La máscara del demonio (1960)


A finales de los años 50 la Hammer se encontraba en pleno revival de los grandes monstruos de la Universal e Italia quería su parte del pastel, por lo que Riccardo Freda, con un poco de ayuda de su inestimable colega Mario Bava, rodó en 1956 Los vampiros, película que inauguró el denominado gótico italiano, género que desde el mismo instante en que nació estuvo caracterizado por el erotismo, el morbo, la exageración y el sentimiento trágico. Después de varios pinitos tras la cámara, siempre sin acreditar y en películas como Caltiki, el monstruo inmortal, a Bava le llegó por primera vez la oportunidad de dirigir un filme completo, adaptando un cuento de mucho miedo titulado El viyi, relato corto escrito en 1835 por un novelista hijo de cosacos cuyo nombre os sonará a ruso, Nikolái Gogol. Lo que resultaría de aquella experiencia sería una de las obras cumbres del cine de terror.


La historia empieza en la Edad Media, cuando la princesa Asa es ajusticiada por su hermano y la Santa Inquisición, acusada de brujería, vampirismo y tener un cuerpo de pecado. Atada en la hoguera, es cruelmente torturada y asada como un pollo, pero no sin antes soltar una sarta de improperios, injurias y maldiciones. Dos siglos después, un par de viajeros doctos en medicina y de escaso sentido común, hacen oídos sordos a las sabias advertencias de su supersticioso cochero y se adentran de noche en el bosque donde tuvieron lugar aquellos espantosos sucesos. Cuando la sangre de uno de ellos reviva accidentalmente el cuerpo de la princesa, dará comienzo la hora bruja.


La cinta toma gran parte de la mitología y de los códigos genéricos que la Universal hizo populares allá por los años 30, tanto que incluso se podría interpretar la película como una versión femenina del Drácula de toda la vida. Mario Bava siempre ha sido un bribón fetichista de la belleza de las mujeres, y aquí se guardó el protagónico para la turbadora Barbara Steele, actriz de físico peculiar y mito del cine fantástico, cuyos ojos parecen estar hechos de puro material fílmico. Barbara empezaría así una excelente carrera en la que pondría su belleza y su mirada al servicio de directores tan capaces como Jonathan Demme, David Cronenberg o Joe Dante, hasta llegar a ser considerada, hoy en día, como la reina del grito que es.



Con un ritmo narrativo sólido y pausado, Bava nos cuenta el fatal devenir de unos personajes poéticos y exagerados, y que se mueven y hablan de una forma críptica y artificiosa, como cargados de romanticismo. Sus almas hacen juego con la macabra ambientación y parecen atormentadas, más por motivos estilísticos que por otra cosa. La gótica y polvorienta puesta en escena viene con todos los clichés del género y muchos de los sets (criptas embrujadas, pantanos, antiguos castillos, pasadizos secretos…) podrían aparecer perfectamente en cualquier cinta del ciclo de terror clásico de la Universal que antes comentábamos. La atmósfera está realmente lograda, el sabio uso de la iluminación, la luz y las sombras, hace que la oscuridad se cierna sobre los personajes, que aparecen muchas veces en contrapicado o en un segundo plano, por detrás de telarañas, candelabros o gárgolas. La cinta está rodada en un espléndido blanco y negro que solo puede ser obra de un maestro, y uno tiene la sensación en casi todo momento de estar viendo algo verdaderamente mítico.



Si hay algo que empañe la película y que rompa sorprendentemente la calidad global del filme, son los abundantes fallos de raccord y esa sensación de déjà vu que se adueña del espectador en gran parte del metraje, ya que la trama puede parecernos hoy en día más trillada que la cama de Paris Hilton. El paso del tiempo en cambio, no ha logrado arrebatarle su fuerza visual y la cinta sigue manteniendo intacto su gran poder de sugestión.



La frase: “A veces todo parece oscuro, pero incluso aquí, en los rincones más sombríos de este jardín, llegará la luz del sol para disipar las tinieblas de esta noche.”

Leer critica La máscara del demonio en Muchocine.net

10 piquitos de oro:

john mcclane dijo...

Sencillamente un clásico de uno de los directores italianos más interesantes dentro del cine de terror.

Saludos.

troncha dijo...

Y que me dices de esos vaporosos e inconfundibles, semitranslucidos camisones de la Hammer, jajajajaja

Saludos...

Igor Von Slaughterstein dijo...

Una obra maestra por la que no pasan los años. La cumbre del terror clásico y una nueva muestra de la maestría de Bava para encuadrar e iluminar escenas llenas de sugerencia poética macabra. Aun recuerdo el impacto que tuvo en mi esta película cuando la vi en mi época de niñato XDD

¿Y que decir de Bárbara? Una presencia más que imprescindible. Digamos que hoy me has tocado la fibra sensible XD Magnífico artículo.

Saludos!!

Igor Von Slaughterstein dijo...

Por cierto, que casualidad!! El otro día me llegó (via Ebay) la edición especial italiana de dos discos, que voy a ver esta misma noche.

Ivan dijo...

Obra maestra monumental y rotunda, para mi una de las 1o mejores películas de terror de toda la historia, sugerente y atrapante, mágica y metafórica, tremenda.
Por cierto Igor, que audios y subs tiene esa edición italiana? vale la pena?
Saludos!!

Sam_Loomis dijo...

Uno de los tremendos clásicos del maestro Bava. Sin duda alguna efectiva, y un máximo exponente del género.

Muchos saludos

Anónimo dijo...

De lo mejor de Bava. Una mirada inquietante la de la actriz.
Saludos.

Anónimo dijo...

"Demons" al poder!!

"demons 2" también al poder!!


Joder!!

Soy un Poeta...

Anónimo dijo...

Pero es una peli que hay que ver, sin duda. Saludos

Darkerrblog dijo...

Gran pelicula, muy fascinante, Mario Bava era un maestro desde que empezó a hacer peliculas, todo un genio.

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