El gato caliente (Fritz the cat, 1972)


¡Ah, Santos Storyboards! ¿Quién se va a leer una crítica tan larga? Esto es lo que pasa cuando aquí en el Quesito hacemos una semana especial dedicada a la animación y a mí me toca una peli basada en un comic, ¡que se me suelta la lengua más de la cuenta! En fin, escondan sus hijas y guarden bajo llave sus provisiones de marihuana, porque hoy, con todos ustedes, un intelectual, un rebelde y un salido… ¡El gato Fritz!


Robert Crumb es algo más que un tipejo libidinoso y sufriente, él es el dibujante underground preferido de América (¡un fuerte aplauso para él!), una pesada etiqueta que ha sobrellevado con humor y autocompasión a partes iguales. En sus historietas acostumbra a mezclar su experiencia personal con clásicos estereotipos del comic, que es una forma tan válida como cualquier otra de lidiar con sus propios demonios (él no hace terapia, ¡dibuja comics!). Hay que tenerlos muy bien puestos para enfrentarse como él lo hace a todos sus deseos, miedos y prejuicios, y hacerlo además de una manera tan cruda. Sus temas más recurrentes son Estados Unidos, la nostalgia, la música, el sexo y las mujeres, y como pueden suponer, estos dos últimos son los que se llevan la palma. Lo primero que me viene a la cabeza al hablar de Crumb es una febril efigie suya haciéndole cosas estrambóticas y/o censurables a una o más mujeres, ¡y qué mujeres! Neumáticas, poderosas, de piernas rollizas y amplias posaderas, nada que ver con las estilizadas hembras que dibuja Milo Manara.


En noviembre de 1965, en pleno auge de la psicodelia y el flower power, Crumb tuvo un mal viaje de LSD en el que su ego se disolvió como una pastilla efervescente, puso el piloto automático y no paró de dibujar durante medio año. La mayoría de sus personajes más populares vieron la luz en aquella época oscura, de ahí datan, por ejemplo, Mr. Natural, Flakey Foont, Angelfood McSpade y el gato Fritz, mi preferido. Las historietas de este último se caracterizan por parecer dibujadas sin un guión previo ni ningún tipo de estructura, donde todas sus viñetas tienen el mismo tamaño y quedan perfiladas por una temblorosa mano que da cierta sensación de inacabado e improvisado. A eso hay que sumarle que el hilo conductor de la historia se desdibuja frecuentemente y la narración adquiere en algunos puntos un tono bastante onírico. Algo que Crumb, como buen narrador que es, sostiene sin que se le vaya la pinza ni que la cosa pierda interés, se haga demasiado rara, soporífica o autocomplaciente.


La película nos cuenta la historia de Fritz, un joven felino y sofisticado universitario que vive en una moderna superciudad de millones de animales… pero con modales y moral parecidos a los de la gente. La acción transcurre en los años 60 y Fritz es una caricatura del típico beatnik de la época, de ahí que vista jersey de cuello alto y sea tan proclive a la holgazanería, al vandalismo y al desenfreno sexual (una joya de minino, oigan). Gracias en parte a que su director, Ralph Bakshi, lleva la historia en varias ocasiones por derroteros que poco en común tienen con el comic de Crumb, la narración puede resultar por momentos algo confusa y la cinta se resiente a veces de una falta de ritmo importante. Ahí está, por ejemplo, la inclusión totalmente innecesaria de una pareja de policías porcinos que como personajes cómicos resultan de lo más triste.


Visualmente, por el contrario, la cinta no está exenta de cierto encanto, destacan esos escenarios suburbanos tan decadentes y oscuros que el director nos muestra con un psicodélico juego de luces y acompañados por una acertada banda sonora, sabia mezcla de ritmos beatniks, soul negro y algún que otro éxito pop. Al Bakshi de aquella época le salían las obras de culto como churros y no tardaría en volver a mostrarnos su amor por la música en la muy interesante American Pop (1981), un lisérgico viaje filmado con técnicas de Rotoscopia, método creado por la casa Disney que da cierto realismo a la animación y que el director ya había utilizado en su muy friki versión de El señor de los anillos (1978). De la que también deberíamos hablar es de Tygra: hielo y fuego, fantasía bárbara de 1983 con la que Bakshi uniría sus fuerzas a Frank Frazzeta, Gerry Conway y Roy Thomas (muy tonto no debe ser este señor, la verdad), y con el que conseguiría el que puede ser su mejor trabajo.


El gato caliente, aunque tiene el dudoso honor de ser la primera película animada calificada “X”, es un quiero y no puedo que no le hace sombra al comic del que proviene, que resulta demasiado torpe y soso, y que a duras penas se salva de la quema por ese fascinante savoir affaire underground que tiene el personaje. Robert Crumb ha lamentado siempre que su nombre se viera implicado en tal proyecto, tanto es así que realizó un comic en el que una enloquecida avestruz armada con un picador de hielo, mataba definitivamente al gato más enrollado de América.




La frase: “¿Porqué un gran actor como Sydney Poitier siempre tiene que hacer de negro?”

Leer critica El gato caliente en Muchocine.net

15 piquitos de oro:

Igor Von Slaughterstein dijo...

Viva Roger Crumb!!!! Y el Bashky, que narices. Que aqui igual estuvo soso, pero solo por su Señor de los Anillos y sobre todo por esa Tygra ya merece estar en los altares.

Se despide un redactor de bastard movies, que recientemente recuperó su viejo Haunted House en forma de blog. Y tengo que decir que aunque vuestro flog era la ostia, el blog es imprescindible.

Saludos!! (y a favoritos evidentemente).

Ivan dijo...

Uffff....la había dejado en el olvido, ni me acordaba de cuando la vi, gracias por el recuerdo, ahora me voy a hacer con ella, es de esos filmes perdidos en el olvido.
Por cierto, la cabecera de aquel ciclo de cine erótico de las madrugadas de Telecinco en sus inicios no empezaba con imágenes de esta peli?
Saludos!

Cecil B. Demente dijo...

Pues bienvenido de nuevo, maese Slaughterstein. Y por cierto Imazur, tu te estás refiriendo a Erotísimo, aquel ciclo que efectivamente tenía imágenes de Fritz en su cabezara y que nos alegraba a todos las noches del sábado poniendo varias pelis guarrilas de Tinto Brass y compañía. ¡Qué recuerdos! Aquellas primeras pajillas...

Möbius el Crononauta dijo...

No era una gran película, ni al pobre Crumb le pidieron permiso, pero la devoré en su día en aquellas noches de estudiante

Andres Pons dijo...

La tengo que ver.

john mcclane dijo...

Film absolutamente de culto!!.

Excelente reseña.
Saludos.

Cecil B. Demente dijo...

Möbius la verdad es que a Crumb siempre se le ha dado mal lidiar con productores y demás fauna capitalista, así que cuando fue arrollado por Bakshi y compañía su estrategia estuvo clara: huyó y lo dejó todo en manos de su esposa. Craso error.

Pussy Galore dijo...

Tengo el primer poster colgado en mi habitación. Buenísimo.

María Rogel (Lapor) dijo...

antes de nada, tengo que decir que noto mis influencias quesitorosiles, ja ja! verás por qué. Un saludico!

Anónimo dijo...

Mamma mia. Has vuelto a sorprenderme. La frase, genial; aún me estoy riendo.

Leeyescribe dijo...

"Crumbxplotation" animado que fue una curiosa revelación en aquellos días del fenecido VHS e incipiente vello púbico.

He decidido que me pasaré por aquí a diario, así que ruego perdonar las molestias que ello origine.

Saludos!

juanitin dijo...

Han comentado por ahí arriba que había imágenes de "Fritz the cat" al principio del programa "Erotísimo" de Tele 5 pero la musiquilla del principio ¿Alguien sabe de quién era? ¿También era de "Fritz the cat"? Gracias por las posibles respuestas

Sol_Badguy dijo...

Existe una segunda parte de Fritz el gato, llamada "Las nueve vidas de Fritz".

Personalmente, la película no me disgustó, y de Bakshi deberíamos recordar también "El viento en los sauces" y "Hechiceros de la guerra".

peliculas dijo...

Hola, por fin encontré esta pelicula para verla online en internet.
Por si os interesa está en www.divxonline.info

La peli está en versión original con subtitulos en Español.

Un saludo,
Mayte

Anónimo dijo...

En el final de la pelicula, cuando estan los titulos aparece entre las fotos la propaganda del gran cantante Sandro cuando canto en el Square Garden de 1970.Un interesante hallazgo para los que conocemos al gran canta autor argentino.

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