Predators (2010)

Coto privado de caza.


Cada vez que un productor de Hollywood, por muy Robert Rodriguez que sea, asegura querer reflotar una antigua franquicia de gran popularidad en tiempos pasados, dándole un nuevo enfoque y adaptándola a nuestros tiempos, muere un hada en alguna parte. En Predators, se pretende seguir la historia donde se quedó después de la primera entrega (la de Schwarzenegger) obviando la secuela con Danny Glover que transcurre en la gran ciudad (como la mayoría de secuelas) y los dos posteriores crossovers junto a los Alien. Incluso en la película se hace una referencia a la primera película Depredador, cuando uno de los personajes asegura reconocer a los predators, contando a sus compañeros de grupo que un hombre logró vencer a uno de ellos en 1987 revolcándose en el fango. De hecho, no será la única referencia a la película original, ya que esta secuela se dedica a calcar literalmente alguna de sus escenas, como aquella en la que el indio decide sacrificarse luchando él solito contra el predator mientras sus compañeros huyen a través de la selva. Efectivamente amigos, esto vuelve a suceder tal cual, cambiando, simplemente, la raza del tipo en cuestión.

La película empieza con un grupo de rudos mercenarios, cayendo en paracaídas sobre una frondosa selva. Nadie recuerda como han llegado hasta allí ni quien les ha traído, pero rápidamente empezarán a entender que deberán unir sus fuerzas ante una amenaza mayor, si desean salir con vida. La sorpresa irá en aumento cuando descubran que se encuentran en un planeta extraterrestre y que una extraña raza de alienígenas les sigue la pista para darles caza y captura. Convertidos en presas, han pasado de ser cazadores a cazados.

El personaje interpretado por Adrien Brody (pluriempleado este año hasta las trancas) se erigirá como líder del peculiar grupo compuesto, entre otros, por soldados, yakuzas, militares rusos, presidiarios y un doctor. El personaje del líder resulta especialmente odioso porque es de la clase de tipo que siempre quiere tener la última palabra, soltando demoledoras sentencias con la mirada fijada en el infinito, dando por acabada cualquier posibilidad de seguir con el diálogo que se estuviera manteniendo en ese momento (muy al estilo de Horatio en C.S.I. Miami o de algunos héroes de acción de la década de los ‘80). Personalmente, si hubiera sido uno de sus compañeros de batalla, en lugar de disparar a los predators me hubiera desahogado disparándole a él de la rabia que me llega a generar en ciertos momentos del film. Luego, por el contrario, está la figura del doctor, un patán absoluto entre tanta testosterona, al que le tienen que ir salvando la vida cada dos por tres. No obstante, cabe decir en su favor que el tipo es un absoluto genio, pues en la película se muestra capaz de reconocer el veneno que emite una planta existente en el planeta alienígena en el que, por supuesto, jamás había estado con anterioridad. Suponemos pues que su doctorado fue en horticultura extraterrestre, o algo por el estilo.

La primera conclusión lógica a la que nos lleva la película es que los peligrosos depredadores vistos en los anteriores films se han vuelto unos acomodados de cuidado. Los tios ya no se molestan ni en desplazarse hasta los planetas de sus víctimas para darles caza como ocurría en las entregas anteriores. ¡Que va! Ahora se los hacen llevar directamente hasta su planeta los muy comodones. Es cómo si yo desde mi casa encargo una pizza a domicilio. Seguro que existe algún tipo de empresa intergaláctica que te trae humanos a casa para que puedas darles caza. Pero es que, además, para colmo, los depredadores ya no se esfuerzan en perseguir a sus víctimas para cansarlas antes de entrar en acción. ¡Nada de eso! Ahora primero les sueltan los perros (perros alienígenas predators, por supuesto) para que les cansen para que así cuando los predators, muy señoritos ellos, entren en acción la peña ya esté falta de fuelle. Una desgracia. Para mi que la raza se está echando a perder. Como siga así la cosa el siguiente paso lógico es que los predators empiecen a cazar humanos en second live.

Los responsables del guión desvirtúan el aspecto cazador de los predators, incluyendo una lucha a espadas entre uno de los bichos, que renuncia a sus armas pesadas, contra una de sus víctimas. No me imagino yo a un cazador humano renunciando a su escopeta y entablando una lucha cuerpo a cuerpo contra una codorniz. Además, por si no bastara con los predators que ya conocemos, la película añade una nueva raza de predators a los que, a partir de este momento, pasaremos a llamar los super predators. Los super predators son cómo los predators que ya conocemos pero más grandes, más fuertes y con una mayor mandíbula. ¿Realmente lo que necesitaba la franquicia para resurgir de sus cenizas era una nueva raza de predators? Me limitaré a dejar la pregunta al aire.

La película Depredador de John McTiernan era una gran película de acción, con un sólido guión, grandes escenas de lucha, una tensión que iba en aumento y un diseño del predator que ha permanecido inamovible durante más de veinte años (¡hasta que llegaron los super predators!). Es evidente que las cosas, entonces, se hicieron bien. Predators, de Nimród Antal (Blindado) es justamente todo lo contrario. La acción cae en el ridículo en varias ocasiones (tenemos grandes armas, pero mejor usemos esta mierda de hacha para luchar contra los malos); la dirección es tirando a muy pobre y los efectos especiales no están a la altura; el guión es un coladero, lleno de frases estúpidas, diálogos vacíos y situaciones rocambolescas, con personajes que aparecen y desaparecen cuando a los guionistas les da la real gana; no hay misterio, no hay tensión, no hay ritmo y resulta francamente imposible que el espectador se solidarice con los protagonistas. Y ya puestos a rajar, debo advertirles que la imagen más promocionada de la película, la de Adrien Brody como blanco de varias mirillas de armas de predators, ni siquiera aparece en el película. ¡Toma ya!

Resumiendo: ¿Alguien más siente deseos de mandar a los responsables de la película al planeta de los Predators?



Leer critica Predators en Muchocine.net

Herois (Héroes, 2010)


Aquellos maravillosos años

La nostalgia suele ser un viaje al pasado un tanto agridulce ya que se recuerdan buenos momentos que nunca volverán. En mi caso, cuando revivo en mi cabeza la infancia o la adolescencia siempre se me dibuja una sonrisa en el rostro, como me ocurrió viendo la última película de Pau Freixas, Herois (Héroes, 2010), donde se rememoran unas vacaciones de unos chavales allá en un verano de los 80, con un claro homenaje a aquellos maravillosos años. El director, como Albert Espinosa, coautor del guión junto con él, creció en aquella época (igual que un servidor) y ha comentado que se considera heredero del cine de Zemeckis, Spielberg y Lucas, y viendo la película nos resulta bastante obvio ya que nos acordamos enseguida de Cuenta conmigo (1986), Los Goonies (1985), E.T. (1982), hasta de La selva esmeralda (1985), aunque únicamente por una escena en concreto, y de la mítica serie Verano azul (1981).


Lo que ocurre es que parece que se ha querido conseguir un argumento propio con cosas típicas que ocurrían en aquellas películas juveniles de aventuras, sin tener nada nuevo que mostrar, salvo algunos sucesos autobiográficos del propio Freixas, como que los padres del chico protagonista ya no viven juntos y tenga que acostumbrarse a vivir con la nueva pareja (Lluís Homar) de su madre (Emma Suárez). De ahí que uno se espere casi todo lo que va a ocurrir, aunque la película está planteada en dos historias paralelas de diferentes etapas de la vida: a parte del recuerdo de aquel verano inolvidable en el que los protagonistas son cinco chicos de doce años (Ferran Rull, Alex Monner, Mireia Vilapuig, Joan Sorribes i Marc Balaguer), también conoceremos a un tipo que tiene una agencia de publicidad (Álex Brendemühl) que debe de ir a una importante reunión, y que por el camino encontrará a una chica (Eva Santolaria) que se dirige andando con una mochila a una cita también importante. Ambos personajes serán fundamentales para la historia, pero no se puede comentar nada más porque en cualquier sitio de internet, como en la misma web de una de las productoras, Media Films, se expone un argumento que ha hecho formularme tres preguntas: 1. ¿Se me ha escapado algo de la historia? 2. Si no es así, ¿cómo es posible que el argumento sea ese? 3. ¿O es que es un fallo enorme de guión?. Y me gustaría saber algo más: ¿Pau Freixas y Albert Espinosa son conocedores del argumento que se lee por internet? ¿Y si es así, están de acuerdo?


Dejando este detalle aparte (y eso que es de lo más fuerte que me he encontrado en mucho tiempo), hay que decir que con todos los alicientes que tiene la película es normal que caiga simpática a los espectadores, como en el pasado Festival de Malága, donde, aparte del Premio al mejor Vestuario, recibió el Premio del Público. Y sobre todo lo será para la gente de nuestra generación, que disfrutó mucho con esas entretenidísimas películas llenas de aventuras y diversión a raudales; pero por mi parte eso no basta. La historia podría haber tenido muchísima más miga, basándose más en las historias de pandillas, o con muchas más aventuras. Mientras la estaba viendo (tristemente era el único en la sala, aunque fue en la primera sesión), me daba cuenta de que cada fotograma de la historia de los chicos quería ser fiel a esa época, casi calcando la fotografía de películas tan míticas como las mencionadas E.T. o Cuenta conmigo. Y eso tiene su gracia, no lo pongo en duda, pero da lugar a que no sorprenda nada, sólo que sirva como efecto de simpatizar con el espectador más nostálgico. Y para conseguir un resultado mayor, la música de Arnau Bataller también intenta hacernos recordar o meternos más en esas historias que tanto conocemos, aunque en algunos momentos la banda sonora se utilice demasiado. Pero es un acierto utilizar temas como Ti amo, de Tozzi, Big in Japan y Forever Young, de Alphaville, o Last dance, cantada por Donna Summer.


Además, en la película hay mucho material expuesto que sirve como componente fundamental para poder hacer una buena peli de aventuras, algo que se podría haber conseguido con creces. La misma historia de la cabaña con poderes especiales que se encuentra en un árbol está bien utilizada como meta para los pequeños protagonistas, que además se hacen llamar "Los pequeños" para una carrera que se va a hacer para a ver qué pandilla de chicos se queda ese año con la cabaña. Y es en este preámbulo donde entra el típico chico que no tiene amigos, con gafas grandes y maleta en la espalda, que ha sido echado de varios grupos (como Los Pijos, Los Heavys, Los Punkis, o Los de las bicis del norte) y que será bienvenido en el grupo de Los pequeños, sobre todo porque les falta uno para poder competir. Esta nueva unión en la pandilla hará que la historia se amenice, pareciéndose aún más a Cuenta conmigo, pero con esto no se conseguirá el entretenimiento que uno podría llegar a creer viendo el tráiler de la película.


La interpretación de los chicos protagonistas es aceptable, acompañados por Nerea Camacho (la joven protagonista de Camino, 2008) como chica inalcanzable, de la que está enamorado Xavier (Álex Monner), el personaje principal. En su intento por intentar algo con ella veremos su primer beso, otra característica clásica de la adolescencia. Las interpretaciones de Emma Suárez y Lluís Homar son correctas, aunque su papel en la película no tiene mucha relevancia, salvo el personaje de Homar que tiene que hacerse respetar por Xavier (algo que ya se ha visto infinidad de veces en el cine, aunque sea parte de la vida personal de Freixas). El mejor, sin duda, es Álex Brendemühl, siempre partícipe de producciones poco convencionales y con una carrera bastante coherente.

Y la verdad es que Freixas y Espinosa han querido contar una historia amena, simpática, ingenua, y sobre todo nostálgica, pero, por mi parte, seguramente que si la historia no recordara a los años 80 no hubiera sonreído en ningún momento. Todo está planteado únicamente para recordar aquella época, y es que hasta a los niños protagonistas les hicieron ver, antes de empezar el rodaje, Los Gonnies, Regreso al futuro (1985), y Karate Kid (1984), pasando juntos dos semanas en una colonia infantil; quizás por eso la prensa los haya bautizado como los Goonies catalanes, aunque creo que con mucho menos carisma.


"Una historia nostálgica que cae simpática por recordar los maravillosos años 80, pero que podría haber tenido muchas más aventuras y mucha más miga en vez de intentar parecerse tanto a míticas pelis de aquella época, sin aportar casi nada nuevo"



Leer critica Héroes (herois) en Muchocine.net

Quesito Rosa en las ondas

Ustedes sabrán ya, amigos, que a los del quesito nos gusta meternos en follones varios. Así pues, después de un tiempo metidos en la crítica cinematográfica escrita con este blog (y van más de cuatro años ya), hace un par de años empezamos a colaborar con una emisora de radio local para poder llevar a cabo nuestro propio programa radiofónico dedicado al cine y a la televisión.

Hoy, martes 26 de octubre, de ocho a nueve de la noche, empezamos en Ràdio Calella la tercera temporada del programa, donde analizaremos la cartelera cinematográfica, las últimas noticias relacionadas con el séptimo arte y las novedades de la pequeña pantalla. En definitiva, una hora a la semana para poder dar rienda suelta a nuestras sandeces habituales.

Es por eso que invitamos a todo aquel que quiera seguir nuestras andanzas en las ondas a escuchar el programa, ya sea en directo mediante la aplicación que hemos añadido de la emisora de radio, en la columna de al lado, o en diferido, mediante los enlaces a los programas que iremos colgando.

Muchas gracias a todos por estar siempre al otro lado y, como siempre, nos leemos (y ahora también escuchamos).


Tomacenta

Semana especial Festival Sitges 2010 (y V)

SUPER (2010)

¡RAYOS Y CENTELLAS!

Si Kick-Ass (2010), Defendor (2009) y Super fueran las tres mellizas, Super sería Teresa, la más inteligente de las tres, aunque a veces cueste distinguirla de las demás. James Gunn, un chiflado cineasta cuyos inicios se remontan a la productora Troma, nos trae su personal visión de cómo debe ser una comedia negra de superhéroes, y aunque el tema parece estar sobreexplotado, la verdad es que el tipo le pone suficiente energía, inventiva y mala leche, como para lograr que la cosa funcione, además de contar con un par de ases en la manga como Rainn Wilson (The Office) y Ellen Page (Juno), dos carismáticos actores que le otorgan un plus a la función. La historia es la de un tipo bastante vulgar que tras una revelación decide ponerse un traje de superhéroe y salir a la calle para partirle el cráneo a los malos. Si los Blues Brothers estaban en una misión de Dios, nuestro amigo que le golpea a la gente en la cabeza por colarse en el cine también. A partir de aquí, mucho humor y violencia a cargo de una ácida comedia que llega a los títulos de crédito sin defraudar.

I SAW THE DEVIL (2010)

LA VENGANZA ES UN PLATO QUE SE SIRVE CON ARROZ

Al ver esta película tenía la sensación de estar frente a uno de esos grandes hitos del cine de psicópatas, la cinta no carece de méritos para ello; tiene un buen duelo interpretativo, una opresiva atmósfera, una puesta en escena llena de inventiva, una tensión bien gestionada y un tema contundente, el de la venganza. La película puede alardear también de poseer algo que echan en falta muchas otras cintas de hoy en día, me refiero a un buen número de secuencias con la capacidad de impactar en el espectador, pero la crudeza y brutalidad de estas escenas terminan por eclipsar las demás virtudes del filme. La filmografía coreana es muy dada a la exageración, y I saw the devil posee unas explosiones gore demasiado recargadas, donde la ultraviolencia ejerce el efecto contrario a lo esperado y acaba por desdramatizar el relato. A pesar de ello nos encontramos con un filme que representa todo un valor seguro en un festival como el de Sitges, debido a sus innegables valores cinematográficos y a su condición de producto destinado a los amantes de emociones fuertes. Yo por mi parte confieso habérmelo pasado de miedo en la sala.

BLACK LIGHTNING (2009)

EL COCHE FANTÁSTICO

¿Es un pájaro, es Supermán, es Spider-man, o es Herbie? No, señores, ¡es un Volga que vuela a propulsión gracias a un nanocatalizador! Y llegará a las manos de un joven estudiante al que le sacará partido para su trabajo de repartidor de flores; pero se las tendrá que ver con el villano de la película que tiene otros motivos para utilizar ese nanocatalizador: conseguir perforar en los cimientos geológicos de la ciudad para conseguir unos diamantes. Ahí queda eso. Un simple argumento que ni siquiera sirve para intentar pasar un rato entretenido, salvo alguna escena de acción donde los efectos especiales del coche quedan bien resueltos. Y es que Black Lightning (Rayo Negro), de producción rusa, es una típica película con la que seguramente hubiera disfrutado en mi infancia, pero que ahora uno se da cuenta de sus fallos en el guión y de su sentido del humor tan sobado y malo. A todo esto, también hay que decir que es una gran copia del Spider-man antes mencionado por varios motivos, como que el protagonista tiene un amigo rico, el cual tiene una novia que le gusta, o como que nuestro héroe se convertirá en un nuevo justiciero gracias al Volga; y por muchos más detalles que no se pueden revelar (por si hay alguien interesado en verla). Curiosamente, ya se está preparando el remake norteamericano, que me da a mí que se parecerá más a Transformers (2007).

Semana especial Festival Sitges 2010 (IV)

JONAH HEX (2010)

CENTAUROS DE INSTITUTO

Se supone que Jonah Hex es un tipo rudo que refleja el lado más oscuro y desesperado de la naturaleza humana, pero eso solo es en apariencia. Hex tiene la cara desfigurada, viste un harapiento uniforme del Ejército Confederado y permanece en un estado de encabritamiento continuo, por lo que el espectador percibe que va a aniquilar a todo bicho viviente, pero en lugar de eso se hace amigo de un perro. La película es una perturbadora historia de venganza donde el protagonista va y consigue una mascota. El filme se esfuerza en suavizar su propio material elaborando una relectura inmadura de los convencionalismos del western, y dotando a la estética y a los personajes de un tratamiento de cómic de superhéroes, en el peor de los sentidos. Es como si alguien se hubiera asustado ante el verdadero potencial que posee el filme y hubiera pensado en reorientarlo para un público adolescente. La película, en definitiva, pierde continuamente el tono, toma las decisiones equivocadas y tiene un montaje de lo más trágico.

AMPHIBIOUS 3D (2010)

LA MALDICIÓN DEL ESCORPIÓN DE JADE

Desastroso título para una película con bicho, primero porque el 3D al que hace mención es bastante borroso y deslucido, y segundo porque el bicho en cuestión es un escorpión gigante, y eso no es lo que a alguien con unos mínimos conocimientos en biología le viene a la cabeza al leer la palabra “anfibio”. Brian Yuzna (Re-animator, El dentista) nos trae a Sitges una propuesta rancia y polvorienta, donde existe el intento consciente de realizar una cinta de serie B a la antigua usanza, un reto que el directo afronta sin talento, sin ganas, sin sexo y casi sin gore. Durante los primeros minutos del metraje vemos el único semidesnudo del filme, algo que el público celebró con entusiasmo, pero luego todos los asistentes caímos presas de un estado de apatía total por culpa de una película sosa, anémica y sin ningún tipo de subrayados interesantes. Al final, cuando el monstruo por fin es derrotado, el desinterés era tan generalizado que nadie aplaudió, y eso que en un festival como el de Sitges se celebran hasta los anuncios.

13 ASSASSINS (2010)

MASAJE CON FINAL FELIZ

Takeshi Miike (Audition, Ichi the Killer) no falta a su cita anual en el festival de Sitges, y lo hace más comedido que nunca, con una obra que conjura modernidad y clasicismo y que se ha llevado el gran premio del público. La trama se basa en una película de los años 60’s que retrata el Japón feudal y gira alrededor del shogunato y los samuráis. Al principio presenciamos un par de rituales de suicidio que sorprenden por la prudencia con que están filmados, porque Miike opta por dejar fuera de encuadre la parte más sangrienta de dichas escenas, lo que desconcierta viniendo de un realizador que se ha ganado el adjetivo de polémico a pulso. Pero tranquilos, los fans del Miike más canalla también están de enhorabuena, porque 13 Assassins es lo más parecido a un “masaje con final feliz”. Todo este autocontrol y moderación del que hablábamos se salda con una media hora final en que los 13 protagonistas del título se enfrentan a un ejército de 300 soldados, y donde la sangre brota a mansalva y las calles se llenan de cuerpos cercenados. Lo mejor de todo es que Miike realiza el hiperbólico clímax sin que el conjunto se resienta por ello, así que estamos ante uno de los peliculones que había que ver este año en Sitges.

Semana especial Festival Sitges 2010 (III)

ISOLATION (2010)

¿QUÉ ME PASA DOCTOR?

Cuando, justo antes de empezar la proyección, sus tres productores nos contaron a los asistentes que la película se había rodado con una cámara no profesional, como las que se pueden encontrar en algunas grandes superficies, reconozco que me temí lo peor (ya había tenido malas experiencias al respecto en el mismo festival). No obstante, el formato resultó adaptarse bastante bien a una historia muy pequeña, en la que la streaper/alumna de la tercera temporada de Californication se despierta en un hospital sin recordar que ha sucedido ni cómo ha llegado allí. Las vagas respuestas de los médicos sembrarán la duda en la protagonista a la vez que en el espectador, que empezará a ver que las cosas no acaban de cuadrar, con lo cual el thriller ya está servido. La película es pasable, consigue mantener el ritmo a pesar de los pocos escenarios y personajes e incluso está bien resuelta, pero no puede evitar que el espectador se huela el percal de la trama a kilómetros de distancia.

EL PERFECTO ANFITRIÓN (THE PERFECT HOST, 2010)

EN TU FIESTA ME COLÉ

Como protagonista encontramos al enclenque hermano pequeño del televisivo Fraiser, un David Hyde Pierce (en el fondo no tan alejado de su personaje catódico como quiere hacernos creer la publicidad de la película) que poco antes de dar una fiesta en su casa se verá asaltado en su propio domicilio por un ladrón de bancos, herido, que necesita esconderse unas horas de la policía. Lo que no sabe el ladrón es que su anfitrión no le pondrá las cosas nada fáciles. La película sale de un cortometraje del mismo autor. Quizás por eso uno termina teniendo la sensación de que a pesar de estar bien, la trama no da para una hora y media de metraje. De hecho, después de una buena, divertida y entretenida primera hora, la película se va al traste en su media hora final, donde pierde gran parte de su sentido. Una verdadera lástima.

MACHETE MAIDENS UNLEASHED! (2010)

QUEREMOS FILIPINOS NADA MÁS

Mark Hartley repite jugada, si en Not quite Hollywood (2008) nos descubría el delirante mundo de la serie Z australiana, con este ingenioso documental se marca otro paso de tango en favor de la filipina, una filmografía que durante los años 70’s y 80’s se caracterizaba por ilustrar como mujeres semidesnudas se enfrentan a los peligros de la jungla. Es de suponer que a muchos de los asistentes, entre los que me incluyo, se nos quedaron grabados títulos tan emblemáticos como The Big Doll House (1971) y T.N.T. Jackson (1974), o personajes de una bizarrez tan apabullante como Weng Weng, un actor filipino que, midiendo tan solo 83 centímetros de estatura, realizó una parodia de James Bond donde luchaba con espadas, volaba con una mochila cohete, hacía karate y enamoraba a las macizas de rigor (tal proeza se merece un buen video). Durante la proyección animaba el cotarro la presencia de Joe Dante (Gremlins), Roger Corman (El hombre con rayos X en los ojos) y el actor Sid Haig. Espero que nadie diera de comer a Joe Dante después de las doce, que ya saben cómo se pone.


Weng Weng rapping.

Semana especial Festival Sitges 2010 (II)

AMERICAN GRINDHOUSE (2010)

¡PECHOS FUERA!

Divertido y didáctico documental donde gente de la talla de John Landis, John Dante o Herschell Gordon Lewis, hacen un repaso de la historia del cine centrándose en el tesón de la humanidad por filmar temas tabú como el sexo, la violencia, las drogas o los partos. El viejo chiste dice que el cine exploitation vio la luz cinco segundos después de la invención del cine, que fue lo que tardó alguien en preguntarle a su novia si se desnudaría para la cámara. Y según comenta un divertido y sarcástico John Landis, la última película verdaderamente exploitation de los últimos quince años no ha sido ninguna de Quentin Tarantino o Robert Rodriguez, sino una de Mel Gibson: La Pasión de Cristo o, como él la llama, La matanza de Tejas de Jesús. De por medio, sexploitation, blaxploitation, nazisploitation y mil y una piruetas de las pequeñas productoras para darle al público lo que quiere, aunque no siempre lo pida.

TRIANGLE (2009)

EL BUCLE FANTASMA

Hablar de este espeso thriller temporal y mencionar a Los cronocrímenes es como envejecer; inevitable. No cabe duda de que ambas películas toman un par de decisiones claves muy parecidas, pero centrémonos en Triangle. La trama se sitúa en un trasatlántico en alta mar, donde un grupo de personas caen en un opresivo bucle temporal mientras son perseguidas por un misterioso asesino encapuchado (¡tachán!). La figura geométrica que da título al filme señala tres posibles caminos pero la película, en cambio, es de sentido único y no tarda en hacerse repetitiva. Hay un par de imágenes que son más rotundas de lo habitual en este tipo de productos y como ejercicio intelectual funciona bien, pero también es cierto que levanta pocas emociones en el espectador. El director Christopher Smith contaba, justo antes de la proyección, que él tenía en mente un filme de ciencia ficción que produjera el mismo efecto que Memento (2000), y ya saben cómo funciona esto. Si le dices a alguien que vas a contarle un chiste increíblemente gracioso, lo más probable es que le desilusiones.

VANISHING ON 7TH STREET (2010)

LUZ QUE AGONIZA

Cinta de terror apocalíptico donde la mayor parte de la humanidad ha desaparecido tras un apagón eléctrico. La premisa, sin ser muy original, tiene cierta miga y evidentes connotaciones alegóricas, pero Brad Anderson (El maquinista, Transsiberian) no tarda en desarrollar un suave paseo por los lugares más familiares del género y la cinta se convierte rápidamente en algo hermético, donde personajes y situaciones parecen sombras de otras películas. La noche de los muertos vivientes, Soy leyenda y El incidente, son algunos de los ecos que planean por un filme que se nos presenta tan vacío y apagado como el mundo que describe.

Semana especial Festival Sitges 2010 (I)

EL RESPLANDOR  (THE SHINING, 1980)

MI MARIDO ME PEGA

Sitges nos ha traído la versión americana de este clásico del terror, donde se incluyen 29 minutos de metraje que hasta ahora permanecían inéditos en Europa, lo que es una buena excusa para reencontrarse con esta obra maestra de Stanley Kubrick. El ambiente de un festival como el de Sitges convierte a una película tan representativa como esta, por muy de terror que sea, en comedia. Risas, vítores y aplausos, se produjeron durante la proyección, los más sonados cuando Jack Torrance espetaba frases del calibre de “¡Aquí está Johnny!” o “No voy a hacerte daño, sólo voy a aplastarte los sesos”. La histriónica interpretación de Jack Nicholson es probablemente lo que peor ha envejecido del filme, lo que en el contexto adecuado la puede hacer risible. Shelley Duvall, en cambio, en versión original y despegada del pésimo doblaje que todos odiamos, crea un frágil personaje que, con sus matices ridículos y su total ausencia de carisma, resulta más verosímil.

EL TIEMPO EN SUS MANOS (THE TIME MACHINE, 1960)

MIRANDO EL RELOJ

H. G. Wells, George Pal, una máquina del tiempo con forma de trineo, Weena y los Morlocks, qué ganas tenía de ver como lucía en pantalla grande toda la imaginería visual de esta fantasía victoriana, y es que debo confesar que siempre he sentido debilidad por esta trepidante aventura temporal, pero lo cierto es que la proyección en Sitges me dejó bastante frío. La copia no era de muy buena calidad y aunque los divertidos errores de apreciación y la ingenuidad formal de una obra de estas características esbozaron alguna sonrisa entre los espectadores, parecía que todos los allí presentes no hacíamos más que matar el tiempo.

LEGEND OF THE FIST: THE RETURN OF CHEN ZHEN (JING MO FUNG WAN: CHEN ZHEN, 2010)

Y SI NO ES EN PEKÍN, ES EN POKÓN

Producción hongkonesa a mayor gloria de Chen Zhen, un famoso personaje de ficción que Bruce Lee se encargó de consagrar con la emblemática Furia Oriental (1972). El filme es un ostentoso pastiche que copia sin demasiado pudor los códigos genéricos del cine negro con trasfondo bélico, añadiendo, eso sí, unas hostias como panes. Los japoneses hacen el papel de nazis y Shanghái de capital europea, mientras los occidentales somos tratados de cobardes y vendidos, con el mismo alegre nepotismo del que tantas veces se ha acusado al cine de acción estadounidense, solo que en este contexto parece algo más original y divertido. La película funciona básicamente cuando Donnie Yen empieza a repartir mandobles a diestro y siniestro, pero la incursión del melodrama roza lo cursi e incluso desvirtúa ciertos instantes donde el cine de artes marciales debería campar a sus anchas, y eso es difícilmente perdonable.

Origen (2010)

Porque sueño yo no lo estoy.

Con sus primeras películas, Cristopher Nolan logró meterse a gran parte de la crítica en el bolsillo. Con sus trabajos más recientes logró, además, el más difícil todavía logrando aunar a crítica y público, entrando, a la vez, en esa selecta competición entre ciertos directores de relumbrón por ver quien la tiene más gorda. Después de visionar su último trabajo, Origen (Inception), ya no queda ninguna duda al respecto, Nolan se ha convertido, por derecho propio, en el director más importante de nuestros tiempos. En sueños, claro está.

Porque de sueños va precisamente la cosa. Resulta que, al parecer, alguien ha inventado una especie de cachivache que permite al que lo usa adentrarse en los sueños de los demás. El invento, en lugar de usarse para fines más bien libidinosos (que es para lo que se termina usando cualquier avance tecnológico), resulta que se usa para el espionaje industrial de más alto nivel, robando las ideas de las víctimas de la máquina mientras se encuentran en los brazos de Morfeo. En ese sentido, el mayor profesional del sector de la extracción de ideas es el prota de Titanic que, al parecer, ha decidido montar una empresa junto con el niño de Cosas de marcianos y las cosas les van bastante bien hasta que el subconsciente del primero empieza a jugarle malas pasadas, debido a ciertos fantasmas del pasado encarnados en la imagen de la que fuera su esposa, Edith Piaf, que también decide pasearse por los sueños de la peña para hacer la vida imposible a su ex.

Total, que los tipos deberán afrontar un nuevo reto aparentemente imposible, cuando uno de sus clientes les proponga un nuevo trabajo: en lugar de robar una idea deberán realizar, justamente, la operación contraria, la de implantar una idea en una de sus víctimas, el espantapájaros de Batman Begins. Para este nuevo reto, los dos protagonistas pedirán ayuda a Juno, una joven estudiante que resultará ser todo un primor a la hora de construir puzzles imposibles, quien ejercerá la función de “arquitecto” debiendo edificar los paisajes que poblarán los sueños en los que transcurrirá la acción. El mayor problema de nuestros protagonistas resultará ser que, en el mundo de los sueños, a uno a veces le cuesta distinguir entre lo que es real y lo que no.

Origen es como uno de esos nudos tope gordos que, a priori, parecen imposibles de deshacer pero que, no obstante, agarrando cada uno de los extremos de la cuerda y tirando sin más, terminan por deshacerse por sí solos sin apenas esfuerzo. Porque uno, empieza a entender la trama de la película únicamente cuando al director le da la real gana de que ya va siendo hora de que el espectador se empiece a enterar de algo, pero una vez explicado resulta que la cosa era más sencilla de lo que nos habían pintado en un principio. El señor Nolan, por tanto, juega con el espectador, durante la primera media hora de metraje, en la que se sigue lo que va sucediendo en pantalla, con interés, pero sin acabar de captar el global de la historia, lo cual crea una gran expectación (que se acentúa claramente cuando Ellen Page empieza a retorcer edificios a su gusto).

Lamentablemente la película es suficientemente entretenida como para que no me durmiera en la sala de cine. Y digo lo de lamentablemente porque creo que para captar toda la esencia de la película uno, como espectador, debería dormirse en la butaca, con la película de fondo sonando de forma que, en plena fase REM, nuestro cerebro captara el audio para introducirla en nuestros propios sueños y conseguir, con ello, lograr una nueva capa donde uno se fusionase definitivamente con la trama logrando que la película se infiltrara en el subconsciente de la misma forma que los protagonistas se infiltran en los sueños de sus objetivos. Sinceramente espero que mi subconsciente fuera lo suficientemente espabilado como para dejar pasar a Marion Cotillard (más guapa que nunca) y prohibirle el paso a Tom Berenger (quien le iba a decir a este hombre hace poco tiempo que volvería a aparecer en un blockbuster de estas características).

La película, que empieza siendo un complejo thriller de ciencia ficción con aires de grandilocuencia y perdurabilidad (no lo entiendan como una crítica negativa, de entrada) en su primera mitad de metraje, termina convirtiéndose en una gran y espectacular ensalada de tiros muy amena y terriblemente entretenida que consigue tener al espectador en tensión viendo una peli de acción global, aliñada por el valor añadido del mundo de los sueños, lo cual permite que un tren entre en escena en medio de una gran avenida llena de coches o que los protagonistas deban luchar contra sus enemigos en un escenario de ingravidez. El problema vendría a ser que no es lo que uno se esperaba viendo la primera mitad de la película, convirtiendo la trama en algo excesivamente predecible y domesticada, francamente disfrutable pero sin la capacidad de trascendencia que se le esperaba. Mas allá de esto, personalmente, me chirrió algún que otro aspecto de la película, como el personaje de Marion Cotillard y sus consecuencias o ese lugar conocido como “el limbo” un lugar del que nadie vuelve, pero al que sólo falta que se organicen visitas guiadas como destino turístico.

Resumiendo: Origen es el blockbuster del año, pero blockbuster al fin y al cabo, para lo bueno y para lo malo.



Leer critica El origen en Muchocine.net

Bicicleta, cullera, poma (Bicicleta, cuchara, manzana, 2010)


¿Y tú quién eres?

El Alzhéimer es una enfermedad neuro-degenerativa en la que el paciente va perdiendo la memoria progresivamente, aparte de otras capacidades mentales. Suele afectar a personas de más de 65 años y la causa exacta de su aparición aún se desconoce. Hoy en día siguen faltando recursos para conseguir un tratamiento capaz de curarla o prevenirla, por eso se intenta concienciar a la gente de la importancia de esta enfermedad senil. Últimamente, en el cine se ha querido dar una información muy útil para que los espectadores vean de la magnitud que representa y de la invalidez y dependencia que produce. En 2008, la ópera prima del director Freddy Mas Franqueza fue la película Amanecer de un sueño, coproducida por la Fundación Alzheimer España, en la que el protagonista principal es un abuelo que presenta síntomas de la enfermedad. En el mismo año también se estrenó un aclamado documental, Bucarest. La memoria perdida, galardonado con el Goya, en el que su director, Albert Solé, intenta salvar la memoria de su familia ya que el protagonista es su propio padre, el político español Jordi Solé Tura, figura clave de la Transición Española, que lucha contra el Alzheimer.

Ahora le toca el turno al documental Bicicleta, cullera, poma (Bicicleta, cuchara, manzana, 2010), de Carles Bosch, recientemente presentado en el Festival de Cine de San Sebastián en el que tuvo una buena acogida, centrándose en la figura de Pasqual Maragall, ex-alcalde de Barcelona y ex-Presidente de la Generalitat de Catalunya, que en octubre de 2007 comunicó públicamente que sufre esta enfermedad. Durante los dos años posteriores desde que Maragall dio a conocer la noticia, el espectador seguirá el proceso de su enfermedad y sus terribles ganas de luchar, con la consecuente creación de la Fundación Internacional Pasqual Maragall, y con varios comentarios de la esposa e hijos de Maragall y de compañeros de oficina, o de la doctora que le trata en el Hospital de Sant Pau de Barcelona.


Pero, para ser sincero, tengo que decir que lo mejor de este documental son sus buenas intenciones, porque la verdad es que no he entendido el planteamiento que se ha propuesto el director. El desarrollo de la película es tan irregular y tan rotundamente excesivo (una hora y cuarenta y cinco minutos) que toda esa emoción que se podría haber conseguido no ha sido posible, salvo por situaciones concretas. Carles Bosch ha caído en el error de centrarse demasiado sobre lo poco que se sabe del Alzheimer y las investigaciones que se llevan a cabo para descifrar su origen, que aunque sea totalmente necesario, se echa en falta mucho más acercamiento al mismo Pasqual Maragall, que en algunas escenas se consigue, y es, sin duda alguna, lo más acertado del documental. Es una pena que no se haya sabido unir esos buenos momentos más íntimos, en los que el espectador sonríe porque ve a un Maragall natural, mostrándose cómo es y cómo se siente, con las secuencias larguísimas sobre nuevos descubrimientos y hallazgos importantes referentes a la enfermedad.


Con todo esto, también hay que comentar que el documental tiene aciertos, como el inicio en el que en una genial secuencia se resume la universalidad de esta enfermedad. Se muestra a diferentes pacientes de EUA, India, Holanda, y España (con el mismo Maragall), a los que se les hace las mismas pruebas para reconocer su estado de gravedad, y una de ellas consiste en memorizar tres palabras que se les repite para que un poco más tarde vuelvan a nombrarlas. A Maragall le hacen decir "bicicleta, cuchara, manzana", como bien se ve en el cartel de la película en el que no todas las letras están totalmente definidas, refiriéndose inteligentemente a esa pérdida progresiva de la memoria. Lo único que ocurre es que se vuelve a recurrir varias veces a la India y a otros países, y a reputados neurólogos de EUA y de Europa, para comentar sobre reacciones consabidas de los pacientes y para remarcar demasiado en el hecho de lo mucho que falta aún por conocer del Alzheimer. Eso sí, el espectador aprenderá que los recuerdos más profundos del enfermo se retienen mucho más en su mente, igual que la memoria musical, algo que el propio Maragall aprovecha por completo porque es un enamorado de la música, y es en esos momentos en los que Maragall escucha canciones que le hacen sacar todos sus sentimientos en los que también el espectador disfruta y se llega a emocionar.


"Un documental necesario sobre el Alzheimer, centrado en la figura de Pasqual Maragall, pero que resulta bastante fallido por su excesivo metraje, por demasiada investigación y por la poca cercanía hacia el paciente elegido"



Leer critica Bicicleta, cullera, poma en Muchocine.net

#1: 'Quesito News': Zack Snyder dirige el nuevo Superman

Machete (2010)

Viva México, cabrones.


Lo que ha ocurrido con Machete no deja de resultar algo extraordinario y fuera de lo común. Cuando ya nos habíamos medio acostumbrado a ver cortos que se alargaban hasta convertirse en largometrajes (Tu asesina que nosotras limpiamos la sangre, Distrito 9) ahora nos llega un nuevo caso todavía más sorprendente si cabe. Lo que en un principio era un falso trailer a modo de broma insertado entre las dos partes que formaban el Grindhouse parido a cuatro manos por Tarantino y Rodriguez, resultó tener tal aceptación que su responsable no tuvo más remedio que acabar realizando la película entera, con el valor añadido de molestarse en seguir a rajatabla la trama expuesta en dicho trailer. Sin duda alguna el caso de Machete viene a desmentir la teoría de que en el cine todo está ya inventado. O quizás no.

La película, como les decía, recupera la trama que ya se nos había medio insinuado en dicho falso trailer. Machete, el mejicano más duro, rudo y falto de expresividad que se hayan podido tirar a la cara, llega a Estados Unidos convertido en un sin papeles después de lograr escapar de su país natal al convertirse en un fugitivo perseguido por la justicia, a la cual él mismo había pertenecido, tras caer en una emboscada perpetrada por un malvado narcotraficante del lugar. Una vez ya en suelo americano, nuestro héroe será tentado por un misterioso desconocido para atentar contra un senador de expeditivas políticas hacia los inmigrantes ilegales a cambio de una cuantiosa suma de dinero. La operación resultará ser una nueva trampa en la cual, nuestro hombre, volverá a caer de cuatro patas, confirmándose que todo lo que tiene de duro lo tiene de falto de luces.

Perseguido por la justicia y por los malos al unísono, Machete deberá ocultarse buscando ayuda en las chicas más guapas del lugar que, obviamente, caerán rendidas ante los encantos y la empuñadura del mejicano. Ellas son la encargada de un puesto de burritos que ayuda desde la clandestinidad a los "espaldas mojadas" a entrar en el país y una agente de policía especializada en inmigración ilegal. Machete huirá de sus perseguidores a la vez que empezará a urdir un plan de venganza porque, lo habrán adivinado ya, una vez más, se trata de algo personal.

Si sorprendente resulta la concepción de la película, todavía más sorprendente es el elenco de actores conocidos que han recalado en el film de Robert Rodríguez y Ethan Maniquis, participando de la gran broma que no deja de ser la película. Y es que, atención, entre los malos encontramos a Robert de Niro (Taxi Driver), Don Johnson (Corrupción en Miami), Jeff Fahey (el piloto de Perdidos), Tom Savini (Abierto hasta el amanecer) y Steven Seagal (Alerta Máxima, por decir alguna). ¿Podría alguien soñar un elenco mejor de malos malosos? Entre las tias buenas encontramos a Michelle Rodríguez (Avatar), Jessica Alba (Los cuatro fantásticos) y a Lindsay Lohan (Prisión federal del condado). Y como protagonista absoluto a un Danny Trejo tan sólido como inmutable a lo largo de casi toda la película (no cambia de registro ya sea cortando la garganta a un tipo que montándose un trío), algo perdido entre tanta cara conocida.

La película es una gran broma en forma de parodia exploitation con grandes (y necesarias) dosis de violencia, humor y erotismo a partes iguales. Si uno es capaz de evitar caer en el error de tomarse la película en serio y se deja llevar por su vorágine de locura continuada, la cinta puede resultar altamente entretenida, con algún gag de altura y un sentido del espectáculo convertido en chiste altamente recomendable. Además, la película se permite el lujo de caer en la sátira más exagerada apuntando sus miras hacia conflictos sociales como los de la inmigración ilegal y el drama de los "espaldas mojadas", la corrupción política y policial e, incluso, tocando temas como los de la religión. El problema de la película es que cuando un chiste se alarga más de la cuenta tiende a perder gracia y la película sufre de irregularidades. Además, personalmente, tengo el problema añadido de que nunca consigo acordarme de los chistes que me cuentan, que es, probablemente, lo que me terminará pasando con Machete.

Resumiendo: Tipos duros, tias buenas, grandes cuchillos. Machete ofrece lo que promete, pero ni se les pase por la cabeza tomarse la película en serio.



Leer critica Machete en Muchocine.net

Buried (Enterrado, 2010)


¡Socorro! ¿Hay alguien ahí?

Cuando vi por primera vez el tráiler de Buried (Enterrado, 2010), del español Rodrigo Cortés, la primera imagen que me vino a la cabeza (como creo que a mucha gente) fue la de Uma Thurman en Kill Bill 2 (2004), de Quentin Tarantino. La diferencia es que la escena en la que veíamos a Uma intentar salir de un ataúd duraba unos minutos, mientras que la película de Cortés dura una hora y media. El protagonista se llama Paul Conroy (Ryan Reynolds) y es un transportista norteamericano que se encontraba en Irak enviado por una empresa de seguridad, cuando le tendieron una emboscada a su convoy, le golpearon y le enterraron bajo tierra. Sólo con la ayuda de un mechero, con el que podrá ver dónde se encuentra, y un móvil, con el que tendrá la posibilidad de intentar comunicarse con alguien del exterior para conseguir ayuda, Paul Conroy intentará salvar su vida.


Todo esto lo iremos sabiendo a medida que va avanzando la simple trama (quien no quiera saber más cosas que no vea el tráiler), con un único escenario (el ataúd). Con estos pocos medios, aunque no con pocos recursos ya que talento sí que hay, Rodrigo Cortés ha conseguido un film de suspense y acción, con las ideas muy claras sobre lo que quería y lo que no quería hacer. Aunque, en un principio, sea una historia no apta para claustrofóbicos, las intenciones de Cortés han sido no concentrarse en el artefacto, o sea en el ataúd, sino en la historia, en qué es lo que le va a ocurrir al protagonista, intentando hacer olvidar al espectador dónde está metido con dosis de tensión en diferentes momentos.


Y para conseguir este resultado, Cortés quiso contar para el papel del protagonista con Ryan Reynolds, al que creía el mejor para interpretar a ese personaje y del que ha alabado su tremenda capacidad para el timing fílmico. La verdad es que este actor ha hecho el que, por ahora, es el papel de su vida (ya veremos con el de The Green Lantern), aunque para él haya sido una terrible experiencia. Cuando acabó la película volvió a Los Angeles aún con heridas en la espalda debido a la fricción con la madera, y con los dedos chamuscados a causa del mechero. Y es que el rodaje fue muy duro para todos, demasiado excesivo. Se rodó en diecisiete días, haciendo unos treinta planos cada día, y hasta una vez llegaron a realizar cincuenta y dos, cuando lo normal son ocho o diez diarios. Para rodar con bastante libertad utilizaron siete ataúdes distintos para permitir cualquier tipo de movimiento, logrando una puesta en escena verdaderamente efectiva y muy bien pensada. De ahí que para un servidor lo mejor de la película sea la dirección del propio Cortés y de su gran trabajo de montaje, resaltando también la fotografía de Eduard Grau (que ya destacó en Un hombre soltero, 2009), y la excelente banda sonora de Víctor Reyes (que había trabajado con Cortés en su primer largometraje, Concursante, de 2007), indispensable para esas escenas de tensión, recordando sobre todo al gran Bernard Hermann.


La película seguramente se convertirá en uno de los grandes taquillazos de este año, habiendo logrado éxitos en festivales tan destacados como el de Sundance o el de San Sebastián. Y no es para menos, la calidad que atesora lograda en tan poco tiempo es digna de admirar. Sin embargo, hay ciertas pegas que se le pueden achacar a este film. Empieza muy bien, con unos buenísimos títulos de crédito creados por la empresa Royalcow (responsable también de los de La comunidad, de Álex de la Iglesia, o La mala educación, de Almodóvar), que unidos a la destacada música de Reyes nos acordamos inevitablemente de las películas de sir Alfred Hitchcock (como ocurre también con el suspense en varios momentos del film). Pero la trama va perdiendo fuerza y aunque Cortés ha sabido dotar a la historia de varios momentos tensos para que el espectador no pierda el interés por el futuro inmediato del protagonista, la película cae en algunos tópicos, unido a unos diálogos que podrían haberse mejorado, y con importantes fallos de raccord con la batería del móvil. Aún así, con todo lo dicho anteriormente, es una película muy digna y con un final muy bien resuelto.


"Una historia hecha en poco tiempo, que contiene muchos momentos de suspense, en la que destacan la entrega del actor (único protagonista), la fotografía, la banda sonora y el excelente montaje; lástima que también caiga en tópicos, que algunos diálogos sean flojos y pierda fuerza por momentos"



Leer critica Buried (enterrado) en Muchocine.net

#1: 'Machete'

4º Aniversario de Quesito Rosa


¡Ladies and gentleman, el Quesito Rosa está de aniversario!

Son cuatro ya los años que llevamos dando la tabarra en esta cosa del internet, con nuestras críticas, chorradas y desvaríos varios y, lo cierto, es que la cosa ha dado para mucho más de lo que esperábamos en un principio. Que sepan que la culpa de todo la tienen ustedes, amigos, que están al otro lado y se molestan en entrar en la página buscando nuevas reseñas. También debemos agradecer a toda esa gente que entra en “quesito rosa” creyendo que se trata de una página de porno gay y que son los que, sin duda, hacen aumentar el número de visitas del blog.

Evidentemente la cosa no termina aquí, como quien dice acabamos de empezar y les aseguramos seguir dando guerra durante mucho más tiempo, mientras nuestros cuerpos, teclados y cerebros unineuronales aguanten. Que Ray Liotta nos coja a todos confesados.


¡Agradecidos y emocionados, solamente podemos decir gracias por venir!

Y como siempre, nos leemos...

Mientras tanto, en Twitter...

Free counter and web stats