El niño de la bicicleta (2011)


No importa donde vayas, te encontraré

En el cine hay dramas que suelen retratar la cruel realidad que viven algunas personas, marcada la mayoría de las veces por su paupérrima situación económica o por las relaciones en su vida familiar. Pero si a esto le unimos que los protagonistas sean jóvenes nos acercamos mucho a las películas de los hermanos Luc y Jean-Pierre Dardenne, partidarios de un cine en el que casi no hay espacio para la alegría debido a su acercamiento al lado más pesimista de la vida. Sin una banda sonora que acompañe a sus historias y con cámara en mano, los Dardenne se basan en la entrega total de sus actores a los que parecen perseguir, consiguiendo de ellos unas interpretaciones brillantes y creíbles, logrando que el espectador tenga un choque emocional debido a la tensión y sentimientos que sus historias provocan. Desde su impresionante ópera prima, La promesa (1996), han ido cosechando premios, obteniendo casi en cada film un merecimiento en el Festival de Cannes, como la Palma de Oro que recibieron por Rosetta (1999) (en mi opinión un film sobrevalorado) y El niño (2005). Con su reciente trabajo, El niño de la bicicleta (2011), han conseguido el Gran Premio del Jurado de ese mismo festival y han recibido muy buenas críticas, y en esta ocasión han optado por contar la historia de un niño llamado Cyril, el personaje más joven de todas sus películas e increíblemente interpretado por Thomas Doret.

Grandes momentos de la tv (XXXI)



V. (1983).

Bonus track:

El bazar de las sorpresas (1940)


Sonrisas y lágrimas

En la vida podemos tener momentos de alegría o de tristeza dependiendo de lo que nos toque vivir, y en el film El bazar de las sorpresas (1940), producido y dirigido por el maestro Ernst Lubitsch, uno percibe ambas sensaciones de forma natural y prodigiosa viendo simplemente la rutina laboral de los trabajadores de un bazar, llamado Matuschek y Compañía, situado en Budapest a la vuelta de una esquina. Esto lo consigue hacer de manera brillante el maestro Lubitsch con la ayuda del guionista Samson Raphaelson basándose en una obra de un tal Nikolaus Laszlo. Juntos trabajaron en nueve películas y en esta en concreto, aunque el espectador esté casi todo el metraje con una sonrisa dibujada en el rostro, supieron combinar a las mil maravillas un humor a veces sarcástico y otras sutil con una historia de amor y un cierto dramatismo. Pero para ser justos con este clásico del cine habría que hacer referencia a tantos detalles que el texto resultaría demasiado extenso.

Green Lantern (2011)

Lo verde empieza en las estrellas.


Me imagino a un directivo de la Warner analizando la cartera de superhéroes de DC para decidir cual será el próximo personaje de la editorial en dar el salto a la pantalla grande, porque hay que aprovechar ahora que las adaptaciones de cómics vuelven a estar de moda y a dar dinero a mansalva. Se detiene en una hoja del carpesano (si, yo Hollywood me lo imagino así) y preguntando a su ayudante por cierto enigmático personaje de traje verde. Es Green Lantern, señor, su poder es el de crear cuanto imagina gracias a un poderoso anillo que recarga en una extraña lámpara verde alienígena. El directivo pone cara de no entender un ápice de lo que le está hablando y se limita a preguntar si la cosa dará dinero. El ayudante le responde que a pesar de no tratarse de un Superman o un Batman, sí que es un personaje popular de segunda línea, al estilo de Wonder Woman, Flash o Acuaman; además el protagonista de una de las series de más éxito del momento, The Big Bang theory, suele llevar una camiseta del personaje. Finalmente el directivo coge el teléfono y encarga el proyecto: quiero a un actor guapo y medianamente popular para el protagonista, a una jamona para hacer de la chica de la que se enamora el héroe, quiero un actor reputado, a poder ser con un Oscar en su haber, que esté en horas bajas, para interpretar al malo de la película, quiero a un director que haya tenido algún éxito importante pero que no esté pasando por su mejor momento debido a algún bache comercial para asegurarnos de que acepte el proyecto, y quiero una habitación pintada de verde para rodar la mayor parte de la peli mediante croma y así ahorrarnos algo de pasta. Ah, ¡y lo quiero para el verano!

Another Year (2010)


La vida nos da sorpresas, sorpresas nos da la vida

Hay directores que tienen un don a la hora de sacar lo mejor de los actores con los que trabajan, exprimiendo cada sentimiento de su potencial interpretativo, y uno de ellos es el británico Mike Leigh, que con su última película, Another Year (2010), no ha perdido la oportunidad de volver a demostrar su facilidad para introducirse, de forma natural, en los dramas personales de individuos que necesitan mucho cariño y cuya fragilidad les impide seguir hacia delante. Sin embargo, en cuanto al desarrollo de la historia, en las primeras secuencias uno tiene la sensación de que está viendo una película muy correcta y con alto nivel interpretativo pero que lo que ve de la vida de los personajes tampoco es que le interese mucho, ni parece que el ritmo pausado de la acción sea un buen respaldo. Pero Leigh tiene mucho talento y lentamente la trama va cogiendo momentos con más interés, sobre todo por la triste situación en que se encuentran algunos personajes, como por ejemplo el de Mary, que recuerda, por su manera tan expresiva a la hora de hablar y tan inestable emocionalmente, el papel que Brenda Blethyn desempeñó, de manera impecable, en la majestuosa Secretos y mentiras (1996). Esta solitaria y apenada mujer es interpretada de forma tan real por Lesley Manville que la evolución de su personaje irá adquiriendo más peso en la trama y al espectador le resultará imposible de olvidar.

Esclavas del Espacio (Slave Girls from Beyond Infinity, 1987)

¿Qué hace una chica como tú en un planeta como éste?

Hay quien mira al cielo nocturno, ve puntos luminosos y titilantes, y piensa en las estrellas, en la radiación electromagnética, en neutrinos y viento estelar. Otros alzan la vista hacia la bóveda celeste y piensan en naves espaciales, robots y esculturales chicas en bikini. Ken Dixon es un claro representante de esta segunda tendencia al haber dirigido, guionizado y producido Esclavas del Espacio, una serie B de ciencia ficción protagonizada por una hembra cuyos pechos merecerían ser estudiados por los astrónomos durante décadas (nos referimos a la insigne delantera de Elizabeth Kaitan).

Cowboys & Aliens (2011)


Centauros de las galaxias.

El western es un género al que, a menudo, le ha gustado romper las encorsetadas reglas de su propia idiosincrasia para ponerse a coquetear con otros estilos. De este modo, al western, se lo ha mezclado con la comedia más alocada (Sillas de montar calientes), el musical (La leyenda de la ciudad sin nombre), la ciencia ficción (Atolladero), la animación (Rango), el terror (Billy the Kid vs. Dracula), el cine erótico (Wild gals of the naked west de Russ Meyer) e incluso el cine más independiente (Dead man) y de autor (Condemor, el pecador de la pradera) no han podido evitar meter sus garras en él. Ahora nos llega un nuevo cocktail (¿molotof?), en el que al pobre western lo meten de lleno en una peli plagada de simpáticos visitantes espaciales con ganas de marcha, acción a raudales y un sentido de la aventura algo más atropellado de lo que estábamos acostumbrados a ver dentro del género.

Los lunes al sol (2002)


El paro nuestro de cada día

El paro forma parte de nuestras vidas desde hace mucho tiempo y parece que sea una plaga que se va extendiendo cada vez más y más. En el cine ha sido un tema muy recurrente, tanto en películas de ficción como en documentales, como en el tercer trabajo de Fernando León de Aranoa, Los lunes al sol (2002), en el que vemos la dura realidad de unos tipos que fueron despedidos unos años atrás del astillero donde trabajaban y que cada día se encuentran en el bar de un amigo, al que también echaron del mismo trabajo pero que con el dinero de la indemnización se arriesgó a montar el local. Este film es el tercero en la carrera del director español, y el más premiado, con nada más y nada menos que cinco Goyas (mejor película, director, actor, actor secundario y actor revelación) y la Concha de Oro en el Festival de Cine de San Sebastián.

Quesito Rosa. 5º aniversario.


El club de los cinco.


Pues al final ha resultado que, a lo tonto a lo tonto, esta página, su humilde servidora, ha logrado llegar hasta la friolera cifra de cinco años en activo. Con ello, según apuntan las estadísticas, hemos logrado superar con creces la media de vida de un blog, algo que nos llena de júbilo, alegría y congratulación, y que, prácticamente con total seguridad, terminará desembocando en una maratoniana jornada de alcohol y desenfreno por parte de sus responsables. ¿O acaso se pensaban que lo celebraríamos encerrándonos en una pequeña sala de cine para poder degustar alguna cinta muda en blanco y negro de nacionalidad centroeuropea producida durante la primera mitad del siglo XX?. Bueno, elprimerhombre quizás si.

Ray dando a conocer la noticia del 5º aniversario de quesito rosa.

Han sido cinco años llenos de críticas cinematográficas que, con el tiempo, se han ido alargando hasta límites insospechados (parecía que estuviéramos cobrando por palabra escrita); críticas de la programación televisiva y de series (género que ha ido ganando en importancia a lo largo de estos cinco años de vida); de alocadas encuestas que ustedes tenían a bien de contestar; de las malas lenguas de los famosos más especializados en meterse en camisas de once varas; de pasatiempos cinéfilos; de especiales sobre nuestras anuales visitas al festival de Sitges (que incomprensiblemente nos consideraron miembros de la prensa seria y nos facilitaron acreditaciones); de divertidas tiras cómicas, de echar la vista atrás para recuperar los grandes momentos de la televisión, los grandes monólogos del cine y la terrorvisión más impactante; e incluso nos metimos en el apasionante mundo de las ondas realizando un programa de radio semanal de una hora de duración en una emisora que estuvo tres temporadas en antena. Todo esto, claro está, por no contar lo de que tenemos una cuenta en facebook y otra en twitter, como todo buen hijo de vecino.

Ray emocionado por el quinto aniversario de quesito rosa.

Y es que la voluntad del quesito rosa siempre fue el de la variedad (porque en ella está el gusto). De este modo, los tres miembros encargados de la página nos repartimos las labores, recayendo sobre elprimerhombre las críticas a los grandes clásicos del cine y a las películas más independientes y de autor (es nuestro crítico más serio y el único capaz de deletrear Tarkovsky sin titubear); en el jefe Dreyfus (antiguo elputocriticón) las películas más actuales y de estreno y las novedades de la pequeña pantalla (capaz de tragarse los bodrios más aberrantes con la única finalidad de constatar que, efectivamente, estamos frente a un bodrio aberrante), todo ello plagado de una fuerte carga de irreverencia; y en el señor Cecil B. Demente el cine más de culto, pasando por el fantástico, la ciencia ficción y la serie B (y si puede ser todo lo anterior junto y mezclado, pues mejor que mejor), que, incluso, acabó sacando a relucir las excelencias de una filmografía tan desconocida como la checa.

Además, como los más fieles del lugar ya sabrán, existe una cuarta figura vital para el blog, que funciona a medio camino entre gurú espiritual y víctima propiciatoria. Lógicamente estamos hablando del gran Ray Liotta, nuestro actor fetiche sobre el que solemos descargar toda nuestra mala leche a la mínima que tenemos ocasión. A lo largo de estos últimos cinco años nos hemos metido con él todo lo que hemos podido y un poquito más. Muchos sois los que nos habéis preguntado el porqué de nuestra fijación enfermiza hacia tan singular personaje. Nuestra respuesta al respecto siempre ha sido la misma: ¿Y por qué no? Ray siempre estará en nuestros corazones, nuestras plegarias y nuestro punto de mira. De hecho siempre nos ha gustado considerarlo como el cuarto miembro del quesito rosa. Un miembro cangrenado, eso sí.

Ray a la mañana siguiente de salir a celebrar el 5º aniversario del quesito.

Poco más que decir, excepto gracias. Gracias a todos los que han entrado en esta página en alguna ocasión (la gran mayoría atraídos por el nombre del blog buscando sexo gay, todo sea dicho) y muy especialmente a los parroquianos habituales que nos siguen y a quien seguimos. Son ustedes, al fin y al cabo, la auténtica razón de peso por la que seguimos aquí, actualizando semana tras semana, con las mismas ganas y energía que el primer día en que arrancó este blog, allá por el año 2006. No sabemos cuánto tiempo de vida le queda a este blog, lo que está claro es que mientras dure seguiremos dando guerra. Y nos gustaría terminar ofreciéndoles, de forma absolutamente altruista, un último consejo final para que les guíe en su camino de la misma forma que guió el nuestro. Recuerden, "Si lo construyes, él vendrá".

Gracias y, como siempre, nos leemos.

Somewhere (2010)

Stephen Dorff se aburre.

Una chica lista ésta Sofia Coppola. Siempre ha resultado hábil a la hora de llevar las historias que nos cuentan sus películas a su terreno (ya sean películas actuales como Lost in translation o, incluso, tratándose de films de época, como Maria Antonietta). No obstante, deberá ir con cuidado en el futuro de no abusar de su “habilidad”, para no acabar cayendo en una constante repetición de métodos y formas, algo que ya se empieza a percibir en su último trabajo: Somewhere.

Grandes monólogos cine (XX)



Parte del brillante monólogo final de Léolo (1992), de Jean-Claude Lauzon.

"Porque sueño, yo no lo estoy
Porque sueño, sueño
Porque me abandono por las noches a mis sueños antes de que me deje el día
Porque no amo, porque me asusta amar
Ya no sueño, ya no sueño (...)"

Mientras tanto, en Twitter...

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