Lo
gorrrrdo.
La
HBO es una cadena de televisión por cable, de Estados Unidos,
con un largo y fructífero elenco de series en su haber. Suyas son:
Los Soprano, The Wire, A dos metros bajo tierra, Sexo en Nueva
York, True Blood, Juego de Tronos, Carnivale, Roma, Boardwark Empire
o The Pacific, entre muchas otras. Sin embargo, cada vez que
veo aparecer las siglas de la “HBO” sobre un fondo de nieve
televisiva (marca de la casa), lo primero que me viene a la cabeza,
independientemente de la serie que esté viendo, son las
primeras notas de guitarra del tema “Superheroe” del grupo Jane’s
Addiction que abren la cabecera de El Séquito. Y es que debo
reconocer que, independientemente de que puedan haber series mejores,
mi preferida, durante ocho largas temporadas, siempre ha sido El
Séquito (Entourage).
La
serie pretende mostrarnos los entresijos de Hollywood a través del
personaje de Vince Chase, un atractivo actor de talento con un
futuro prometedor, abriéndose paso a través de la meca del cine. El
muchacho viene del barrio de Queens, de Nueva York, y cuando debe dar
el salto hacia Los Ángeles, para hacer despegar su carrera, se
llevará consigo a su hermano y amigos con él. Ellos formarán su
séquito, su núcleo duro, su grupo más cercano. Una vez instalados,
los cuatro amigos de la infancia vivirán juntos en una lujosa
mansión y deberán habituarse al día a día de codearse con las más
rutilantes estrellas del séptimo arte.
Vince
és un niño grande. Alguien que a pesar de lograr el sueño de
convertirse en una star del celuloide, no puede vivir alejado de los
suyos y que necesita estar permanentemente rodeado de gente. En el
fondo estar solo es lo que más le aterra, hecho que suele suplir a
base de acostarse con todo lo que se mueva y disponga de unas medidas
aceptables. Una sana actitud. Vince es lo que se conoce como un buen
amigo de sus amigos. Y sus amigos son: Eric, Tortuga y Drama.
Eric
es el mejor amigo de Vince y ejerce el papel de su “voz de la
conciencia”. Es el personaje que más toca de pies en el suelo de
todos, el más emprendedor, incansable a la hora de organizar todo
cuanto le rodea, pero incapaz de lograr estabilizar su propia vida.
Tortuga es un personaje que va ganando peso a medida que
la serie avanza. En un principio parece más el chófer del grupo que
un miembro del mismo. Pero Tortuga es imprescindible. Es el que tiene
la maría. A medida que la trama evolucione, el personaje irá
mostrando más inquietudes para montar sus propios negocios. Por
último está Drama. Créanme cuando digo esto: adoro a este
tipo. Johnny Chase, conocido por todos como “Drama”, es el
hermano mayor de Vince, un actor de segunda fila que antaño logró
cierto renombre protagonizando una serie de televisión. En la
actualidad vive a costa de su hermano pequeño, la estrella de la
familia, y de algún trabajito aislado. A pesar de lo que se pueda
pensar Drama no está celoso de su hermano. Al contrario, está
orgulloso de él y es su mayor fan. Para acabar de rizar el rizo el
personaje está interpretado por Kevin Dillon, hermano en la
vida real del popular Matt Dillon.
Pero
no se acaba aquí el grupo. A ellos deben sumarle un nombre más, el
de Ari Gold. Es el agente de Vince, el encargado de que su
carrera funcione, de conseguirle los papeles más deseados, los
contratos más suculentos y las mejores condiciones de trabajo. Ari
es terriblemente insoportable, pero insufriblemente eficiente. Es un
pez gordo de los negocios, un tipo sin prejuicios que no dudará en
pisotear a cualquiera por lograr sus objetivos. De mordaz lengua
viperina, las frases de Ari suelen resultar para enmarcar y suelen ir
acompañadas de una dura carga de menosprecio hacia las personas a
las que se dirige. Su relación con Vince más que profesional se
podría entender como de amistad. Estamos frente al mejor personaje
de la serie junto con Drama. No en vano, el actor que lo interpreta,
Jeremy Piven, consiguió encadenar tres premios Emmy
consecutivos.
La
serie está producida por el actor Mark Wahlberg (The
italian Job, The fighter) quien, además, realiza un pequeño
cameo en el primer episodio (en temporadas posteriores vuelve a
aparecer). Lógicamente no ha sido el único. Como buen producto que
habla de Hollywood numerosas han sido las estrellas que se han
prestado a aparecer en la serie interpretándose a si mismas:
Scarlett Johanson, Jessica Alba, James Woods, Peter Jackson, M. Night
Shyamalan, Whoopi Goldberg, Seth Green, Gus Van Sant, Martin
Scorsese, Matt Damon, Sasha Grey, Christian Slater, Martin Landau,
James Cameron...¡incluso el mismísimo Ford Farlaine aparece con un
papel de peso en la última temporada! La lista es más larga, aunque
si me tengo que quedar con dos colaboraciones de lujo, son estas: la
de Ralph Maccio (Karate Kid) en un brillante episodio
que transcurre dentro de la mansión Playboy; y la del actor que
interpretaba al padre en la serie “Padres forzosos” que
aparece en numerosos episodios interpretándose a si mismo y
destapándose como todo un putero de alto nivel.
Ya
lo he dicho al principio: me encanta esta serie. Y una vez
finalizada su octava temporada debo empezar a mentalizarme que no
volverá el año siguiente. Han sido ocho temporadas de una serie
fantástica, que provoca la risa a partir de situaciones estúpidas
y, en muchos casos hilarantes, pero siempre geniales, protagonizadas
por unos personajes que resultan ser la auténtica piedra angular
sobre la que se sustenta todo su engranaje. Soy consciente de que se
puede tardar algún episodio en entrar en la dinámica de El
Séquito y que no se trata de una serie que te gana desde el
primer minuto. De hecho, se tarda en entrar exactamente lo mismo
que se tarda en cogerles aprecio a sus personajes protagonistas.
Y
una vez dentro ya resulta muy difícil salir, por más que la serie
haya tenido algún altibajo en alguna temporada (algo habitual en una
serie de ocho temporadas y noventa y seis episodios). El Séquito
ha sabido mantenerse a un alto nivel, con temporadas más largas y
otras más cortas, hasta llegar hasta el final, con las ideas muy
claras y sabiendo bajar la persiana a tiempo acompañándolo de una
buena conclusión (incluyendo una escena escondida al final de los títulos de crédito del último episodio). Han sido ocho años de una serie que a menudo se
tiene la sensación de que no va de nada o que simplemente va del día
a día. De proyectos que empiezan y llegan a buen puerto y otras que
se pierden por el camino y se quedan en nada. En el fondo la serie
simplemente ha colocado a los personajes adecuados en el lugar idóneo
y nos ha permitido ver como sobreviven, en la jungla que resulta ser
Hollywood.
Resumiendo:
Imprescindible es decir poco. Esta es la serie que deberías ver si
te interesa lo más mínimo la industria de Hollywood. Y, si no,
también.
Y,
como ya sabrán, toda jungla tiene su león...
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