El orgullo nacional
Las obras de los grandes pintores de la historia del arte tienen un valor casi incalculable. En las subastas se puja muchísimo dinero por ellas, superando muchas veces las cifras anteriores y marcando nuevos récords. Pero no todo el mundo tiene la noción de la verdadera importancia de esas pinturas. Algunos sí que ven belleza en ellas y un significado vital dentro de la cultura universal; pero a otros lo único que les interesa es la importancia que tienen en cuanto al valor monetario y no a su calidad artística. Esto se puede ver claramente en la muy entretenida película El tren, de John Frankenheimer, situada en la Segunda Guerra Mundial, más exactamente, en el 2 de agosto de 1944. Debido a la inminente liberación de París y de la llegada de los aliados en unos días, el coronel Von Waldheim (Paul Scofield) decide llevarse consigo para el Tercer Reich los mejores cuadros que se encuentran en el museo de Jeu de Paume de París, que son obras de varios autores relevantes del siglo XIX y XX, como Renoir, Gauguin, Picasso, Miró, Braque, entre otros. La responsable del museo no puede hacer nada para evitar que se los lleven, pero le queda un último recurso: pedir al inspector de zona de los ferrocarriles, Labiche (Burt Lancaster), que haga todo lo posible para impedir que el tren que lleva esos cuadros salga de viaje hacia Alemania. La difícil hazaña de conseguir que el tren no llegue a su destino será un trabajo arduo de varios hombres unidos para sabotear a los alemanes nazis y salvar el Patrimonio Nacional de Francia.
Al inicio de la película, una voz en off nos avisa de que los productores del film quieren "manifestar su tributo de admiración a los ferroviarios franceses cuyo magnífico espíritu y valor han inspirado esta historia". La verdad es que el mensaje queda claro en la película, con todo el heroísmo de los que participan en el sabotaje por el orgullo nacional de Francia, unos cuadros que para muchos de los que colaboran ni son conocidos; sólo lo hacen para que los alemanes no se lleven lo que no es suyo. El mismo Labiche se niega al principio a jugarse la vida de varios hombres por unos simples cuadros, pero, alentado por algunos de sus compañeros maquinistas y por un hecho fatal que ocurre, decide unirse y ponerse al mando del grupo de sabotaje.
Frankenheimer logra con esta trama un film lleno de intriga y de acción, bien dirigido y con un guión bien desarrollado, aunque utiliza el truco del zoom para destacar detalles fundamentales, dejando demasiado obvia la señal de atención para el espectador. El personaje del coronel está muy bien interpretado por Paul Scofield, dando órdenes a todo el mundo y desobedeciendo a sus superiores para conseguir que los cuadros lleguen a Alemania antes de que ataquen los aliados. Su particular guerra con Labiche es lo mejor de la película, con un duelo interpretativo de alto calibre. Burt Lancaster protagoniza todas sus escenas de acción y encarna a la perfección su papel de ferroviario. Con Frankenheimer trabajó también en Los jóvenes salvajes (1961), El hombre de Alcatraz (1962), Siete días de mayo (1964) y Los temerarios del aire (1969). También aparece la gran actriz francesa Jeanne Moreau en un papel crucial, pero que en algún momento perjudica al ritmo de la historia. Hay que destacar la buena fotografía conseguida por Jean Tournier y Walter Wottitz y la banda sonora de uno de los primeros trabajos del gran compositor francés Maurice Jarre, que murió en marzo del año pasado.
John Frankenheimer tuvo una carrera cinematográfica muy irregular, dividida prácticamente en dos etapas: en la primera destacan sus títulos más importantes, como las mencionadas El hombre de Alcatraz (1962) y Siete días de mayo (1964), o la interesante Yo vigilo el camino (1970); la segunda contiene títulos tan abominables como Tiro mortal (1989) o La isla del Dr. Moreau (1996).
"Un film muy entretenido ubicado en la Segunda Guerra Mundial, con una buena dirección de John Frankenheimer, una buena fotografía y un duelo interpretativo entre Paul Scofield y Burt Lancaster"
Leer critica El tren en Muchocine.net
2 piquitos de oro:
Muy buena esta peli, perfecta para un domingo por la tarde. Magnífico el tour de force Lancaster/Scofield y el personaje de Michel Simon, que sale poco pero lo borda el tío...
Sensacional película de acción. Lancaster está estupendo.
Saludos,
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