Misfits. 1ª y 2ª temporadas.

Los Super Ni-Nis.
 

¿Qué ocurre cuando un tal Peter Parker, de pronto, consigue unos increíbles super poderes y se convierte en Spiderman? Pues que, a pesar de que en un principio el muchacho opta por hacerse el chulito y utilizarlos para beneficio propio para conseguir importantes sumas de dinero, con la muerte de su tio Ben a manos de un delincuente común que podría haber detenido horas antes, el chico, comprenderá que sus asombrosas habilidades deberán ser utilizadas para hacer el bien y ayudar a los demás. Moraleja: Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Pero ¿qué sucede cuando un grupo de holgazanes ni-nis ingleses, inadaptados sociales, consiguen unos extraordinarios poderes? Pues nada, no ocurre nada. Ellos seguirán con sus vidas anodinas sin ningún tipo de ambición en convertirse en algo que no son. Bueno, como mucho puede ser que por el camino se carguen a su supervisor social, pero poco más. Moraleja: Ninguna. Aquí no hay moraleja. Esto es Misfits.


En la serie, cinco adolescentes con evidentes problemas de conducta, son condenados a trabajar en uno de esos programas de servicios a la comunidad que constituyen una alternativa light a una posible entrada en prisión. Sus trabajos consistirán en limpiar graffitis, recoger basura y, en general, ayudar en el centro cívico del barrio. Pero una extraña tormenta provocará que un misterioso rayo los alcance de lleno otorgándoles unos fascinantes poderes. El problema es que no serán los únicos afectados y los jóvenes deberán enfrentarse a su supervisor convertido en una especie de bestia salvaje/zombie/devoradora de carne empeñado en darles caza, con lo que deberán unir esfuerzos para lograr salvarse. A medida que la serie avance iremos conociendo a más afectados por la tormenta que, como ellos mismos, también han sido dotados de sorprendentes poderes.
Los cinco protagonistas de la serie son: Curtis, todo un atleta que entrenaba duro para lograr entrar en las olimpiadas de Londres 2012, hasta que fue pillado por posesión de cocaína y fue expulsado del programa olímpico. Su poder es el de poder retroceder en el tiempo y así cambiar los acontecimientos del futuro, aunque no puede controlarlo a voluntad. Kelly es una choni de cuidado, claro ejemplo del fracaso estudiantil, especialista en meterse en broncas y que demuestra unos más que evidentes problemas para expresarse y vocalizar debidamente. Su poder es el de leer la mente a cuantos le rodean. Simon, un tipo cuya timidez lo convierte en una especie de inadaptado social, con tantas inseguridades y miedos que provoca que sus compañeros del programa de servicios a la comunidad sean lo más parecido que haya tenido jamás a unos amigos de verdad, a pesar de que siempre se estén riendo de él. Comparte poder con Sue Richards de los 4 fantásticos, pudiendo hacerse invisible siempre que lo desea. Alisha es una atractiva joven a quien le gusta vestir de forma provocativa y que obtendrá el poder (por decir algo) de hacer que todo aquel que entre en contacto físico con ella sienta una irrefrenable necesidad de desearla y querer acostarse con ella. Y por último, pero no menos importante, Nathan Young. Nathan es un auténtico cretino de lo más irritante, un obseso sexual y, en general, un tipo que resulta tan ofensivo y a tantos niveles que uno no puede evitar sentirse inmediatamente atraído por su persona. Su don es el de decir siempre lo menos oportuno en el momento más inadecuado, sin importarle nada lo que los demás puedan pensar de él, algo que suele comportar que se meta en continuos altercados. A diferencia de sus compañeros, en Nathan, no aflora un poder de manera inmediata aunque, como él mismo afirma, tiene un poder porque "lo siente en las pelotas".

Alguien que no sepa de qué va Misfits podría llegar a pensar: ¡Oh, no! Otra serie de jóvenes con poderes que juegan a ser superhéroes, mejor me levanto del sofá y me arrojo por la ventana. Es comprensible, más si cabe, después de ver como degeneró la, en un principio muy interesante, Héroes, por no hablar de la española Los protegidos. Pero lo cierto es que Misfits juega en una liga absolutamente distinta. Lo que tenemos aquí es una serie totalmente irreverente (y orgullosa de serlo) que nos muestra a unos parásitos de la sociedad inglesa a quienes se les otorga unos poderes que no merecen ni desean y que prescinden de realizar cualquier tipo de acto heroico con ellos más allá de el de salvar su propio trasero.

Lo cierto es que la serie parece hecha con cuatro duros. Aquí no hay ningún tipo de poder espectacular que requiera de grandes efectos especiales y la ambientación es más bien tirando a pobre, repitiendo escenarios una y otra vez (esos edificios que se ven a lo lejos terminan resultando ser una especie de marca de identidad de la serie). Pero es que el verdadero punto fuerte está en la creación de personajes, tanto principales como secundarios, que provocan que termines cada capítulo con ganas de matarlos y abrazarlos, al mismo tiempo, a todos ellos. Y por encima de todos ellos un Nathan Young en un continuo estado de gracia que logró arrancarme sonoras risotadas a base de ir soltando incorrecciones de manera reiterada (personaje que, incomprensiblemente, parece ser que no aparecerá en la tercera temporada que acaba de empezar en el Reino Unido). Los otros puntos fuertes son las tramas, a medio camino entre el humor absurdo y el drama social, donde se nos presentan personajes y situaciones hilarantes a raíz de la tormenta que, al parecer, fue otorgando poderes al tun tun; y el ritmo de crucero que la serie parece mostrar en ciertos momentos. Mención aparte merece su banda sonora plagada de temazos fácilmente reconocibles. Obviamente si uno quiere buscarle las cosquillas a las tramas puede encontrárselas fácilmente, con abundantes cabos sin atar, piezas que no acaban de encajar y resoluciones de capítulos cogidos con pinzas, pero no hacerlo será el precio que deberán pagar para disfrutar debidamente de esta pequeña joya de la televisión inglesa.

Resumiendo: Irreverencia y super poderes para una fantástica serie que engancha por sus personajes y agilidad. Y, claro está, sus continuas salidas de tono...

1 piquitos de oro:

Programas a medida Cádiz dijo...

Buen aporte gracias por la información.

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