Buenos días, soy el jefe Dreyfus, hablando de tele y, más exactamente, de el programa más importante de la última década, pues no me negarán (he dicho que no lo hagan) que en televisión hay un antes y un después de la llamada telerealidad.. Y es que, como dice la canción, en Gran Hermano, alguien te dará la mano, y si ese alguien es Amor, la mano te la meterá directamente en el paquete.. ¡no lo duden!
Gran Hermano 2007, y van nueve nada menos, y un año más los responsables del programa intentan superarse, especialmente abriendo varios frentes nada más empezar el programa, para poner alicientes a las dos primeras semanas que suelen ser las más aburridas, hasta la primera expulsión: que si las hermanas gemelas que tienen que hacer ver que son solo una frente a los chicos (que como dijo ayer la Milà, los tios no se “cuescan” de nada), que si un negro a punto de empezar el ramadam, que si una invidente, que si las hermanas que no se conocían antes de entrar en la casa (bueno, esto ya se ha resulto, porque una de ellas ya se las piró el miércoles porque la otra no le hacía ni puto caso), pero sin duda todo esto se ha visto, claramente, eclipsado ante el torbellino que ha arrastrado toda la atención: Amor, el trabelo que entró como chica en la casa (de hecho dentro de la casa todavía no han descubierto la sorpresa) pero que el martes mismo (recordemos que en la casa entraron el domingo) ya salió la madre en el programa de Ana Rosa, diciendo que la niña nació con un garbancito entre las piernas.
Y es que la tal Amor, en menos de una semana (creo que incluso en menos de veinticuatro horas) a intentado ligar con todos los tios de la casa, especialmente con el italiano chuloputasligóndeplaya de turno, con el que ya a llegado a haber tocamientos (me gustará ver la cara del italiano cuando salga de la casa y descubra el pastel). Y, como la chica va a por todas, también tiró los tejos (y una pared entera) a David y claro, Paula (miss silicona de esta edición) se puso de uñas con el trabelo y ahora están enfadadas. Resultado, las dos nominadas junto con Melania (amiga de Amor) y Dadi (un apasionado de la legión que responde con expresiones tipo “correcto” o “sin problema” como si en lugar de Guadalix de la Sierra estuviera en un cuartel militar).
¿Y todo esto como diablos se sustenta? Pues gracias a una gran Mercedes Milà (una gran comunicadora, aunque a veces la critique) absolutamente desatada (y vestida como un zorrón), que consigue dar veracidad y que nos contagiemos con lo que estamos viendo, gracias a las ganas que le pone y lo bien que parece que se lo pasa. Porque aquí si que se luce, no como en la mierda esa de “diario de…” que es un puto rollo. Total, que estaremos muy atentos a esta edición de Gran Hermano (bueno, de hecho me las he tragado todas) y seguiremos informando, pero espero sinceramente que no acaben cada día a las putas una y media de la noche, que uno es teleadicto, pero no insomne..
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