2007) y Lío embarazoso (2007), y la guapa Elizabeth Banks, una actriz con una gran bis cómica que solo ha hecho pequeños papeles, como el de Betty Brant en la saga Spider-Man, son lo más creíble del filme, cosa bastante curiosa si tenemos en cuenta que Smith nunca ha sobresalido como director de actores. A la pareja protagonista se les une la habitual seguidilla de cameos y el amiguismo que ya es moneda común en el cine de este realizador (Smith es algo así como el Santiago Segura americano). De entre ellos destaca la presencia de Tom Savini (el mago de los efectos especiales), Traci Lords (la estrella del porno) y Brandon Routh (el puto Superman). Puede que este último personifique el mejor chiste del filme al interpretar a una famosa estrella del porno gay (¡toma!). Y en efecto, en esta ocasión no sale Stan Lee, gracias a Dios.
El tema pornográfico está cogido por el gancho fácil, ya que apenas tiene profundidad en la trama. Podría haber sido utilizado para ridiculizar la industria, o para enaltecerla, o para enseñar sus miserias y entresijos, pero no hay nada de eso en el filme. Lo porno sería fácilmente intercambiable por cualquier cosa, Kevin Smith podría haber rodado una película titulada Zack and Miri Make a Peplum y el resultado sería casi el mismo, solo que el recibimiento en el videoclub sería más frío. Sin duda el director, al idear el filme, ha dado rienda suelta a una fantasía típicamente masculina, pero le han faltado huevos y no se ha tirado a la piscina.
Por otro lado, los diálogos desternillantes siguen estando allí y la película nos brinda unos buenos chistes a lo “caca, culo, pedo, pis”, y es que si de algo saben los personajes es de soltar tacos e insultar. Smith es un verdadero experto en este sentido, el Miguel Ángel de la materia, pero aquí se lía en un guión encorsetado y una trama incompetente. Personalmente creo que cuantas menos cosas pasen en sus películas mejor. Zack and Miri Make a Porno tiene algunos buenos momentos, pero otros muy, pero que muy malos. Smith es un buen retratista de la camarería masculina, pero no sabe como plasmar las relaciones de pareja. Y si lo que quería era demostrar que el amor no tiene cabida dentro de una peli porno, fracasa, porque lo que demuestra, sin lugar a dudas, es que el amor no tiene cabida en esta comedia.
La frase: “Ahora el cine porno está establecido, es como la Caco-cola o la Pepsi pero con penes.”
La frase 2: Todos quieren ver follar a cualquiera. Odio a Rosie O’Donnell pero si alguien dijera: “Tengo una cinta de Rosie O’Donell follando”. Yo diría: ¿Porqué coño no estamos viendo eso ahora mismo?”
La frase 3: “Solo quería ver tetas gratis. Eso es todo. Pero las tetas gratis no existen, ¿verdad Zack?”
Leer critica Zack y miri hacen una porno en Muchocine.net
4 piquitos de oro:
La veré aunque sólo sea por Traci Lords.
Saludos
Lástima porque después de Clerks II (a mí si que me gustó) esta prometía mayor diversión, aunque acabare viendola por curiosidad.
Vaya, ni idea de que la nueva de Kevin Smith contaba con el -hoy en día- inevitable para estos menesteres, Seth Rogen. Será cuestión de verla.
A mi me entretuvo "Clerks 2", pero desde luego el señor Smith se repite más que el ajo ya.
Saludos!!
Hola quesitos!
Mil gràcies per enrecordar-vos d'en Bitxo en el programa d'aquesta nit.
Se us agraeix de cor.
Publicar un comentario