Elprimerhombre aún no había visto Anatomía de un asesinato, de Otto Preminger, un clásico de 1959 que fue nominado a 7 Oscars. Tras su visionado su decepción ha sido tan grande que he aquí su desavenencia con muchos puntos de la película.
La historia no es otra que la que hizo famoso a su autor, el novelista estadounidense John Donaldson Voelker, conocido por su seudónimo Robert Traver, que antes de ser escritor había ejercido de abogado, llegando a ser fiscal durante 15 años. Pero fue en 1957, un año antes de publicar la novela que viene al caso, cuando ocupó un puesto en el Tribunal Supremo del Estado de Michigan. El mismo protagonista de la historia, Paul Biegler (James Stewart), también es relevado del cargo de fiscal y se dedica solamente a algunos expedientes y divorcios, pero una noche, al llegar a casa después de estar dos días de pesca, le llaman por teléfono para obsequiarle un caso, y a pesar de su ignorancia sobre los hechos, a raíz de la insistencia de su amigo Parnell (Arthur O'Connell) para que acepte ser el abogado defensor, Biegler comenzará una investigación sobre un asesinato de un tal Barney Quill, perpetrado por el teniente Frederick Manion (Ben Gazzara) al saber que su mujer (Lee Remick) fue violada por dicho Quill.
En lo que a mí respecta, este caso no aporta ningún tipo de suspense ni mucho menos interés durante el desarrollo de la película. Aunque el cartel y las letras de crédito estén ideados con mucha originalidad por Saul Bass, dando esperanzas vanas de ver una obra realizada con vigor e inteligencia, este presentimiento se desvanece durante sus dos horas y media de metraje, entrando en un soporífero intento de seguir viendo una historia que en la hora y media que dura el juicio entra en un repetitivo juego entre los letrados y el juez, cuyos diálogos llegan a puntos tan sorprendentes como hilarantes. Aunque el fiscal cuente con la ayuda de George C. Scott, su actuación junto incluso con la del gran James Stewart no ayuda a salvar a la trama de un fallido planteamiento que se encuentra totalmente fuera de lugar.
Hablando en términos similares a los de la película, si el caso al que nos atenemos es un caso serio por ser el juicio de un hombre sobre asesinato, ¿cómo puede ser que se introduzcan puntos de humor en todas las secuencias del juicio, acompañados con risas de fondo de la gente que habita en la sala? Sin saber si la novela de Robert Traver tiene la misma ironía o sarcasmo, me parece increíble que se tome la historia de esta manera. Llegados a este punto, si la intención del abogado defensor y del fiscal es aclarar si el acusado estaba en el lugar de los hechos en plena posesión de sus facultades mentales para distinguir entre el bien y el mal, formulo una pregunta que corre por mi cabeza: ¿Fue consciente Otto Preminger a la hora de rodar la película para distinguir entre un drama judicial serio y un drama judicial cómico? Les recuerdo que el destino de un hombre está en juego y que, por ejemplo, una palabra como “bragas” no puede ser utilizada para conseguir una escena “graciosa” en la que vemos al juez pedir a los letrados si pueden utilizar un sinónimo de esa prenda interior ya que su pronunciación puede provocar risas en las personas presentes en la sala, y ya que ninguno de ellos aporta otro término para prescindir del de “bragas”, el juez se levanta y avisa a los asistentes que la prenda interior a la que se van a ir refiriendo durante el juicio son unas bragas, provocando dichas risas que el señor Preminger las exagera con un plano desde el cogote del juez. Y a raíz de esto, formulo otra pregunta: ¿Si todo los allí presentes saben que el asesinato ocurrió a causa de una violación, cómo puede ser que se tome a risa y se intente cambiar la palabra “bragas”?
Como ya he dicho, el director y hasta el productor de esta película es el señor Otto Preminger, autor de varias obras tan reconocidas como Laura (1944), Cara de ángel (1952) o El hombre del brazo de oro (1955). Y Anatomía de un asesinato es una de sus más célebres realizaciones, pero con total rotundidad puedo decir que aunque cuente también con la buena banda sonora de Duke Ellington, que hasta nos honra con su presencia en un momento de la película en el que toca el piano junto con el mismo James Stewart, no es de ninguna manera de mi devoción. Sí que es verdad que la fotografía en blanco y negro es bastante efectiva y que algunos planos están bien encuadrados, pero también es cierto que hay planos que se repiten, como algunos del juicio, y travellings que antes de que acaben su proceso les sigue un plano fijo chocando llamativamente en el espectador por un montaje no muy bien resuelto. Y como colofón, en los extras del DVD podemos ver el tráiler que se hizo para promocionar la película y es perfecto para corroborar el punto humorístico que vengo remarcando en esta reseña. Aún así sus intenciones son bastante originales ya que vemos la sala del juicio donde el alguacil nos presenta la película que está a punto de llegar a la gran pantalla y es el mismo Otto Preminger que toma juramento a los actores: “Jura que ha realizado su trabajo en este largometraje lo mejor que ha podido, James Stewart? “Lo juro”. Así con casi todos los actores de la película. Y para acabar el tráiler, aparece el escritor quejándose de que no es posible que haya historia porque no hay jurado, a lo que responde Preminger que el jurado son los espectadores, señalando a la cámara. Y tiene toda la razón, siendo este mi veredicto: CULPABLE de todos los cargos aquí referidos.
En definitiva, un drama judicial aburrido y largo, sin el menor suspense, con un tono cómico en las escenas judiciales que no tiene el más mínimo sentido.
Un saludo!
Un saludo!
Leer critica Anatomía de un asesinato en Muchocine.net
5 piquitos de oro:
Veto! A mi me parece excelente.
Saludos
Buff yo que os tenía como referencia y un dia un artículo de Cobra y otro Preminger a parir ;-)
Mira para iconoclasta yo el primero y por muy obra maestra que sea si te ha parecido un castañazo y lo argumentas tan sabiamente, pues nada que decir. Ahora que a mi si que me gusta, ¿eh?.
Saludos, y gracias por el enlace!
Discrepo yo también. No me parece mala película, lo que sin duda se haya quedado bastante anticuada.
Saludos
La vi de pequeñajo pensando que era en plan Hitchcock y me entretuvo, aunque tambié pense que no tenía nada que ver con el maestro del suspense.
Saludos!!
Discrepo contigo. Este es un Peliculón!! Si, es un poco larga, pero es una de las buenas cintas de Preminger.
Saludos.
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