
Si, ya sé que voy tarde y que ya hace mucho tiempo que debería haber hecho una reseña sobre esta cuarta entrega de la saga Scream, pero es que no he podido ponerme antes con ella. Algo así les debió pasar también a sus responsables porque once han sido, ni más ni menos, los años que han transcurrido desde Scream 3. Tanta espera solo puede atender a tres motivos bien distintos: a) Han vuelto porque tenían un guión que no podían dejar escapar y han logrado realizar la mejor entrega de toda la serie; b) Han buscado una original vuelta de tuerca hasta lograr un nuevo origen para reflotar la saga con sabia nueva; c) Quieren pasta. Viendo como han ido las carreras tanto del director como de sus tres protagonistas desde aquella tercera entrega, creo que ya tenemos un ganador.