Abrimos la veda con Déjame entrar, producción sueca que transcurre en el pálido y frío Estocolmo de principio de los 80, y que cuenta la historia de Oskar, un niño de 12 años que colecciona recortes de prensa sobre asesinatos violentos, no tiene ningún amigo y es víctima de los maltratos de sus compañeros de clase. Una noche conoce a Eli, su nueva vecina, una misteriosa niña que huele raro y es inmune al frío, y con la que entablará amistad y algo más. Los dos pequeños se hacen inseparables mientras en el barrio ocurren una serie de crímenes y sucesos extraños en los que se verán involucrados, ya que la nueva amiga de Oskar es en realidad un ser sobrenatural y sediento de sangre (que conocemos como vampiro).
Una sencilla y eficaz premisa sacada de un libro de John Ajvide Lindqvist, escritor sueco de novelas de horror que también ha hecho sus pinitos como guionista, cómico y mago, y que está algo obsesionado con la muerte. El encargado de llevar la ficción a la gran pantalla es Tomas Alfredson, un realizador formado en la cantera de la televisión que ha logrado cierto éxito con el pase de sus películas en festivales. El protagonismo recae en Kare Hedebrant y Lina Leandersson, dos jóvenes intérpretes que bordan sus personajes. El primero con un porte que recuerda al pequeño Tadzio de Muerte en Venecia, y la segunda dando vida a una enigmática vampira preadolescente que uno no sabe si temer o amar, ya que su presencia es tan amenazadora e implacable, como frágil y entrañable, un sugestivo personaje que constituye una de las mejores bazas del filme. Depende del espectador decidir si la niña es una completa romántica o una demoníaca manipuladora, porque la cuestión ahí queda.
La cinta está rodada de forma preciosista y pausada, sacándole mucho jugo a esos desolados parajes nevados y jugando hábilmente con lo que sucede fuera de campo. Una forma muy auteur y muy europea de hacer cine, que al principio puede chocar con ese fondo de armario tan clásico que tiene la trama (lo de la vecina vampiro recuerda Noche de miedo, y lo de los matones de cole recuerda tropecientas películas más), pero la verdad es que la cosa funciona y el espectador se siente absorbido por la belleza de las imágenes en cada momento. Entre escenas de lo más triviales se van depositando con cuentagotas elementos violentos y sobrenaturales, consiguiendo con ello que brillen con una fuerza inusual, hasta llegar a un festín final donde el director carga las tintas de rojo sin caer en los típicos excesos, realizando una última pirueta magistral, rodada con mucho humor negro y haciendo que el público de Sitges irrumpiera entre aplausos y vítores.
Cada vez que oigo a la crítica especializada mencionar que una película es una buena modernización y reinterpretación del mito vampírico, algo que ocurre más a menudo de lo que me gustaría, empiezo a temblar, pero la verdad es que la propuesta de Tomas Alfredson es todo un festival para los sentidos. Las virtudes de la historia están ahí, eso no lo pongo en tela de juicio, pero también es cierto que su trama circular, sumado a otros factores, podrían hacer que la película resultara muy inferior en otras manos, porque, ¿qué aspecto tendría la cinta en un tono más desenfadado y no tan comedido? Pero dejando a un lado elucubraciones que quizás no vengan al caso, este cuento de hadas gótico con trasfondo romántico resulta tan original como fascinante, una extraordinaria película de atmósfera inquietante que deja un buen poso en el espectador, de tal manera que tras su visionado, uno se descubre pensando en ella, encontrándole más encantos de los que ya había visto y repasando ciertos diálogos de alcoba que se hacen irremediablemente memorables.
La frase: “Tengo doce años, pero desde hace mucho tiempo.”
Leer critica Let the right one in en Muchocine.net
16 piquitos de oro:
Esta no la vimos, apuntada queda.
¿Ya no se llama de Sitges?
Joer que suertudos, yo también quiero presentar mis respetos al rey gorila..
Ya me apetecía verla pero tras leer tu reseña, aún más.
Salu2
Pozí möbius, este año le han cambiado el nombre, no sé muy bien a santo de qué (supongo que La Generalitat ha metido mano), aunque me parece que el asunto no ha tenido demasiada aceptación.
Se lleva hablando meses de este film...y resulta que es de vampiros!
Ya sabeis que a mi las pelis de vampiros (como las de hombres lobo) me dan alergiaaaaaaaaaaaaaaa
La verdad es que se han hecho barbaridades con el cine de vampiros, pero yo, como gran fan de lo sobrenatural que soy, he de decir que tengo debilidad por los monstruos clásicos, Noche de miedo, Un hombre-lobo americano en Londres, Lemora o En compañía de lobos, son buenas películas con el aliciente añadido de tener a esos personajes entre sus filas.
Interesante. Estoy tan descreido con el cine (y ficción en general) sobre vampiros, que me cuesta creer que en efecto ha aparecido una película buena y original sobre el tema, pero sera cuestión de echarle un ojo.
Saludos!!
En los 60's el cine de terror empezó a dividirse entre terror gótico (fantasmas, vampiros, brujas) y terror materialista (psicopatas, violadores, asesinos)
Yo soy fan del terror materialista, es decir el terror basado en cosas realistas en vez de en cuentos para niños sobre brujas y hombres lobo...
Claro que siempre hay pelis que combinan ambos géneros con maestria como El Exorcista o Al Final de la Escalera.
Menos mal que esta la van a estrenar debido a las buenas criticas.Y piensio verla.
que brutal!!!!!
Jajajajajaja!!
Que risa me ha entrado con lo del millonario disfrazado!!
XD!!!
A mi, con alguna honrosa excepción, nunca me han ido demasiado los slashers y compañía. El Argento que me vuelve loco, por ejemplo, es el Argento sobrenatural (Phenomena, Suspiria...), sus giallos, aunque bien dirigidos, me aburren un poco.
El otro día vi aquel clásico ochentero que es Maniac Cop y sobretodo me atrajo la primera parte, donde nos muestran al policia psicótico como algo casi de otro mundo, con una fuerza indecible y un halo siniestro y sobrenatural a su alrededor. Luego, cuando se pusieron las cartas sobre la mesa, la cosa perdió algo de interés, no necesitaba ponerle una cara y una historia al personaje.
Hey Cecil, el Slasher es la base del terror ochentero (usease, mundial), sin slasher no concibo el cine de terror...jajaja!!! (considerando además Psicosis de Hitchcock no solo como el primer film de terror moderno sino además el primer slasher!)
Curiosamente Maniac Cop nunca me gustó...
Joder, que frase de colofón. Estupenda. Saludos.
Cagondios, todo el mundo hablando de esta peli y yo me voy a quedar sin verla. Cagondios!!!
Salu2
Cuando pensaba que quedaria relegada al dvd, he tenido la suerte de poder verla en el Festival de Cine de Terror de Molins de Rei, que maravilla de pelicula, patada en la boca a Hollywood, demostrando que no hace falta sobrecargar la pelicula con grandes efectos especiales para contar una bonita historia.
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