¿Sabes más que un niño de primaria?, Nadie es perfecto

Buenos días, soy elputocriticón. Hoy toca tele porque el jueves por la noche telecinco y antena 3 se dieron de hostias con dos nuevas apuestas:

Hace dos semanas se estrenó en Antena 3 el programa “¿Sabes más que un niño de primaria?” que no deja de ser el concurso de preguntas de turno, pero con la interesante variación de que todas las preguntas realizadas a los concursantes están sacadas de los temarios de las asignaturas de primaria. Encima los concursantes pueden ser ayudados por unos niños que también están concursando y que son unos lumbreras de esos de dar asco y además de saberse todas las respuestas aprovechan la ocasión para vacilar a los adultos. El programa está bien en el sentido de que a lo que van es a humillar a la gente y dejarlos de negados e ignorantes para arriba, vencidos por niños de ocho y nueve años y encima, cuando pierden, tienen que mirar a cámara y pasar la vergüenza de tener que decir “no se más que un niño de primaria” mientras los niños se rien de él. Vale, esto está bien, pero al programa le falta un poco de ritmo y agilidad y un presentador mejor que el sr. Ramón García (a quien todos recordamos por la simpática rima del “Feliz dos mil cinco” de las campanadas de fin de año de televisión española). Y sin ánimo de ser malo, o no más de lo acostumbrado, me veo en la obligación de preguntarme si realmente los niños repelentes se saben todas las respuestas, como ha sucedido hasta el momento, o es que se las chivan los del programa antes de empezar. No se, no se…

Y el jueves pasado, telecinco estrenó otro programa de humillación personal, llamado “nadie es perfecto”, presentado por el incombustible Jesús Vázquez, donde dos grupos, los guapos (pero tontos) y los listos (pero fofos), tienen que competir entre ellos para saber, en principio, quien está mejor preparado para triunfar en la vida. A los guapos les hacían preguntas de cultura general (por ejemplo, a una chica le dijeron que nombrara tres ministros españoles y su respuesta fue “Zapatero, George Bush y Rajoy”, a otra que quien era Margaret Tatcher y su respuesta fue “que si era una diseñadora” y otras lindezas por el estilo como no saber cuanto era ocho por cinco, que era un eclipse o no reconocer a Picasso en una foto). Y a los listos les tocaba realizar pruebas físicas como saltar el potro y cosas por el estilo (uno de ellos, Fernando, el auténtico descubrimiento del programa, se reconoció incapaz de realizar una voltereta en una colchoneta). En el fondo este es un programa absolutamente malvado, dado que de lo que se trata es de reirse de aquello que siempre nos habían dicho que no podíamos reirnos, como son los tontos y los débiles. El programa va, clarísimamente de más a menos (las primeras pruebas resultan divertidas pero las últimas ya son un puto coñazo) con un montaje bastante pésimo (al estar grabado la cosa está llena de cortes por todos lados y queda como el puto culo) y creo que en cierta forma está un poco desaprovechado y que podrían sacar mucho más de esta idea (como por ejemplo la convivencia entre los dos grupos, porque no lo he dicho, pero esto, además, es un reality). Y es que puedo entender que los guapos quieran ir al programa porque en el fondo esto es publicidad para ellos (la mayoría son modelos con pretensiones de ser actores), pero los listos, con unos cerebros privilegiados como los suyos, deberían entender que si quieren triunfar en la vida (y como en algún caso con dos licenciaturas en cinco años) lo que no deben hacer, de ninguna de las maneras, es ir a un programa como este.