Blade Runner (1982)

Elprimerhombre considera Blade Runner, de Ridley Scott, como una de las obras maestras del Cine y la aconseja a la gente que no la haya visto o que sólo conozca la versión más comercializada y no la del montaje del director. En esta última versión se ha eliminado la voz en off y se ahonda un poco más en la historia de amor entre Harrison Ford y Sean Young. Y también se ha insertado un plano de un unicornio (extraído de otra peli de Scott, LEGEND) que, la verdad, no llego a comprender el motivo de su aparición; que alguien me lo explique. Resumiendo, diría que las dos versiones son excelentes.

La acción transcurre en Los Angeles, en un futuro bastante cercano al nuestro, aunque no lo parezca. La ciudad está superpoblada y casi siempre está lloviendo. Una gran empresa, llamada Tyrell Corporation, se dedica a crear un tipo de máquinas o robots, a los que llaman “replicantes”, que son utilizados como esclavos en colonias espaciales. Pero unos cuantos de esos replicantes se han rebelado y han llegado a la ciudad. Para acabar con estos replicantes, el jefe de la policía o brigada especial reclama la ayuda de un ex-agente o ex-blade runner, al que considera el mejor, y, cómo no, es Rick Deckard, o mejor dicho, el puto Harrison Ford.

El supuesto jefe de estos replicantes es Batty, interpretado por Rutger Hauer, al que siempre le han dado papeles de villano, pero que en esta película va más allá. Su actuación y el carisma que transmite su personaje me parece de lo mejor de la película y de lo más interesante que he visto nunca en pantalla. Me contagio de sus tremendas ganas de vivir, de su miedo por tener los días contados. No había mencionado que los replicantes sólo tienen cuatro años de vida; es como un sistema de seguridad para que no lleguen a tener emociones ni sentimientos como los humanos al ser unos seres tan perfectos. El personaje de Batty quiere explicaciones, estima que no es correcto que tengan una vida tan corta. Quiero mencionar que, gracias a este personaje, el final de la película me resulta glorioso.

La ambientación, el decorado, la fotografía, etc., todo ayuda a dar una visión oscura de la vida, de un mundo inestable lleno de bullicio, plagado de gente perdida que no sabe adónde va. Aún así, parece que siempre hay un halo de luz al que poder seguir y así poder escapar de ese mundanal ruido. Amén.

Un saludo!!