Un profeta (2009)


Máximo riesgo

Seguramente, si se hiciera una encuesta de cine a varias personas sobre qué drama carcelario recuerdan con más fuerza, muchas responderían películas tan conocidas como La gran evasión (1962), Fuga de Alcatraz (1979), Cadena Perpetua (1994), o, aunque no viniera a cuento, la serie Prison Break (2005), historias llenas de amistad en las que se unen dos factores que juegan a favor del entretenimiento del espectador: suspense y aventuras. Estas historias suelen tener como centro de atención el plan de fuga de los protagonistas, del que se sustrae la máxima tensión ya que el tiempo es vital para tenerlo todo controlado. Otros dramas carcelarios más clásicos son Fuerza bruta (1947), Un condenado a muerte se ha escapado (1956) o La evasión (1960), donde también la huida es la meta de los reclusos. Y el director Stuart Rosenberg acertó con creces con dos grandes películas sobre este subgénero, La leyenda del indomable (1967), con un punto más divertido con el personaje de Paul Newman (quién no recuerda la escena de los huevos) y Brubaker (1980), un vigoroso e inteligente film en el que destaca su brillante inicio y el personaje de Robert Redford.


Pero es en la última película del director Jacques Audiard, Un profeta, donde se consigue presenciar y percibir de manera impacable una de las tensiones más fuertes conseguidas en los últimos años. En este drama carcelario uno es plenamente consciente de la gravedad del asunto desde el inquietante inicio, introduciendo de lleno al espectador en una trama dura y realmente violenta, en la que no hay concesiones. Durante los primeros veinte minutos no hay tiempo para plantearse suposiciones de lo que vendrá en la siguiente escena, aunque pasado ese intervalo, realmente la cosa baja de nivel y parece caer en lo típico de otras historias. Pero aún así, Audiard sabe ir sonsacando detalles de la historia que irán metiendo al espectador en una espiral de violencia y de intriga que no olvidará jamás.


El protagonista es Malik El Djebena (Tahar Rahim), un chico árabe de diecinueve años, sin familia, que ha sido condenado a seis años de cárcel por atacar a unos policías con un arma blanca. Su entrada en la prisión será para él una terrible pesadilla en la que pronto se verá expuesto a múltiples adversidades. Se pondrá a trabajar en un taller de costura para pagarse la comida y se meterá sin quererlo en un caso llamado Faraldo, donde una familia mafiosa, los Corso, querrá utilizarlo para que se haga amigo de un árabe llamado Reyeb, al que querrán que mate para que no testifique contra ellos. Aquí es donde entra en escena César Luigiani (Niels Arestrup), el jefe de esta banda, un personaje muy importante en la historia que mantendrá una relación crucial con Malik. Este tendrá que apañárselas para sobrevivir en la prisión el tiempo que tiene como condena, poniéndose en apuros cuando menos se lo espere.


Jacques Audiard ha realizado solamente cinco películas en toda su carrera cinematográfica, pero todas ellas han tenido su recompensa. Su primera película, Mira a los hombres caer (1994), obtuvo 3 premios César: mejor ópera prima, mejor montaje y actor más prometedor, Mathieu Kassovitz, con el que volvió a trabajar en su siguiente trabajo, Un héroe muy discreto (1996), película que consiguió el mejor guión en Cannes y la Espiga de Plata en Valladolid. En 2001, Lee mis labios tuvo 8 nominaciones a los premios César, recibiendo tres, el de mejor actriz, mejor guión original y mejor sonido. Su anterior film, De latir mi corazón se ha parado (2005), una historia que, la verdad, no tiene mucho interés, con un protagonista, por momentos, bastante desagradable, que representa un remake de una película de 1978, Melodía para un asesino (con Harvey Keitel), tuvo otras 10 nominaciones, consiguiendo 8, entre ellas mejor película y mejor director. Y recientemente ha vuelto a dar en la diana con esta película, galardonada con 9 premios César, en los que se incluye mejor película, director y actor, aparte de ser premiada con el Gran Premio del Jurado en Cannes y ser nominada como mejor película de habla no inglesa en los Globos de Oro y en los Oscar.

Y es que estamos ante una gloriosa propuesta en la que durante sus dos horas y treinta minutos de duración uno no se pregunta en ningún momento cuánto queda para llegar a su final. El director conduce todos los hechos de forma muy inteligente, introduciendo diferentes niveles de tensión en la historia. Pero no hay que olvidar lo comentado anteriormente sobre algunas cuestiones del argumento que suenan a ya visto anteriormente, aunque eso es algo que se olvida fácilmente cuando Audiard consigue sorprender con algún que otro recurso, como la presentación de diferentes personajes, muy bien construidos, que tienen un papel importante en la película o como la increíble y magnífica escena casi al final, en la que un servidor se quedó boquiabierto por la calidad de lo que estaba presenciando. Una escena rodada de manera impecable, llena de energía y fuerza, que permanecerá en mi retina para siempre.


"Un profeta es un drama carcelario que casi no te deja respirar, consiguiendo que el espectador se quede pegado en la butaca; y aunque caiga en lo típico en algún momento, la tensión se mantiene en casi toda la película, con una dirección formidable de Jacques Audiard"



Leer critica Un prophete en Muchocine.net

5 piquitos de oro:

parispop dijo...

Me pareció estupenda, solo le reprochó que sea un poco larga, lo que hace que tenga algún momento de bajón. Quizá por tópica quizá por falta de ritmo. Pero muy buena. Con tu opinión de De battre mon coeur s'est arrêté no estoy de acuerdo, pero no será la primera vez :-)

Anuski dijo...

Estimado Primerhombre,
A mí también me pareció una delicia, y estoy de acuerdo con el ilustre Parispop en que tiene algunos momentos de bajón. Es una peli dura, pero me encantó.Y eso que la vi en versión doblada-puaj.Con lo bonito que hubiera sido escuchar hablar en corso...
Saludos y besicos a los dos...

elprimerhombre dijo...

Queridos parispop y Anuski, me alegro que os gustara y, como he dicho en la crítica, también comparto con vosotros esos momentos de bajón que resultan ser los momentos más típicos de este tipo de historias. Un saludete!

Sesión Golfa dijo...

Gran película. A mi también me gustó mucho. Un saludo, amigo.

María Rogel (Lapor) dijo...

(ay madre! cada vez q entro en este blog me parto, sois la hostia, toques de humor sea la peli q sea)
Y cuál esa escena final que te conmovió para siempre? la de él saliendo de la cárcel..? me he puesto a pensar y ya no recuerdo si acaba así.. Es verdad que en la segunda parte decae el ritmo pero estoy convencida de que es a propósito y el guión es bueno como el solo. chao.besos

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