Looper (2012)

El verdugo.

Reconozco que las películas basadas en los viajes en el tiempo y en las paradojas temporales son una de mis pequeñas debilidades. Así pues cuando me enteré que se estrenaba Looper y vi las buenas críticas que había cosechado no tardé en correr hasta la sala de cine más cercana. Y una vez allí, ¿qué me encontré? Pues lo que me encontré fue un thriller de acción futurista, con toques de ciencia ficción, de western, de cine noir, de cine negro, con toques de comedia, con una historia basada en los saltos temporales, con máquinas del tiempo, algo de telequinesis, motos voladoras, futuros apocalípticos... ¡y a Bruce Willis partiendo la pana!. Yo es que no sé qué más se le puede pedir a una película de estas características. Bueno sí, que la trama funcione y esté bien resulta. Pues señores, no se lo van a creer, pero la trama funciona y está bien resuelta. Ya pueden ir descorchando el champán. 



¿Saben ustedes ese tipo de películas que juegan a imaginarse un futuro próximo? Pues Looper no va de eso. En esta juegan a imaginarse ¡dos futuros próximos! El primero, el más lejano, se sitúa en el año 2072, donde los asesinatos han quedado terminantemente prohibidos (con esto no se quiere decir que hoy en día la gente vaya asesinando por la calle a troche y moche, pero es que en ese futuro no se puede liquidar a nadie sin ser descubierto, suponemos, debido a un ejército de “robots-Colombo” o algo por el estilo). Lo que sí que está inventado en ese futuro son los viajes en el tiempo, con lo cual, lo que hacen las mafias del lugar es mandar a todo aquél que se quieran cargar de viaje en el espacio-tiempo hasta el año 2042, donde una especie de sicarios los eliminan y se deshacen del cadáver. Estos asesinos se conocen con el nombre de loopers.

Lo jodido del caso es que una vez estos loopers llegan al año 2072 también deben ser eliminados para evitar que comprometan a la organización y son capturados y enviados en el tiempo de nuevo hasta el año 2042 para ser eliminados por sus propios “yos” más jóvenes. A esto se le llama cerrar el bucle. Pero cuando Joe, el protagonista de la trama, reciba el encargo de eliminarse a sí mismo, dudará y su propio “yo” futuro logrará huir, dándose a la fuga. A partir de ese momento el joven Joe deberá dar caza a su “yo” veterano y eliminarlo antes de que el resto de loopers les den caza. ¿No querían paradojas temporales? Pues ¡toma tomate!


Peli escrita y dirigida por Rian Johnson, quien se diera a conocer hace unos años con su ópera-prima, Brick, donde ya contaba como protagonista con un Joseph Gordon-Levitt que, en Looper, se esfuerza enormemente por imitar las caras y esa media sonrisa típica (además de una gruesa capa de maquillaje) del que será su “yo” futuro: Bruce Willis. Ambos están fantásticos en sus papeles y logran construir un único personaje complejo, creíble y fascinante. Además la cinta cuenta con las interpretaciones de una guapa (y rural) Emily Blunt, cada día más consolidada, y el veterano Jeff Daniels, que estuvo desaparecido durante bastante tiempo y que parece haber vuelto con fuerza.


Looper parece nacer como resultado de una idea que es, a la vez, toda una compleja paradoja temporal: la de alguien que debe matar a su propio “yo” futuro. A su alrededor, el film, construye todo un oscuro futuro próximo, lleno de mafiosos, bandas, armas, drogas, strippers y asesinatos que funciona perfectamente y encaja con la idea central de la trama que, no obstante, lamento confesarles, no es más que un punto de partida para lo que vendrá después. Pero a pesar de lo novedoso de la premisa inicial, lo cierto es que los referentes a los grandes clásicos del género resultan evidentes y uno no puede evitar, durante su visionado, que se le vayan apareciendo por la cabeza ciertos momentos de películas como Terminator, 12 monos e, incluso, Regreso al futuro.

La película es un entretenido batiburrillo de géneros, modos y modas que funciona y hace reflexionar al espectador, aunque evita en todo momento entrar hasta el fondo en la profundidad de las paradojas temporales (ya lo dice Bruce Willis en una conversación en una cafetería: mejor no nos pongamos a hacer diagramas o vamos a acabar todos con dolor de cabeza), para profundizar, en su lugar, en los personajes y en las relaciones que mantienen entre sí (o entre sí mismos, como es el caso). Además, la cinta está fragmentada en dos partes claramente diferenciadas. En la primera nos presenta el futuro de 2042 y ya vemos que la cosa pinta chunga (lo de la crisis actual se va a quedar en nada). Esta primera parte es introductoria y está muy bien narrada, tiene ritmo a patadas y grandes dosis de acción trepidante. La segunda parte es bastante más contenida, más de relaciones entre los personajes, más de ir calando en el espectador e introduce nuevas variables a la historia, hasta llegar a una notable recta final que logra concluir la trama con eficacia.


Resumiendo: Poco más se le puede pedir a una película sobre paradojas temporales y viajes en el tiempo. Muy recomendable.

1 piquitos de oro:

León dijo...

Buena entrada. De lo mejor del año, aunque la verdad es que esa año esta siendo bastante pobretón en cuantos películas de calidad. Te invito a que pases por la entra que le hemos dedica, y a que si te gusta la añadas a tu lista de blogs:
http://lagatacongafas.blogspot.com.es/2012/10/rizando-el-rizo.html
Saludos

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