Elprimerhombre ha visto Marathon Man, de John Schlesinger, una interesante película que aporta poco más que un buen entretenimiento.
La historia se centra en el personaje de Babe (Dustin Hoffman), un tipo al que le gusta correr maratones, que ha sido elegido para doctorarse en Historia en la Universidad de Columbia y se dispone a hacer una tesis sobre la tiranía en la vida política norteamericana, influenciado sobre todo por el recuerdo de su padre, que se suicidió cuando él era aún un niño a causa de la persecución del senador McCarthy. Pero a partir de que una mujer se cruza en su camino y del reencuentro con su hermano Doc (Roy Scheider), su vida cambiará por completo sin saber nada de lo que pasa a su alrededor.
La historia se centra en el personaje de Babe (Dustin Hoffman), un tipo al que le gusta correr maratones, que ha sido elegido para doctorarse en Historia en la Universidad de Columbia y se dispone a hacer una tesis sobre la tiranía en la vida política norteamericana, influenciado sobre todo por el recuerdo de su padre, que se suicidió cuando él era aún un niño a causa de la persecución del senador McCarthy. Pero a partir de que una mujer se cruza en su camino y del reencuentro con su hermano Doc (Roy Scheider), su vida cambiará por completo sin saber nada de lo que pasa a su alrededor.
El comienzo de la película está muy logrado, donde vemos, de forma paralela, a Hoffman corriendo por Central Park, con una bella imagen de Nueva York al fondo, y a un personaje sacando algo de suma importancia de un Banco. Lo más sorprendente es que este segundo personaje es el protagonista de una curiosa e inesperada, aunque muy bien rodada, escena de persecución en coche. Como consecuencia del accidente que se produce, provocando la muerte de este, la trama del film inicia su curso.
La primera media hora (o quizás hasta los primeros 45 minutos) es lo mejor de la película, cuando tiene más peso el personaje de Scheider que el de Hoffman, y donde presenciamos algunas buenas escenas de acción y de suspense, todas ellas muy bien dirigidas y con planos muy interesantes, bastante eficaces para lo que se quiere contar. Todo parece ir por buen camino, pero a raíz del enamoramiento típico que sólo ocurre en el cine y de la mayor presencia del personaje de Hoffman, la película va perdiendo fuelle, provocando el desinterés en el espectador.
El guión de William Goldman, a partir de su novela homónima, sufrió muchas variaciones, repercutiendo, a mi parecer, en el desarrollo de la película. Lo que se cuenta al principio del recuerdo que tiene Babe de su padre no tiene ningún sentido después para la historia (pero es lo único que se puede decir para no desvelar nada) y parece que con ello se intente profundizar en el personaje de Hoffman, dándole un cierto enfoque reivindicativo, como queriendo dejar constancia de los verdaderos hechos que provocaron cambios en aquel período, siendo así su personaje el menos carismático y el menos interesante de todos los que aparecen; hasta su actuación me parece un tanto forzada en algunas escenas. Y el personaje de la mujer, también bastante vacío, parece desaparecer antes de llegar a la mitad de la película, apareciendo al final, cuando casi nos hemos olvidado de ella.
Aún así, quiero destacar la gran presencia de Laurence Olivier, cuyo personaje es el malo de la historia y el que provoca una terrible angustia, tanto a Hoffman como al espectador, en una escena muy conocida en la que intenta sacarle información a la fuerza con los utensilios típicos de un dentista (al final hasta utiliza un taladro). Y sobre todo, quiero destacar la fotografía de Conrad Hall porque crea algunos momentos muy buenos en los que da importancia tanto a la profundidad de campo como a los primeros planos y logra fuertes contrastes en los que resaltan los colores, como la escena en que se citan Olivier y Scheider en una plaza, en la que sobresale el rojo de un decorado de una fuente que, gracias también a la dirección de John Schlesinger, llega a ser una de las mejores de la película. El mayor éxito de Schlesinger en su carrera ha sido Cowboy de Medianoche, una historia mejor contada y más emotiva que esta (aunque quizá haya envejecido peor), con la que obtuvo tres óscars.
En definitiva, una película comercial que entretiene, con interesantes momentos de suspense, que va decayendo poco a poco durante su desarrollo, hasta llegar a una larga escena final de la que es mejor olvidarse.
Un saludo!
Leer critica Marathon Man en Muchocine.net
4 piquitos de oro:
Los zríleres setenteros son una garantía de entretenimiento, eso está claro.
Don Dustin, como siempre, hasta que cumplió los 60 y empezó a peinarse como mi vecina, está mucho más que correcto.
¿Están a salvo?
Personalmente esta película la encontre para la siesta....me aburrí bastante. Tiene unas muy buenas actuaciones eso si.
Buena reseña.
Saludos.
Me gusto mucho.
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