La gran evasión (1962)

Elprimerhombre ha vuelto a pasar un buen rato con La gran evasión, de John Sturges, una entretenidísima película con una banda sonora que se hizo muy popular.

La historia ocurre en la Segunda Guerra Mundial donde los protagonistas son prisioneros de guerra expertos en fugas que son llevados a un campo de concentración nazi más sofisticado en cuanto a medidas de seguridad. La mayoría de estos prisioneros son oficiales británicos pertenecientes casi todos a lo que era "la organización X", que con la llegada del jefe de escuadrón Roger Barlet (Richard Attenborough), creador de aquella organización, empezarán a poner en marcha otro plan. Este oficial de aviación pretende hacer tres túneles planeando una fuga de doscientos cincuenta prisioneros para ridiculizar al Tercer Reich o a los "monos", como ellos los llaman. Cada uno será el encargado de hacer su trabajo en cuestión, como el responsable de los túneles (Charles Bronson), el de carpintería o mecánica (James Coburn), el proveedor (James Garner), el de servicio de información (Gordon Jackson) o el falsificador (Donald Pleasance). Steve McQueen será la estrella de todo este grupo, aunque al inicio vaya un poco por su cuenta, siendo uno de los tres norteamericanos que hay en el campo (el personaje de James Garner también lo es). Al poco de empezar la película, su personaje ya es enviado a la "nevera", un tipo de calabozo donde está totalmente incomunicado. Allí le enviarán otra vez a causa de un intento de fuga con otro compañero, al que más adelante tirotearán cuando salte desesperadamente la alambrada al ver que los alemanes descubren uno de los túneles. Al siguiente intento, esta vez en solitario, el personaje de McQueen conseguirá escapar pero se dejará coger para volver con la información necesaria para los demás, con la manera de llegar hasta la estación de ferrocarriles.

Toda esta aventura está dirigida prodigiosamente, aunque de sus casi tres horas de duración me quedo con las dos primeras horas. En los restantes tres cuartos de hora, cuando los setenta y seis que consiguen huir intentan llegar a un destino óptimo, baja un poco la calidad de la película, sobre todo por algún que otro arreglo bastante forzado en el guión. Eso sí, todo lo que ocurre anteriormente dentro del campo de concentración es puro cine, sin ningún atisbo de aburrimiento. La gran banda sonora de Elmer Bernstein es una ayuda considerable para dar aún más esa sensación de diversión más que de dramatismo, hasta de burla hacia los nazis, con un tema central más que estupendo, archiconocido para la mayoría de la gente. Hay un buen equilibrio entre el drama de la guerra y la comicidad de algunas escenas, provocadas también por el personaje de McQueen. Y la dirección de John Sturges es perfecta, con unas escenas dentro de los tuneles que ponen nervioso hasta a los no claustrofóbicos. La cámara se mueve con una claridad apabullante y el montaje de las escenas con dicha banda sonora es casi milimetrado, como en la gran escena inicial en la que entran al campo de concentración los recién llegados y van mirando la situación de las torres y las composiciones de Bernstein se van intercalando con los planos, sugiriendo la difícil tarea que va a ser escaparse de allí.

Muchos considerarán esta película como la más conocida entre las películas de fugas de cárceles, pero me gustaría también resaltar algunas como Fuga de Alcatraz (1979), de Don Siegel, Cadena Perpetua (1994), de Frank Darabont, o cómo no, también la famosa serie Prison Break. Pero de todos los dramas carcelarios que haya visto me quedo, aparte de la película presente, con La evasión, de Jacques Becker, realizada dos años antes que la de Sturges y contada con brillantez, con muchos menos planos que esta. Sobre todo la recordaré siempre por el largo plano cenital de las manos de los presos mientras van haciendo el agujero de la fuga, que engancha de manera sorprendente debido a su simplicidad tan aplastante.

Para terminar, habría que decir que John Sturges ya era bastante conocido antes de rodar La gran evasión, con películas tan importantes como Conspiración de silencio (1955), con Spencer Tracy, o Duelo de titanes (1957), con Burt Lancaster y Kirk Douglas. Y hasta tuvo el valor de hacer una especie de remake de Los siete samurais, de Kurosawa, llamándolo Los siete magníficos (1960), donde también aparecían Steve McQueen, Charles Bronson y James Coburn. Pero seguramente que La gran evasión fue su última gran película y con la que será más recordado.

En definitiva, una gran aventura durante la Segunda Guerra Mundial que entretiene sin parar durante sus casi tres horas de duración, con una pequeña bajada de calidad en sus últimos tres cuartos de hora.

Un saludo!



Leer critica La gran evasión en Muchocine.net

5 piquitos de oro:

Angus dijo...

¡¡Gran película!! Además es de esas que antiguamente ponían todos los años y la he visto muchas veces.
Ese Steve McQueen botando la pelota en la celda de castigo... inolvidable.

Anchiano dijo...

Cine clásico que ya nunca volverá :(
Un saludo.

Möbius el Crononauta dijo...

¡Neverra!

Clásico absoluto. Y Stevie... ah, Stevie, vaya tipo.

Saludos

Igor Von Slaughterstein dijo...

Peliculón del 15. Y no hay más que hablar.

Saludos!!

john mcclane dijo...

Excelente clásico con el gran Steve McQueen. Como para revisarlo más de una vez.

Saludos!

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