La propuesta de David DeCoteau nos cuenta como una bola de energía manda al hospital un profesor de biología. A la mañana siguiente llega a la universidad su sustituta, la doctora Xenobia, una neumática rubia de toma pan y moja que retomará las clases sobre el cuerpo humano describiendo el coito y preguntando a los alumnos sobre sus penes. La doctora elegirá como ayudante de laboratorio a Wesley, un remilgado y aburrido estudiante (lo que ahora llamamos un nerd) sin demasiada suerte con las chicas, por ahora, porque su vida sexual dará un vertiginoso giro cuando la maciza doctora le administre una vitamina especial y una carnosa antena le salga de la cabeza. Dicho apéndice no tardará en levantar pasiones entre el sector femenino y la primera en sucumbir será su profesora, con la que confraternizará encima de la mesa, mientras las probetas echan humo. Ya por la noche, los sueños de Wesley se poblarán de las más tórridas fantasías, en su interior, algo está cambiando, una extraña fuerza se está apoderando de él. Cuando despierta se calza sus converse, se pone sus gafas de sol y se levanta la solapa de la camisa, ¡tiene estilo!
Esta basura teen es el cine más descerebrado y cenutrio que se puede echar uno a la cara, solo recomendable para compradores asiduos de clearasil con las hormonas revolucionadas y treintañeros nostálgicos. No, no es una peli porno, aunque parezca que al prota le haya picado una polla radiactiva, eso sí, hay erotomanía festiva como para parar un tren. El principal reclamo de la cinta son su surtido elenco de actrices con pechonalidad y pelo cardado a lo Samantha Fox, encabezado por Judy Landers, una rubia siliconada que poco más ha hecho en este mundo, salvo salir en un par de episodios de El coche fantástico (realmente es el tipo de chica a la que se suele arrimar David Hasselhoff). Otro de los posibles encantos del filme es Stuart Fratkin en su eterno papel de amigo enrollado y molón, como ya hiciera en Teen Wolf II, por ejemplo. Billy Jacoby, el prota, también es una cara conocida de este tipo de subproductos, aunque perfectamente olvidable.
La cinta pretende mezclar humor fácil, fogosas alienígenas, mutantes sexuales y actuaciones de cabaret picantonas, con un resultado que puede caer en gracia a un pequeño sector del público, pero de valor cinematográfico realmente irrisorio.
La frase: “¡Madre de Dios, es una tetuda de Marte!”
Leer critica de Dr. Alien en Muchocine.net
13 piquitos de oro:
Nunca había oído de este título. Bastante hilarante... aunque no creo que alguna vez lo vea.
Muchos saludos
Una jodida hambuerguesa, para qué negarlo, a veces apetece. Yiha.
me parto contigo!
Madre del amor hermoso....
L'apuntem per l'Ultimate?
Pues yo aun la recuerdo en los papeles de tontita en Knight rider...
Recuerdo que hace años en una revista que traía carátulas de películas que salían en vídeo, venía la de esta película. Siempre me costó creer que la película existiera de verdad.
Saludos,
La frse final lo resume todo, juarjuarjuar.
que cachondeo el marciano azul. je je je je,me ha gustado la noticia.
un saludo.
Cecílio, es usted detornillante, mañana mismo me pongo a bajarla!
Para mi la película clave del cine de adolescentes con hormonas en erupción siempre será Porkys.
Y si la cosa va de tetazas pues otro clásico: Supervixens.
Aunque para cine malo pero de calentón continuo el que hace un tio cuyo nombre no recuerdo (o no quiero acordarme) pero que entre sus películas tenía una llamada Picasso trigger.
Búscale, búscale... ;)
Vaya pinta, habrá que verla, coincido que la época de esplendor adolescente fueron los 80, sin duda alguna. Esta no recuerdo haberla visto, y si fue asi, no me acuerdo, buena reseña, la veremos.
Saludos!
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