Elprimerhombre revive la tensión que se palpa en LA SEMILLA DEL DIABLO (ROSEMARY’S BABY), de Roman Polanski. No es fácil imaginarse estar en la piel de la protagonista, porque la pobre lo pasa bastante mal.
De rituales satánicos no conozco nada, pero a partir de esta película dan ganas de investigar un poco sobre el tema. Seguro que la realidad supera a la ficción y habrán existido muchos casos como este. Pero no voy a comentar nada más referente al argumento. Además, los tipos que pusieron el título en español fueron muy espabilados, porque creo que no puede ser más evidente el mensaje.
Tengo muy claro que esta película gana mucho mientras va avanzando la trama. Y esa es su gran baza. De la manera que se va desarrollando todo nos vamos encerrando en un espacio cada vez más pequeño y sin ninguna escapatoria. La cámara ayuda a crear esa tensión con unos primeros planos muy cercanos a los personajes y con muchos contrapicados que consiguen provocar más angustia al espectador.
Mia Farrow lo hace tan bien y está tan delgada que con sus gestos faciales y su mirada ya nos infunde miedo y terror a lo desconocido. John Cassavetes, que aquí se presta como actor, hace una actuación correcta como marido, que en casi toda la película intenta relajar a su mujer, disminuyendo la tensión haciéndola creer que está equivocada con sus conjeturas. Los actores que hacen de vecinos incomodan al espectador porque se entrometen en todo. Son dos de los personajes más importantes y fundamentales de la historia. Sin esta pareja no sería posible la película.
Y si queréis saber más sobre la peli mirarla porque vale la pena. Polanski tiene un estilo propio que a mí me gusta bastante (aunque de lo último no he visto nada, salvo El Pianista). Y parece que le gusta hacerlo pasar mal a algunas de sus protagonistas, porque el personaje de Mia Farrow me recuerda mucho al de Catherine Deneuve en Repulsión, película extraña y con planos aún más cerrados y angustiosos que en esta.
Un saludo!
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