Malas tierras (1973)

Una huida para recordar

Con sólo cuatro películas en su haber, Terrence Malick es considerado como uno de los directores norteamericanos más importantes de su generación y de los más atípicos por sus pocas apariciones públicas. A la espera de su nueva película, The tree of life, que parece ser que se estrenará el año que viene, Malick ha sabido dotar a sus películas, aunque con bastante irregularidad, de una visión pesimista de la vida, utilizando una cuidada imagen y una voz en off en todas ellas.

Los veinte años en los que no rodó Malick no sólo suponen un tiempo en el que pareció retirarse del cine, con su negativa a rodar El hombre elefante y yéndose a vivir a Francia, sino que también significan un evidente cambio en la temática de sus argumentos. Mientras la magnífica Malas tierras (1973) y la insustancial Días del cielo (1978) se sitúan en paisajes austeros y desérticos (Dakota del Sur y Texas), cuyos protagonistas eligen su destino decidiendo caminos acertados o equivocados, en la segunda etapa, con la interesante pero larguísima La delgada línea roja (1998) y la aborrecible El nuevo mundo (2005), los personajes encuentran su destino sin tener elección, ubicados en sucesos importantes de la historia norteamericana (la Segunda Guerra Mundial y la conquista de la colonia Jamestown en 1607, con la historia de amor entre John Smith y Pocahontas). Esta última etapa vendrá marcada también por utilizar la voz en off con demasiada frecuencia para difundir pensamientos metafísicos y existencialistas, con un profundo sentimiento de amor hacia la naturaleza y un gran respeto hacia los indígenas que habitan en ella.

Pero sin lugar a dudas, su ópera prima Malas tierras es su obra maestra, donde Martin Sheen y Sissy Spacek crearon dos personajes antológicos, basados en la historia real de uno de los asesinos en serie más famosos de los Estados Unidos, Charles Starkweather y de la chica que le acompañó durante sus crímenes, Carol Anne Fugate, a finales de los años 50. En la película ella se llama Holly y será la narradora de la historia. Su madre murió de neumonía cuando era una cría y a la edad de quince años se traslada con su padre de Texas a Fort Dupree (Dakota del Sur). Allí conoce a Kit, un chico diez años mayor que ella que trabaja recogiendo basura aunque pronto será despedido, y con el que tendrá una historia de amor con terribles consecuencias. Ante la negativa del padre de Holly (interpretado por Warren Oates) a que esa relación lleve su curso, Kit se la querrá llevar consigo a la fuerza, entrando en su casa para recoger sus cosas y disparando a su padre provocándole la muerte. Apartir de este suceso, Kit y Holly iniciarán una huida en la que habrán más asesinatos perpretados por Kit, pasando por bellos paisajes como el desierto de Montana.

Terrence Malick escribe, produce y dirige este relato sobrecogedor y fascinante, en el que sorprende sobre todo la terrible frialdad con la que Kit ejecuta a sus víctimas, con una prodigiosa actuación de Martin Sheen que consigue uno de los mejores asesinos en serie que se hayan interpretado en el cine, con un parecido intencionado a James Dean, el mismo referente que tuvo el personaje real. Y qué decir de la actitud tan extraña de Holly, de una mezcla de ingenuidad y a la vez de falta de remordimientos, simplificada en la espléndida escena en que Kit dispara a un antiguo compañero de trabajo por temor a que avise a la policía y mientras este permanece herido en su casa ella le pregunta a Kit si se habrá enfadado por haberle disparado y le va a hacer compañía mientras agoniza. Otro momento glorioso es la secuencia de su instalación al lado de un río en una alameda, construyendo una casa en los árboles, donde Kit disparará a tres cazarecompensas.

Parte muy importante de la película es su bella fotografía y las composiciones para la banda sonora por parte de George Pinton, utilizando la canción Música poética de Carl Off y Gunild Keetman para su tema central, como la versión que hizo Hans Zimmer para Amor a quemarropa, de Tony Scott, como homenaje a esta película.

"Rodada hace treinta y seis años, Malas tierras sigue siendo una película admirable en la que encontramos hallazgos formidables en la narración, con una gran calidad tanto de los diálogos como de la voz en off de Holly"




Leer critica Malas tierras en Muchocine.net

7 piquitos de oro:

Giancarlo Verástegui dijo...

Buena reseña estoy totalmente de acuerdo "Malas Tierras" me parece una grandisima obra con actuaciones impecables,un guión y una dirección brillante...yo la he colocado en mi lista de las 20 mejores peliculas de los 70'.Si quieres dar un vistazo pasate por mi blog.

Saludos!

http://giancacinemusica.blogspot.com/

Anónimo dijo...

A mi me pareció un tostón, como todas las pelis del director que parece japonés por el ritmo lentorro de sus bodrios. Sus pelis son tan alabadas como bajas sus recaudaciones en taquilla.

Justicia divina lo llamo!

ethan dijo...

Para mí la obra maestra de Mallick es "La delgada línea roja" (ya sé que soy de los pocos que opina eso) después estaría "Días del Cielo", una excelente película, y por último la que comentas, que también me gustó.
Saludos!

Cinemagnificus dijo...

Obra maestra insuperable. La adoro. Me encanta. Una puta maravilla y, para mi, la mejor de Malick too (de su escasísima filmografía).

Dr. Quatermass dijo...

Nunca la he visto, pero me voy a poner a ello!. "Pa la saca" como dice un amigo bloguero.

john mcclane dijo...

Esta aún no la veo aunque debo reconocer el cine de Malick no me llama en gran medida la atención. De todas formas tendré en cuenta la recomendación.

Saludos.

El Confesor dijo...

Estoy de acuerdo en una cosa que dices: magnífica Malas tierras, insustancial Días del cielo y larguísima La delgada línea roja. De la que hizo de Pocahontas no diré nada porque no la he visto, aunque tampoco tengo ganas.

Hace bastante que no veo Malas tierras pero tengo buen recuerdo de ella y es con diferencia la que más me ha gustado de Malick. Una escena que me gustó mucho por bonita, es en la que en medio de la carretera una noche bailan una canción de Nat King Cole mientras les alumbran los focos del coche. Por otra parte la influencia en el doble guión de Tarantino que desembocó en True Romance y Asesinos natos es más que evidente.

Un saludo.

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