
Buenos días, soy el jefe Dreyfus y hoy analizamos una nueva película de
estreno que, además, es una de las claras favoritas para la noche de los Oscars con
trece candidaturas ni más ni menos (me juego el huevo derecho de elprimerhombre a que el de mejor maquillaje se lo llevan de calle), y que, encima, está arrasando en las taquillas de nuestro país. Hoy:
El curioso caso de Benjamin Button... ¡Empezamos!
La peli nos cuenta la historia de Benjamin Button, un tio que va hacia atrás como los cangrejos. Así que el hombre nace siendo un abuelete, a la edad de ochenta años, en la Nueva Orleans de finales de la I Guerra Mundial, y que, a medida que va creciendo, va rejuveneciendo en lugar de envejecer. Pues si. La verdad es que visto así, la cosa, como mínimo, resulta de lo más curiosa. La peli nos va mostrando su vida, en sus diferentes etapas, de modo que vamos conociendo al personaje y a la gente que le rodea a lo largo de su “curiosa” existencia, haciendo hincapié en su duradera relación con una muchacha pelirroja, desde que son niños (bueno, ella más) pasando por la gran mayoría de las fases de la vida, solo que, en sentido opuesto el uno del otro.
El curioso caso de David Fincher: Resulta francamente curioso que haya visto la gran mayoría de las películas de un director del que ninguno de sus trabajos me haya entusiasmado. Más bien todo lo contrario. En su filmografía encontramos títulos tan conocidos como: Alien 3, claro ejemplo de que no siempre a la tercera va la vencida, aunque tampoco creo que fuera todo culpa suya, ni mucho menos; Seven, muy popular y que gustó mucho, pero que a un servidor le dejó más frío que el clima de la peli; The Game, peli con la que me dormí a la mitad y que jamás recuperé (por algo será); El club de la lucha, un salto mortal de brutal arranque pero que a medida que avanzaba se iba diluyendo hasta quedarse en nada; La habitación del pánico, película que jamás me llamó la atención y que no he visto; y Zodiac, una de las películas más sobrevaloradas de los últimos años, mal narrada y que jugaba descaradamente con espectador.
No obstante, y a pesar de tantos desengaños y sinsabores, sigo creyendo en las cualidades del sr. Fincher (llámenme masoquista), porque es innegable que al hombre le sale el talento por las orejas, aunque no siempre sepa como usarlo. Sus arranques suelen ser prometedores (lo que suele provocar que el desengaño sea todavía mayor) pero sus historias suelen avanzar por derroteros que no me acaban de interesar. Además, suele impregnar sus películas de un sello personal bastante fuerte, atractivo visualmente, con atmósferas claustrofóbicas y ambientes irrespirables que atrapan al espectador, aunque suela ser algo “tramposillo”. Quizás, pensándolo bien, El curioso caso de Benjamin Button sea la película menos Fincher, del señor Fincher.
La peli está protagonizada por Brad Pitt, que empezó como un forracarpetas de adolescentes, de los de toda la vida, y que se ha esforzado por labrarse una carrera firme dentro de la industria. A pesar de todo, la mayoría lo seguimos viendo como el cabrón que se tira a Angelina Jolie. Esta es su tercera película a las ordenes de David Fincher, después de Seven y El club de la lucha. Además, el sr. Pitt, ya había coincidido con las tres chicas de la película, con la fantástica Cate Blanchett en Babel, con Tilda Swinton en Quemar después de leer y con Julia Ormond en Leyendas de pasión. Muchos han alabado la interpretación de Brad Pitt en esta película, pero no seré yo quien les de la razón. Para mi Brad Pitt tiene dos registros: El alocado y el neutro. Su interpretación en esta película pertenece a su segundo registro. No está mejor que en otras ocasiones, como mucho lo que está es más maquillado.
El punto de partida apunta muy alto: ¡un tipo que vive su vida al revés! La hostia, ¡esto puede ser muy grande!. Si amigos, me las prometía muy felices, pero pasada la primera media hora de película (de sus tres putas horas menos cuarto) no podía evitar preguntarme una y otra vez a donde nos llevaba todo esto. Por cierto, que no acabé de entender muy bien la evolución del personaje, porque ¿si siendo un abuelete se comporta como un crio, porque siendo un crio vuelve a comportarse como tal? Supongo que el juego de la película está en que la historia consiga atrapar y emocionar al espectador, pero lamentablemente, en mi caso, ni una cosa ni la otra. Y así, durante su largo metraje asistimos a las vivencias del peculiar personaje y su trayectoria por algunos de los acontecimientos históricos de los Estados Unidos (dicen que las comparaciones son odiosas, pero no pude evitar recordar Forrest Gump en alguna que otra ocasión, aunque supongo yo que el hecho de que compartan guionista algo tendrá que ver). El punto fuerte de la película, no obstante, está en el apartado técnico. David Fincher hace un buen trabajo, aunque arriesga mucho menos de lo que suele hacerlo (y así es más facil no cagarla), acercándose más hacia un tipo de cine más clásico. Además, la caracterización del Brad “abuelete” Pitt, ciertamente, es muy de admirar, por mucho que ya se haya dicho sobradamente.
Resumiendo: Curiosa si, pero no extraordinaria. Correcta película con un buen punto de partida, en la que me falló el componente emocional, que no me llegó a cautivar.
Leer critica El curioso caso de Benjamin Button en Muchocine.net