Mientras duermes (2011)

Mr. Sandman, give me a dream.

Viendo al perturbado personaje protagonista de la cinta Mientras duermes andando a sus anchas por el apartamento de su víctima, mientras ella todavía no ha llegado del trabajo, preparándole toda una serie de trampas para lograr sacarla de sus casillas, me vino a la mente la tierna Amelie Poulain haciendo algo bastante parecido al tendero de su barrio con la firme intención de darle una buena lección. Lo divertido es que los personajes de César y Amelie no pueden resultar más antagónicos el uno con el otro. Porque mientras ella era todo jovialidad, aquí estamos frente a un personaje protagonista desdichado hasta límites insospechados, cuya única finalidad en esta vida es la de arrastrar a cuantos le rodean hacia su incapacidad para alcanzar la felicidad. Lo habrán notado ya, estamos ante un muy buen personaje protagonista.

César es el portero de un edificio que bajo una máscara de amabilidad, con los vecinos por los que trabaja, esconde una personalidad de psicópata bastante chungo. De hecho, el pasatiempo preferido de nuestro hombre es el de colarse, sin ser visto, en el apartamento de una guapa vecina por la que siente una fuerte atracción. La cosa se complicará cosa mala cuando empiece a entrar en el piso de la chica, de noche, estando ella dentro, durmiendo plácidamente en la cama sin sospechar que alguien la vigila. Para colmo la hija de uno de los vecinos descubre a César y empezará a chantajearlo a cambio de no ser descubierto.

Peli dirigida por Jaume Balagueró, el director patrio de género más internacional, que vuelve a la carga con una cinta de terror/thriller psicológico bastante conseguida, con un prota que mola lo suyo y una prota cada día más guapa. Él es Luis Tosar, todo un crack a la hora de meterse dentro de la piel de personajes complejos, que construye un César a medio camino entre un palurdo con pocas luces y un meticuloso y despiadado criminal. Ella es Marta Etura, en el papel de la víctima que empieza desprendiendo luz por cada uno de los poros de su piel, por más cucarachas que la estén rodeando, y que, poco a poco, irá languideciendo ante las circunstancias que le sucederán. Además en la película también encontrarán a Alberto San Juan en el papel de novio despechado.

De psicópatas con ganas de liarla parda los hay a patadas (únicamente tienen que coger los periódicos). Pero el verdadero punto fuerte de la cinta es que en lugar de colocar al espectador del lado de las víctimas, con la sospecha de que algo o alguien se esconde en las sombras, cuyo máximo objetivo sea el de descubrir a tiempo al culpable e intentar lograr que deje de amargarnos la existencia, la peli lo que hace es colocarse del lado del acosador. Para que nos entendamos, es como si en La semilla del diablo, en lugar de que la protagonista hubiera sido Mia Farrow, fueran sus vecinos. De este modo el espectador cuando más sufre no es cuando el portero entra en casa de los vecinos sin permiso, al contrario, es cuando el tipo está a punto de ser descubierto.

A pesar de que alguna de las cosas que ocurren en el film resulten un poco cogidas con pinzas, lo cierto es que termina resultando ser una buena cinta, con una gran secuencia de suspense y una sencillez estructural que termina resultando ser todo un punto a favor en lugar de jugar en su contra, como podría ser de esperar. Personalmente le eché en falta un punto más de maldad, ya que no termina de resultar una película todo lo insana, sórdida y enfermiza que se podría llegar a intuir en su arranque.

Resumiendo: Buen thriller psicológico que provocará que más de uno mire debajo de su cama antes de irse a dormir.

1 piquitos de oro:

Old Fart dijo...

¿Le echaste en falta un punto más de maldad para que resultara más insana, sórdida y enfermiza...?
¿Has considerado una visita al loquero?¡JA, JA, JA!

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