Grandes monólogos cine (XXIII)



Esta escena de Lo que el viento se llevó (1939) seguramente sea el monólogo por antonomasia de la historia del cine.

"(...) A Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre (...)"

1 piquitos de oro:

Möbius el Crononauta dijo...

¡No hay nada más mítico!

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