Elprimerhombre ha visto por primera vez una película de Andrei Tarkovski, SACRIFICIO, y se ha dado cuenta de que hay que estar preparado para ver un film de estas características. No es fácil entrar en el mundo de este director. Y para nada es un tipo de cine para ver a cualquier hora del día, ni creo que sea para ver acompañado.
Si el cine más comercial se caracteriza por ser fácil de entender, hecho sólo para entretener, esta película es todo lo contrario. Es difícil de digerir todo lo que se visiona en ella ya que el ritmo es lento y sosegado, ayudado por unos planos largos, sobre todo el plano-secuencia con que arranca la película, que es de lo mejor del film. Los pocos personajes que aparecen ayudan a provocar ese desamparo que produce el estar viendo algo que no sabes por qué ocurre.
Todas las imágenes están tratadas con esmero y la luz que hay en ellas da ese toque de misterio que pretende dar Tarkovski. Esto se consigue gracias al talento del fotógrafo, que trabajó también con Bergman, fallecido recientemente junto con Antonioni.
Quizás sea Bergman su álter ego, por lo menos se elogiaban mutuamente. Pero a mí esta película también me recuerda al cine de Dreyer, al que no aguanto, por ser un cine que te muestra a los personajes como en una escena de teatro, puestos estratégicamente en su sitio para que el plano sea perfecto. En las películas de Dreyer se observa que los personajes hablan casi sólos, sin que tenga que estar más de un personaje en escena para hechar una parrafada. En una de sus películas, Gertrude, un matrimonio habla sin mirarse durante un buen rato y, me perdonen, eso a mí me aburre y me parece de lo más absurdo. Tarkovski va por ese camino pero es más sutil a la hora de construir las escenas. Hay ciertos detalles que los ejecuta a la perfección con un solo movimiento de cámara o con un leve balanceo de algún espejo.
En definitiva, no dudo que Tarkovski tuviera un gran talento y que sea uno de los directores de culto más interesantes, como ocurre con Fassbinder, pero me ha resultado una película pesada, con una duración exagerada, en la que se quiere transmitir todo el pensamiento del director, tan metafísico como siempre (por lo que he leído y me han comentado de otras pelis suyas), con demasiadas plegarias del personaje principal. Y los diálogos parecen sacados de libros de filosofía, demasiado cargados para las dos horas y cuarto de duración de la película.
Si tienen un mal día y piensan que el mundo es una mierda no vean esta película porque acabarán peor de lo que estaban. Acabo con uno de los pensamientos del personaje principal: “ALGUIEN DIJO INTELIGENTEMENTE QUE EL PECADO ES TODO AQUELLO QUE NO ES NECESARIO, Y SI EL PECADO ES LO NO NECESARIO, TODA NUESTRA CIVILIZACIÓN ES UN GRAN PECADO”
Un saludo!
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