Elprimerhombre se frota los ojos cada vez que ve UN HOMBRE LOBO AMERICANO EN LONDRES, porque en esta película se encuentra la mejor transformación de hombre lobo de la historia del Cine y ni con la tecnología de ahora se podría llegar a hacer aún más real.
Resulta sorprendente que en 1981 se llegara a tan alto nivel en cuanto a efectos especiales, en los que se ven los cambios directamente ante la cámara. John Landis, el director, quería que se observara perfectamente el cambio tan radical que tiene el protagonista y el brutal dolor que le produce dicha transformación. La columna se le arquea, las manos se le agrandan, le crece mucho pelo y se le alarga el hocico. O sea, se convierte en una auténtica bestia.
Además, la historia tiene su gracia porque es una mezcla entre terror y comedia. Landis coge el clásico del hombre lobo y le da su punto de vista, con un toque de surrealismo (por las pesadillas que tiene el protagonista) y con unos cuantos gags que quedan bastante bien en la película. Hasta el mismo Landis aparece empujando sin querer a una mujer, rompiendo un escaparate. Landis inició su carrera cinematográfica haciendo de especialista. En Piccadilly Circus, una zona bastante concurrida de Londres, Landis consigue una escena bastante complicada de filmar, pero que resulta sorprendente por lo bien estudiada que está. Fue arduo para él conseguir el permiso para filmar esa escena, sobre todo a las tantas de la madrugada.
Me gusta cómo empieza la película, con unos planos de algún bello paisaje de Inglaterra, con la canción Blue Moon de fondo, la cual aparece durante todo el metraje en tres versiones distintas. Las pocas canciones que aparecen quedan muy bien, como Moondance, de Van Morrison, o Bad Moon Rising, de Creedence Clearwater Revival.
El pobre David Naughton es el actor que tuvo que soportar durante una semana el maquillaje de la transformación. Le hicieron moldes de todo su cuerpo y hay tomas en las que se le aplicaron los pelos uno a uno.
Y la verdad es que no le tengo ninguna envidia porque tuve una experiencia nada agradable con algo parecido. Un amigo mío, al que siempre le ha gustado esto de los efectos especiales, me cogió como modelo para hacer un molde de mi cabeza, pero no debió poner bastante vaselina en mis pestañas y se me quedaron pegadas en el látex (reforzado con tiras de yeso). No os podéis imaginar lo incómodo que fue aquella situación. Tuvieron que romper con cuidado el molde alrededor de mis ojos, intentando que no sufriera más males que los que estaba pasando. Nunca olvidaré la sensación de estirar el molde y de notar que los párpados se me estiraban por culpa de mis largas pestañas atrapadas en el maldito látex. Al acabar el martirio fui directo a una farmacia para que me dieran colirio.
Como curiosidad quiero comentar que la productora de esta película es Lycanthrope Films Ltd. Y por cierto.... NO OS ACERQUÉIS A LOS PÁRAMOS Y CUIDADO CON LA LUNA...........
Un saludo!
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