Este
muerto está muy vivo.
En
el fútbol existe una máxima que dice: “si algo funciona, no lo
toques”. Pues bien, tal afirmación también se puede aplicar
fácilmente a la gran pantalla, como bien lo demuestran los
productores de El cuerpo. Ellos fueron los responsables del
éxito comercial que supuso El orfanato y, viendo que la cosa
iba bien, decidieron seguir apostando por la fórmula que tan buenos
rendimientos les había dado y repitieron con Los ojos de Julia
y con la cinta que hoy nos ocupa. La receta es simple: a) Thriller
con toques de terror y fantástico; b) Belén Rueda convertida en una
especie de “screamgirl” nacional; c) Óscar Faura a la
fotografía; y d) Un sonido horroroso que incluso provoca que llegues
a perderte algunas líneas de diálogo.
Crimen Ferpecto.
Jack Reacher recuerda, por momentos, un capítulo de los nuevos episodios de la serie Perry Mason, pero con mucha más acción de la que allí se ofrecía y con la peculiaridad de que han sustituido al orondo y barbudo abogado por una letrada de rubia melena y senos generosos (salimos ganando) y al simpático detective que le ayudaba a resolver los casos por una especie de super agente secreto/militar encabronado con muy malas pulgas. Efectivamente no son pocos los cambios pero sigue manteniendo la esencia del típico: este caso está visto para sentencia hasta que alguien empieza a meter las narices más de la cuenta y empieza a descubrir que no todo es lo que parece y que hay mucha más gente implicada de lo que parecía en un principio y que todo termina resultando ser mucho más gordo de lo que nos habíamos imaginado. Entonces, ¿cual es el valor añadido que puede aportarnos la película? Pues que sea domingo, que esté lloviendo a mares en la calle y que tengas ganas de ver a Tom Cruise partiendo la pana.
Un segundo, por favor. Tenemos que lamentar un error, nos han dado dos sobres... Es un error gordo, lo sentimos muchísimo.
Gala de los Premios Goya. TVE1. 2013.
¿Cómo va eso?
Si
practicáramos una encuesta a pie de calle y preguntáramos a la
gente si les suena de algo el nombre de Matt LeBlanc, lo más
seguro es que la mayoría de la gente respondiera que lo lamenta pero
que no tiene ni la más mínima idea sobre de quien se trata; un
grupo mucho más reducido podría ser que les sonara aunque no
lograría ubicarlo; y por último una minoría residual lograría
responder correctamente y nos diría que se trata del actor que
interpretaba a Joey en la popular serie de televisión
Friends. Y es que el de Matt LeBlanc es el típico caso de
actor que después de intervenir en una conocida serie televisiva ya
no se ha podido sacar su personaje de encima y lo ha seguido
acompañando durante el resto de su carrera (en su caso agravado por
el hecho de haber protagonizado, incluso, un spin-off). Pues bien,
amigos, el Joey de Friends tiene nueva serie y ¿saben a quien
interpreta? Pues a Matt LeBlanc.
Mezclado, no agitado.
James Bond, el popular personaje creado por Ian Fleming, cumple sus bodas de oro en el cine. Para ello, sus responsables lo han embarcado en una peligrosa aventura en la que el agente secreto deberá enfrentarse al que probablemente sea su mayor enemigo: ¿Javier Bardem? No, el paso del tiempo. Y es que el mayor reto de este Bond del siglo XXI es el de lograr aunar algo tan antagónico como tradición y modernidad. Sin lo primero no existiría Bond (esos coches, esos gadgets, esos martinis, esas hembras de carnes prietas) y sin lo segundo, seguramente, no existiría saga. Y mucho menos a estas alturas.
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