Piratas: Ya se ha estrenado la gran apuesta de Telecinco para esta temporada, Piratas. Se trata de una serie de aventuras sobre un charlatán y vividor que se verá obligado a hacerse pasar por pirata para salvar la piel, enrolándose en el barco del peligroso pirata Bocanegra. En el barco también encontramos a la hija del pirata, Carmen Bocanegra, una sexy pirata a la que intentará seducir el protagonista. A todo esto también hay niño a quien se verá en la obligación de cuidar el prota y algún que otro personaje secundario que obviaremos para no enrollarnos demasiado (que tampoco es que merezca mucho la pena, la verdad).
Entre los protagonistas encontramos a Oscar Jaenada (Camarón), que trata de hacer de Jack Sparrow, pero que termina cayendo, de forma constante, en el ridículo; a Pilar Rubio, una buena presentadora y mejor reportera, que puede ser que algún día termine convirtiéndose en una buena actriz, pero que resulta evidente que ahora mismo se encuentra a años luz de conseguirlo; y a una correcta Silvia Abascal.
La serie es de lo peorcito que se ha estrenado en lo que va de año. Piratas es a Piratas del Caribe, lo que Dunyayi Kurtaran Adam (el Star Wars turco) es a Star Wars. La sensación es de que todo el dinero que se han gastado está mal invertido, porque hay muchos efectos especiales, pero la mayoría provocan la risa, más que otra cosa, el guión es simplemente lamentable, nada de lo que ocurre resulta mínimamente convincente o creíble, la trama chirría por varios lados y los actores no están al nivel que deberían.
Para colmo, antes de empezar la serie me tuve que tragar dos larguísimos trailers sobre la serie que, precisamente, estaba a punto de ver. Llegan a emitir un tercero y casi que ya me podría haber ahorrado ver la serie. La audiencia el primer día no estuvo mal, aunque no era como para tirar cohetes, logrando un buen 17,2% de share. No obstante, en su segundo episodio la cosa se desplomó hasta un pobre 12,5%. No puedo decir que la caída no sea merecida.
Entre los protagonistas encontramos a Oscar Jaenada (Camarón), que trata de hacer de Jack Sparrow, pero que termina cayendo, de forma constante, en el ridículo; a Pilar Rubio, una buena presentadora y mejor reportera, que puede ser que algún día termine convirtiéndose en una buena actriz, pero que resulta evidente que ahora mismo se encuentra a años luz de conseguirlo; y a una correcta Silvia Abascal.
La serie es de lo peorcito que se ha estrenado en lo que va de año. Piratas es a Piratas del Caribe, lo que Dunyayi Kurtaran Adam (el Star Wars turco) es a Star Wars. La sensación es de que todo el dinero que se han gastado está mal invertido, porque hay muchos efectos especiales, pero la mayoría provocan la risa, más que otra cosa, el guión es simplemente lamentable, nada de lo que ocurre resulta mínimamente convincente o creíble, la trama chirría por varios lados y los actores no están al nivel que deberían.
Para colmo, antes de empezar la serie me tuve que tragar dos larguísimos trailers sobre la serie que, precisamente, estaba a punto de ver. Llegan a emitir un tercero y casi que ya me podría haber ahorrado ver la serie. La audiencia el primer día no estuvo mal, aunque no era como para tirar cohetes, logrando un buen 17,2% de share. No obstante, en su segundo episodio la cosa se desplomó hasta un pobre 12,5%. No puedo decir que la caída no sea merecida.
Palomitas: El otro estreno de la semana pasada en Telecinco fue el de Palomitas, un programa de humor producido por "El Terrat" donde se parodian programas de televisión y películas. De hecho el resultado final recuerda bastante a Homo Zapping, que también capitaneaba José Corbacho. Personalmente los programas de sketches nacionales nunca me han hecho gracia. Palomitas no es una excepción. Porque a mi bromas del estilo: un tipo vestido de Águila Roja y cojeando, y titularlo: “Aguila coja”; o otro con los personajes de Perdidos y que suene un pedo y titularlo: “Pedidos”, que quieren que les diga, no me hace gracia (y eso que para mi el sofisticado y elegante humor inglés es el de Benny Hill).
Total, que intenté ver el programa con la mejor de mis intenciones y con ganas de pasar un rato entretenido sin más pretensiones, pero les aseguro que no pude lograrlo. Más bien lo contrario, porque la mayoría eran bromas que contadas a las cinco de la mañana después de haber ingerido cuantiosas cantidades de gin-tonic no te digo yo que la cosa tenga cierta chispilla, pero tumbado en el sofá, completamente sobrio, la cosa dejaba bastante que desear.
Para colmo la audiencia fue bastante mala, con un 9,9% de share en su estreno del martes. Rápidamente telecinco optó por mover ficha y trasladar el espacio a la noche del domingo, emitiéndolo antes de "La que se avecina" para lograr reflotarlo. Bajó hasta el 8%. Mucho me equivoco, o le queda más bien poco de vida.
Total, que intenté ver el programa con la mejor de mis intenciones y con ganas de pasar un rato entretenido sin más pretensiones, pero les aseguro que no pude lograrlo. Más bien lo contrario, porque la mayoría eran bromas que contadas a las cinco de la mañana después de haber ingerido cuantiosas cantidades de gin-tonic no te digo yo que la cosa tenga cierta chispilla, pero tumbado en el sofá, completamente sobrio, la cosa dejaba bastante que desear.
Para colmo la audiencia fue bastante mala, con un 9,9% de share en su estreno del martes. Rápidamente telecinco optó por mover ficha y trasladar el espacio a la noche del domingo, emitiéndolo antes de "La que se avecina" para lograr reflotarlo. Bajó hasta el 8%. Mucho me equivoco, o le queda más bien poco de vida.
Los Quién: Antena 3 ya ha estrenado su nueva serie de humor, que nos traslada directamente hasta el año 1981, en plena transición, para conocer a la primera familia española que se acogía al divorcio, que por aquél entonces se acababa de aprobar (algo que ya se había visto en la infravalorada película protagonizada por Andrés Pajares, ¡Que gozada de divorcio!, para que luego digan que un servidor no tiene cultura cinematográfica). Él es un escritor que solo piensa en sí mismo y en su obra, y ella es una ama de casa que se aburre soberanamente al lado de su marido. Además, el matrimonio tiene una hija, la madre de ella vive en el mismo bloque y, para rizar el rizo, el hermano de ella, que era seminarista, deja su vocación por amor. Todos estos personajes, y algunos más, terminaran viviendo a escasas puertas de distancia, lo que terminará provocando la consecuente comedia de enredos.
Nos encontramos frente a la típica sitcom donde la gran mayoría de los personajes terminan siendo vecinos y donde hay un bar donde poder reunirse. Lo que no acabo de entender es la manía que hay en este país de alargar este tipo de productos más de 45 minutos, cuando en Estados Unidos con 20 minutos ya van que se las pelan. Para colmo emiten dos episodios seguidos con lo cual, la cosa termina haciéndose terriblemente cansina.
El creador de la serie es el mismo de 7 vidas, Aida y Gominolas. I entre los actores encontramos las caras conocidas de Javier Cámara (7 vidas), Julián López (Muchachada nui), María Pujalte (Los misterios de Laura).
La cosa intenta ser un nuevo 7 vidas, pero no pasa de ser una especie de La casa de los líos (chatín, chatín...), con algún buen gag, pero muy por debajo de lo esperado. Y suerte de Cámara y Julián López que salvan un poco los muebles, porque los secundarios están muy flojos. Otra cosa ya sería preguntarse si merece la pena volver a los ‘80 en una nueva serie nacional después del hostión que se pegó José Coronado con su serie Los ochenta, en telecinco.
Las audiencias fueron buenas en su estreno, pero la cosa ha empezado a decaer preocupantemente, lo que ya ha provocado un cambio de día de emisión, algo que no acostumbra a augurar nada bueno.
Nos encontramos frente a la típica sitcom donde la gran mayoría de los personajes terminan siendo vecinos y donde hay un bar donde poder reunirse. Lo que no acabo de entender es la manía que hay en este país de alargar este tipo de productos más de 45 minutos, cuando en Estados Unidos con 20 minutos ya van que se las pelan. Para colmo emiten dos episodios seguidos con lo cual, la cosa termina haciéndose terriblemente cansina.
El creador de la serie es el mismo de 7 vidas, Aida y Gominolas. I entre los actores encontramos las caras conocidas de Javier Cámara (7 vidas), Julián López (Muchachada nui), María Pujalte (Los misterios de Laura).
La cosa intenta ser un nuevo 7 vidas, pero no pasa de ser una especie de La casa de los líos (chatín, chatín...), con algún buen gag, pero muy por debajo de lo esperado. Y suerte de Cámara y Julián López que salvan un poco los muebles, porque los secundarios están muy flojos. Otra cosa ya sería preguntarse si merece la pena volver a los ‘80 en una nueva serie nacional después del hostión que se pegó José Coronado con su serie Los ochenta, en telecinco.
Las audiencias fueron buenas en su estreno, pero la cosa ha empezado a decaer preocupantemente, lo que ya ha provocado un cambio de día de emisión, algo que no acostumbra a augurar nada bueno.
BuenAgente: Serie de planteamiento muy similar a la anterior, pero que transcurre en el presente. Aquí también encontramos a un matrimonio que se separa, después de varios años de convivencia y dos hijos en común. Él es un agente de policía que un día descubre que su mujer se la está pegando con su mejor amigo. Después de la crisis pertinente él decide irse de casa para ir a vivir, justamente, en el piso de al lado, que compartirá con dos chicas jóvenes, una de las cuales está muy buena, hecho que los guionistas, con su infinita sabiduría, aprovecharán para que tenga numerosas secuencias donde deba aparecer con poca ropa . La madre de la protagonista también vive en el mismo edificio, junto con su otro hijo (y a mi que todo esto me suena de algo...).
Serie creada, junto con otros, por Daniel Ècija, responsable de, atención, Médico de familia, Compañeros, Periodistas, Un paso adelante, Los Serrano, Los hombres de Paco, El internado, El barco y Águila Roja. Casi nada. Lo que está claro que es que los responsables de casting lo tenían muy claro a la hora de elegir a los actores porque todos los protagonistas terminan haciendo el mismo papel que llevan interpretando en series anteriores. De esta manera el actor Antonio Molero vuelve a interpretar a un personaje que nos recuerda mucho al Fiti de Los Serrano; Arturo Valls, interpreta a un personajes que nos recuerda mucho a su papel en Cámera Café; y Macarena Alterio, casi parece repetir en su rol de vecina de Aquí no hay quien viva.
Si uno mezcla la gran mayoría de series nacionales producidas en los últimos quince años, el resultado final termina siendo BuenAgente; lo que provoca que el espectador tenga una constante sensación de que todo lo que va ocurriendo en la serie ya lo ha visto antes. A pesar de que la originalidad brille por su ausencia, los protagonistas tienen tan asumidos sus papeles que terminan haciendo gracia, aunque tampoco es que sea como para tirar cohetes, tampoco nos vamos a engañar.
BuenAgente se estrenó con un buen 9,2% de share y a pesar de que bajó hasta un 7,6% en su segunda semana sigue aguantando bastante bien, colocándose por delante, incluso, de Física o Química de Antena 3.
Serie creada, junto con otros, por Daniel Ècija, responsable de, atención, Médico de familia, Compañeros, Periodistas, Un paso adelante, Los Serrano, Los hombres de Paco, El internado, El barco y Águila Roja. Casi nada. Lo que está claro que es que los responsables de casting lo tenían muy claro a la hora de elegir a los actores porque todos los protagonistas terminan haciendo el mismo papel que llevan interpretando en series anteriores. De esta manera el actor Antonio Molero vuelve a interpretar a un personaje que nos recuerda mucho al Fiti de Los Serrano; Arturo Valls, interpreta a un personajes que nos recuerda mucho a su papel en Cámera Café; y Macarena Alterio, casi parece repetir en su rol de vecina de Aquí no hay quien viva.
Si uno mezcla la gran mayoría de series nacionales producidas en los últimos quince años, el resultado final termina siendo BuenAgente; lo que provoca que el espectador tenga una constante sensación de que todo lo que va ocurriendo en la serie ya lo ha visto antes. A pesar de que la originalidad brille por su ausencia, los protagonistas tienen tan asumidos sus papeles que terminan haciendo gracia, aunque tampoco es que sea como para tirar cohetes, tampoco nos vamos a engañar.
BuenAgente se estrenó con un buen 9,2% de share y a pesar de que bajó hasta un 7,6% en su segunda semana sigue aguantando bastante bien, colocándose por delante, incluso, de Física o Química de Antena 3.
Supervivientes 2011: El mismo jueves en que se estrenaba BuenAgente en La Sexta, en Telecinco arrancaba una nueva edición de Supervivientes, programa al que casi ya daba por finiquitado, pero que ha conseguido resurgir con fuerza de sus cenizas gracias, en parte, a su nuevo presentador, J.J.Vázquez. No sería el hombre santo de mi devoción, precisamente, pero se tiene que reconocer que ha conseguido revitalizar un formato que muchos pensábamos que terminaría corriendo la misma suerte que Operación Triunfo. Y lo ha hecho dando más importancia al plató (en ediciones anteriores prácticamente solo importaba lo que sucedía en la isla) y a unos concursantes que parecen sacados de una posible segunda edición de Hotel Glam. Además, en la isla, encontramos a Raquel Sánchez-Silva (Pequin Express).
Entre los concursantes de este año encontramos a Kiko Rivera (quién con una mesa llena de comida y antes de que empezara el concurso propiamente manifestó a cámara que estaban pasando mucha hambre), Sonia Monroy, Rosa Benito, Aída Nizar (peleada con el resto de participantes antes incluso de salir para la isla) y Toni Genil (a quien se le cayeron los pantalones en una prueba el primer día y que en una prueba posterior, literalmente, se fue por la pata abajo), más algún otro como el atleta Reyes Estévez o algunos misters y misses varios. Además hay un grupo de anónimos (tan anónimos como un concursante de Fama, a bailar) que viven en una especie de barco, pero de los que los famosos no tienen noticia.
En el segundo programa la primera expulsada resultó ser Aida Nizar (una cagada porque para el tipo de espectáculo que ofrece el programa, Aida, resulta prácticamente imprescindible) pero en lugar de facturarla para España la metieron a convivir con los anónimos (con lo cual toda la gente que haya mandado SMS para que la echaran a la calle se debe sentir complacidamente estafada).
No es un reality que haya seguido demasiado (o nada) en anteriores ediciones, pero parece ser que este año la cosa promete ser bastante más entretenida y que los participantes parecen tener la lección bien aprendida: esto es un show y si para ello hay que montar el teatrillo de que dos se pelean, uno se baja los pantalones y a otra se le sale una teta, pues se hace y todos tan contentos.
Las audiencias están siendo espectaculares y encima están haciendo subir al resto de los programas de la cadena que se nutren con imágenes del reality. A este paso, mucho me temo que Telecinco jamás dejará de hacer funcionar la máquina de clonar a J.J.Vázquez.
Entre los concursantes de este año encontramos a Kiko Rivera (quién con una mesa llena de comida y antes de que empezara el concurso propiamente manifestó a cámara que estaban pasando mucha hambre), Sonia Monroy, Rosa Benito, Aída Nizar (peleada con el resto de participantes antes incluso de salir para la isla) y Toni Genil (a quien se le cayeron los pantalones en una prueba el primer día y que en una prueba posterior, literalmente, se fue por la pata abajo), más algún otro como el atleta Reyes Estévez o algunos misters y misses varios. Además hay un grupo de anónimos (tan anónimos como un concursante de Fama, a bailar) que viven en una especie de barco, pero de los que los famosos no tienen noticia.
En el segundo programa la primera expulsada resultó ser Aida Nizar (una cagada porque para el tipo de espectáculo que ofrece el programa, Aida, resulta prácticamente imprescindible) pero en lugar de facturarla para España la metieron a convivir con los anónimos (con lo cual toda la gente que haya mandado SMS para que la echaran a la calle se debe sentir complacidamente estafada).
No es un reality que haya seguido demasiado (o nada) en anteriores ediciones, pero parece ser que este año la cosa promete ser bastante más entretenida y que los participantes parecen tener la lección bien aprendida: esto es un show y si para ello hay que montar el teatrillo de que dos se pelean, uno se baja los pantalones y a otra se le sale una teta, pues se hace y todos tan contentos.
Las audiencias están siendo espectaculares y encima están haciendo subir al resto de los programas de la cadena que se nutren con imágenes del reality. A este paso, mucho me temo que Telecinco jamás dejará de hacer funcionar la máquina de clonar a J.J.Vázquez.
Con hache de Eva: Pues resulta que La Sexta tenía un programa para las noches de los domingos que se llamaba "El club de la comedia". Dicho programa terminó su primera temporada, así que la cadena optó por reemplazarlo por otro distinto que, no obstante, también está presentado por Eva Hache (la misma presentadora de El club de la comedia), también se realiza desde un teatro (concretamente el mismo de El club de la comedia), y donde intervienen colaboradores como Joaquín Reyes o Leo Harlem para realizar monólogos (exactamente los mismos que ya aparecían en El club de la comedia haciendo lo mismo).
La pregunta que, obviamente, les vendrá rápidamente a la cabeza es: ¿porque cambian de programa para volver a hacer lo mismo de nuevo? La respuesta es clara: para meter entrevistas (llámenlo entrevistas, llámenlo lavado de pies). Otra cosa ya sería aclarar si esto mejora el formato o no. De hecho, el formato de las entrevistas es muy similar al del programa de entrevistas que tenía Manel Fuentes en telecinco, donde lo importante es que el entrevistado suelte un buen número de anécdotas graciosas, todo perfectamente guionizado, y sin apenas cabida a ningún tipo de improvisación. El primer día los entrevistados fueron Jose Luís Rodríguez Zapatero y Martina Klein. Al primero parece que nadie le informó de que se trataba de un programa de humor y soltó unas respuestas tan eternas y aburridas que por poco me sumerge en un sueño eterno; y la segunda hacía lo que podía por parecer dicharachera a la vez que iba promocionando la película de Águila Roja (hacía lo que podía porque hasta tres veces la interrumpieron los colaboradores del programa para soltar sus monólogos, curiosamente nadie salió a interrumpir a ZP).
Lo cierto es que no le encuentro demasiado sentido al programa. Como programa de entrevistas no da la talla, le falta ritmo y resulta demasiado forzado y pactado y como programa de humor le falta gracia y chispa, lo que provoca que termine quedándose en tierra de nadie.
A pesar de lo dicho la audiencia no fue mala, quedándose en su estreno en un 8,1%, por delante incluso del estreno en Cuatro de "Primavera en Nueva York".
La pregunta que, obviamente, les vendrá rápidamente a la cabeza es: ¿porque cambian de programa para volver a hacer lo mismo de nuevo? La respuesta es clara: para meter entrevistas (llámenlo entrevistas, llámenlo lavado de pies). Otra cosa ya sería aclarar si esto mejora el formato o no. De hecho, el formato de las entrevistas es muy similar al del programa de entrevistas que tenía Manel Fuentes en telecinco, donde lo importante es que el entrevistado suelte un buen número de anécdotas graciosas, todo perfectamente guionizado, y sin apenas cabida a ningún tipo de improvisación. El primer día los entrevistados fueron Jose Luís Rodríguez Zapatero y Martina Klein. Al primero parece que nadie le informó de que se trataba de un programa de humor y soltó unas respuestas tan eternas y aburridas que por poco me sumerge en un sueño eterno; y la segunda hacía lo que podía por parecer dicharachera a la vez que iba promocionando la película de Águila Roja (hacía lo que podía porque hasta tres veces la interrumpieron los colaboradores del programa para soltar sus monólogos, curiosamente nadie salió a interrumpir a ZP).
Lo cierto es que no le encuentro demasiado sentido al programa. Como programa de entrevistas no da la talla, le falta ritmo y resulta demasiado forzado y pactado y como programa de humor le falta gracia y chispa, lo que provoca que termine quedándose en tierra de nadie.
A pesar de lo dicho la audiencia no fue mala, quedándose en su estreno en un 8,1%, por delante incluso del estreno en Cuatro de "Primavera en Nueva York".
1 piquitos de oro:
De las que comentas he visto el primer capítulo de Piratas y un poco por encima Buenagente y Palomitas y suscribo todo lo que dices. De Palomitas precisamente lo que he visto es el gag de Pedidos y gracia cero.
Piratas es un despropósito total tanto de guión como de efectos como de casting. Creo que ha sido un gran error copiar tanto la estética de una saga como Piratas del Caribe que supera de media los 200 millones de dólares por película de presupuesto. Jaenada está mal pero Pilar Rubio... talento interpretativo cero. A veces no basta con estar buena.
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