R3sacón (2013)


¡Viva las Vegas!

Parece ser que, en los tiempos que corren, lo mínimo que se le puede exigir a una cinta de éxito es una trilogía. Lógicamente si la cosa sigue funcionando luego le seguirá una nueva trilogía, algún reboot, varias precuelas y, cuando el suflé empiece a bajar, por qué no una serie de televisión. Qué demonios, ¡que sean dos! ¡Y una de ellas con dibujos animados! Resulta evidente que Resacón en las Vegas (2009) es una película que encaja a la perfección en el contexto “cinta de éxito”, así pues su secuela no se hizo esperar y todos teníamos, más o menos claro, que la tercera parte iba a caer tarde o temprano. Pues bien, ya la tenemos aquí. Pero si en la segunda parte llamada Resacón 2 ¡Ahora en Tailandia!, los responsables del film se limitaron a sablear la cinta original, con más o menos fortuna, limitándose a añadir una nueva localización, más salvaje que la anterior si cabe; en esta tercera película de la saga la intención ha sido la de cambiar la dinámica de los dos films anteriores (esa de que los protas se levantan con una resaca de tres pares de narices e intentan reconstruir lo sucedido durante la noche anterior). Efectivamente con este tercer film han invertido la dinámica, y lo han hecho con la finalidad de poder seguir haciendo exactamente lo mismo aunque, lamentablemente, con peores resultados.



En esta tercera entrega encontramos que Alan (el gordo de la barba) está peor que nunca y sus amigos (el guapo, el pardillo del diente y el tipo que siempre desaparece) deciden ayudarlo emprendiendo un viaje que se verá abruptamente cortado cuando un clan mafioso se cruce en su camino. Y es que resultará que los gangsters están tras la pista del Sr. Chow (el chino hijoputa) con el que “el gordo de la barba” todavía mantiene contacto. Total, que los malos secuestrarán al “tipo que siempre desaparece” y exigirán a los otros tres que encuentren al “chino hijoputa” antes de tres días o de lo contrario el rehén pillará cacho. 

Y ustedes se preguntarán: ¿dónde está el alcohól?, ¿dónde está la droga?, ¿dónde están las prostitutas? Pues lo cierto es que yo también me lo estuve preguntando durante un buen rato, pero ya les he advertido que, en esta ocasión, la dinámica ha cambiado (ha cambiado para no cambiar nada, más exactamente) y el resultado final se resiente una barbaridad. La otra dinámica que cambia en la peli es la de los roles del grupo propiamente. Si en las dos entregas anteriores el personaje más protagonista era el “guapo”, seguido por el “pardillo del diente” y con el “gordo de la barba” como contrapunto cómico, lo cierto es que en esta tercera parte este último se hace el dueño total y absoluto de la cinta lo que provoca que el conjunto aumente en hilaridad pero, curiosamente, caiga en picado en humor. Cabe decir que también aumenta lo suyo en protagonismo el “chino hijoputa” mientras que, en esta ocasión, el “guapo” queda en un segundo plano y el “pardillo del diente” apenas tenga peso dentro de la historia (con lo que molaba que lo putearan en las entregas anteriores).


En R3sacón repite toda la pandilla, Todd Phillips a la dirección y guiones y los actores Bradley Cooper, Ed Helms, Zach Galifianakis y Ken Jeong, lo cual puede ser porque: a) se lo pasan muy bien trabajando juntos y confían plenamente en el proyecto; b) cada vez que los productores desean hacer una nueva entrega aparcan un camión con dinero frente a la puerta de sus casas; c) las dos anteriores. Yo apostaría por esta última opción. Como jefe mafioso encontrarán a John Goodman e, incluso, la cinta también se permite más de un momento nostálgico y auto paródico, como por ejemplo el de recuperar brevemente al personaje de Heather Graham que ya habíamos visto en la primera entrega.


Personalmente me reí bastante con la primera parte. Me pareció divertida, gamberra, con un punto de mala leche atrayente y unos personajes que funcionaban. La segunda parte no fue más que una mera repetición lo que llevó a que el efecto se diluyera enormemente, aunque conservaba algún buen gag, a pesar de no resultar nada del otro jueves. El mayor problema de esta tercera parte ya no es que no haga gracia, es que aburre soberanamente. En esta ocasión el orden de los factores sí altera el producto, y de qué manera. Dar tanto protagonismo a dos contrapuntos cómicos como “el gordo de la barba” y “el chino hijoputa” es un error, el otro es el de pretender cambiar el eje central de la historia (el resacón) con una trama absurda, sosa y a medio camino entre el thriller y la pantomima, que no logra satisfacer ninguna de las expectativas que se pueda llegar a generar un espectador de este tipo de productos. La película es mala, y en algunos momentos llega a ser muy mala, llegando a provocar bastantes más bostezos que risas. Por cierto no se levanten nada más empezar los títulos de crédito. Lo mejor de la cinta llega después dejándote con la sensación de lo que pudo haber sido y no fue.


Resumiendo: En su segunda entrega se agotó la fórmula. En esta tercera se ha agotado la saga, y de la peor manera.

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